viernes, 21 de octubre de 2016


Title: Study of reception of the code of the Telecentro Territorial Tunas Vision, Las Tunas province, Cuba.

Autores:

MSc. Lucien Lozada Fonseca (Máster en Ciencias de la Comunicación, profesor  propio del Departamento de Comunicación Social, Universidad de Las Tunas, Cuba. Analista de medios de comunicación así como su impacto en las audiencias del territorio, específicamente el Oriente de Cuba. Años de experiencia en el sector académico: 8. 

Correo institucional: lucienlf@ult.edu.cu
MSc. Leonardo Mastrapa Androín (Máster en Ciencias de la Comunicación, profesor  a tiempo parcial del Departamento de Comunicación Social, Universidad de Las Tunas, Cuba. Analista de medios de comunicación así como su impacto en las audiencias del territorio tunero.

Años de experiencia en el sector académico: 12. 

Correo institucional: lmastrapa@enet.cu

RESUMEN

El  análisis  realizado a los estudios de recepción del Telecentro TunasVisión en  Las Tunas, reveló que las investigaciones relacionadas con los problemas globales de recepción, aceptación y el impacto particular como consumo cultural de este Canal, han sido insuficientes para validar sus funciones informativas, educativas y recreativas dentro de la sociedad tunera.

La investigación desarrolla los referentes teóricos y metodológicos para adoptar el posicionamiento científico desde la complementariedad metodológica, y diagnosticar el estado actual de la relación existente entre el sistema de producción de TunasVisión y las exigencias del público tunero, en dependencia de sus necesidades, preferencias e inquietudes comunicativas y elaborar y proponer una Guía Metodológica que permita dinamizar la labor del sistema  de producción del Canal en función de satisfacer esas exigencias.

El informe se estructuró en tres capítulos y ofrece, además, conclusiones y recomendaciones.

ABSTRACT

  The analysis was carried out to the studies of reception of the Telecentro TunasVisión in Las Tunas province; it revealed that the investigations related with the global problems of reception, acceptance and the particular impact as cultural consumption of this Canal have been insufficient to validate its informative, educational and recreational functions inside the society from Las Tunas.  

The research develops the theoretical and methodological referents to adopt the scientific position taking as a starting point the methodological complements and also to diagnose the nowadays situation of the existent  relation between the system of production of Tunas Vision and the demanding’s of the population from Las Tunas according to the  their needs, preferences and communicative preoccupations’ so it was necessary to elaborate and propose a methodological guide which makes more dynamic the system of broadcasting production with the function to satisfy these demanding’s.

The information was structured in three chapters and also offers conclusions and recommendations.

Key words:  Process of Reception and levels of Impact on Television.



INTRODUCCIÓN

En la actualidad los seres humanos se enfrentan a novedades y presiones caracterizadas por cambios vertiginosos y una creciente competitividad, trasformados en retos constantes y un alto desarrollo tecnológico, lo que ha provocado que los Medios de Comunicación Masiva (MCM) hayan cobrado gran relevancia; sobre todo, después de la introducción de la Internet, que permite acercar la noticia o cualquier otro acontecimiento a las personas con una inmediatez verdaderamente asombrosa.

Son por excelencia órganos de formación de criterios, guías de conductas, armas eficientes de orientación y educación de las masas, convirtiéndose en un instrumento de primer orden en la toma de conciencia en cuanto a ideas y acciones por parte de los grandes públicos.

Tanto la prensa escrita, la Radio, la Televisión y las ediciones digitales aparecen como formas imprescindibles para conocer y comprender lo que está sucediendo dentro y fuera del entorno socio-cultural de cualquier territorio, elevándose a niveles que van desde lo local hasta la universalización de todo cuanto se desee expresar, convirtiéndolos en un arma increíblemente poderosa encaminada a transformar estilos de vida, modos de pensar, e inclusive, posiciones políticas.

Debido a la posibilidad de  combinar los sonidos con la imagen en movimiento, primero en forma analógica y ahora de manera digital, la Televisión juega un papel primordial. Sin embargo, el progreso  no ha resultado ser igual en todos los países. Las grandes potencias mundiales son las que dominan los principales medios y el mercado tecnológico.

