Son tan añosos que uno teme lastimarlos al emprender un
recorrido por sus páginas. El Eco de Tunas, por ejemplo, todavía presta
servicio a los estudiosos, aunque cruje y rezonga –decrépito- cuando el acto
lectivo lo convoca. Todos ellos conocen la connotación de su sobrevivencia en
tanto alimentan el presente desde el pasado.
Sí, los periódicos viejos son per se la evidencia de que la noticia no
es cosa del postmodernismo ni mucho menos. Lo puede confirmar Noticiero,
editado por acá en 1939. Y El Siglo, que data de fecha tan lejana como 1929.
-En el Museo Provincial Vicente García disponemos de una
buena cantidad de periódicos tuneros antiguos –asegura Maricela Vázquez
Rodríguez, especialista de esa destacada institución tunera-. Me he dado a la
tarea de clasificar debidamente los que
se publicaron en la etapa neocolonial. No
tenemos toda la colección, porque se editaron muchos por aquellos años.
Pero conservamos la mayoría.
Según Maricela, el importante fondo hemerotecario es único
en la provincia. Casi todo fue cedido por la señora Catalina Fernández, viuda
de Raúl Addine, quien fuera Historiador de la Ciudad. El resto proviene de
donaciones de personas que saben cuánto representa para un museo el poseer
ejemplares de tal naturaleza.
-Tal vez uno de los periódicos más importantes de nuestra
posesión sea el llamado Ariel, cuyo director fue Martínez Herrera, también
Historiador de la Ciudad –precisa Maricela-. Su valor se potencia con creces
cuando conocemos que se editó un solo número. Tenía forma de volante, pues solo
estaba impreso por una cara. Pero fue un
periódico en todo lo demás. Mire, aquí tiene el ejemplar...
Y me pone ante mí el exclusivo número de Ariel, longevo y
amarillo. Leo en su machón: Boletín Pedagógico Mensual. Tercer domingo de junio. Día 22 de 1930. Trae
breves materiales sobre asuntos citadinos diversos. Variedad tipográfica y
tinta negrísima. Se fue a la quiebra luego de su primera y única salida. A
pesar de su efímera existencia, tuvo una buena acogida por la población.
-Otra joya de la lista es el ejemplar del periódico El
Hórmigo, correspondiente a su segunda etapa –añade la joven museóloga-.
¡Ninguna institución lo tenía en existencia! Este que nos fue donado es el
número III y tiene fecha del año 1940, con un epígrafe que expresa: Un nuevo
semanario nuevo. También contamos con números de Razón, editado por el poeta y
periodista Gilberto Rodríguez.
Reviso un grueso fajo de periódicos que Maricela me trae.
“Hojéalos con cuidado”, me recomienda. Leo sus nombres: El Liberal, La Democracia,
El Imparcial, La Lucha, La Tribuna...
Ninguno era realmente liberal, ni demócrata, ni imparcial, ni luchador
ni tribuno. Todos despiden un tufillo a politiquería al mejor estilo de San
Nicolás del Peladero. Pero retratan a una época. De ahí su significado.
Maricela anda ahora en trajines de clasificar, catalogar y
digitalizar todo el fondo periodístico para que los investigadores puedan
consutarlo cuando lo precisen. “Me encanta este trabajo”, admite. Ella tiene en
sus manos un tesoro. Ese fondo es parte intrínseca del patrimonio intelectual
de nuestra provincia. Los periodistas tuneros lo sabemos. Por Juan Morales Agüero