En una mezcla del típico pragmatismo estadounidense con su
particular punto de vista con respecto a la prensa, la Hardwick Gazette en el
estado norteamericano de Vermont lanzó un concurso DE LA carta más convincente, cuyo ganador obtendrá
la propiedad del periódico junto al edificio sede del mismo construido hace más
de un siglo.
Según le dijo Ross
Connelly, editor del medio a la reportera Kristen Hare “el periódico necesita
más energía de la que yo le puedo ofrecer ahora”. “Soy más viejo de lo que
parece”, comentó quien ya cumplió los 71 años y ha regido los destinos del
Hardwick Gazette desde 1986.
El periódico fue fundado en 1889 y salvo Connelly, el resto
de su equipo que no llega a 10 personas son trabajadores de medio tiempo. Hasta
el momento nadie había presentado una propuesta seria de participar en el
concurso abierto oficialmente el 8 de junio y que finalizará el 11 de agosto.
Los aspirantes deben pagar primero 175 dólares y escribir en
400 palabras “sobre sus habilidades y visión de ser el dueño de un semanario
impreso pagado en el nuevo milenio”, explicó Connelly.
“Queremos escuchar a gente apasionada con las historias
locales que son importantes sin el escándalo y el sensacionalismo. Queremos
escuchar a gente que reconozca que los medios sociales no son lo mismo que los
medios locales. El ganador de este concurso deberá demostrar que este es un
negocio para emplear gente de la localidad y que el dinero que ganamos viene de
la comunidad que cubrimos y que estamos aquí porque la gente de aquí es importante”,
sentenció.
Para que el concurso tenga validez se requiere de un mínimo
de 700 participantes, lo cual significa que al menos esperan ganar unos 122 mil
500 dólares con la iniciativa. De completarse el máximo de concursantes
permitidos (1889) el actual dueño se irá a casa con más de un millón de dólares
en sus bolsillos.
Desde 2008 por lo menos 166 periódicos han cerrado en los
Estados Unidos en medio del vertiginoso ascenso de las opciones digitales de
difusión de la información vía Internet y la paulatina concentración de la
propiedad de los medios en pocas manos que también asfixia a los órganos de
prensa de localidades más pequeñas.
La iniciativa de Ross Connelly para salvar a la centenaria
Hardwick Gazette por encima de lo insólito refleja la ingenio de quienes están
convencidos que las audiencias estadounidenses merecen algo mejor.
Por: István Ojeda Bello