Cuba fue uno de los pioneros en América Latina en desarrollar la Televisión, pero le ha sido muy difícil acceder a las nuevas tecnologías existentes en el mundo para modernizar sus canales de transmisión, debido al bloqueo económico que ejerce sobre la Isla la potencia más poderosa de la Tierra: los Estados Unidos de América.

No obstante durante el 2013 se efectuaron inversiones para digitalizar la Televisión, proceso que aún se está ejecutando y que avanzará hacia todo el territorio nacional en la medida que la situación económica del país lo permita.

La Televisión se erige como un medio de difusión que tiene entre sus propósitos llegar al telespectador con agrado y variedad, a partir de una programación portadora de altas virtudes políticas, ideológicas, sociales, éticas y  estéticas  al   servicio  de  los  conocimientos, la  defensa  de  los  valores  e intereses de la Nación y de todos sus ciudadanos.

En  Cuba   mantener   actualizada  la   proyección   de   la   realidad   nacional e internacional con un sentido crítico es una de las principales bases para la selección y transmisión de programas televisivos. Los que están dirigidos a la formación en los públicos de hábitos, gustos, valores y la promoción del arte y la cultura como prácticas de desarrollo personal.

En los momentos actuales la Televisión se proyecta al servicio de un público exigente que quiere verse representado en los contenidos transmitidos. Con este fin y a voluntad del Consejo de Estado el país cuenta con una Cadena Internacional, cinco Cadenas Nacionales y una red de Telecentros distribuidos por  toda la Isla.

Concebido con una marcada intención comunicativa el Canal Territorial TunasVisión se inserta entre estos telecentros que buscan a través de su quehacer cotidiano, satisfacer desde una perspectiva esencialmente cultural, educativa y de entretenimiento a los diferentes públicos.

El Telecentro provincial cuenta con un canal municipal en Puerto Padre y corresponsalías en Colombia y Amancio. Posee una parrilla de 21 programas - en una salida al aire diaria de dos horas aproximadamente- que se encargan de la masificación de la cultura y se erigen frente a la creciente penetración imperialista.

Programas de corte informativo, cultural y de orientación a la familia, son el reflejo de la realidad que viven los municipios, comunidades rurales, y zonas intrincadas de Las Tunas, que a su vez contribuyen a conservar la identidad de sus pobladores. El mensaje va dirigido a un receptor bien cercano, a un público que se siente arraigado de manera creciente y prefiere verse en su Televisión local, para ver más cercana su realidad, las transformaciones que  en  ellas se acometen en aras de una mejor calidad de la vida material y  espiritual.

Resulta una necesidad de la sociedad contemporánea realizar un estudio profundo referido a conocer cómo cada programa estimula al televidente, si las puestas en pantalla retroalimentan de la forma requerida al público, si poseen aceptación y los aportes que realizan al crecimiento cultural de las personas; además de conocer las necesidades informativas y recreativas de los televidentes.

Es aquí donde juegan un rol protagónico los estudios de recepción, al analizar los mensajes, los ejes temáticos y los tipos de públicos a los que van dirigidos, en la búsqueda de la comprensión del impacto que van causando en ellos los productos comunicativos, a partir de un referente teórico- metodológico establecido y de un modelo determinado.

La revisión y selección de las publicaciones y trabajos  científicos realizados acerca de los Medios de Comunicación y el impacto que ha tenido la Televisión da paso a que la investigación las utilice como punto de partida. Por ello amerita mencionar figuras como Mario y Gabriel Kaplún, Jesús Martín Barbero, Guillermo Orozco Gómez, Rosa Buxarrais Estrada, Maira Cue Sierra, Omar Olazábal Rodríguez, Hilda Saladrigas Medina, María Margarita Alonso Alonso; quienes, unidos a otros, constituyen el sustento de la presente investigación y ofrecieron una perspectiva acerca de cómo la Televisión contribuye a conformar opiniones, creencias, conocimientos y valores éticos de la sociedad en que vivimos.

Fueron de vital importancia las investigaciones realizadas con anterioridad en el Canal TunasVisión como las Tesis en Opción al Título Académico de Máster en Ciencias de la Comunicación Social “Las ideologías profesionales de los periodistas y su influencia en la producción de noticias en el Departamento Informativo del Telecentro TunasVisión de la provincia Las Tunas”, de Oscar Rolando Güides Ortiz (2009); “Discurso periodístico y representaciones sociales: una mirada interna desde el LTV Noticias”, de Natasha Díaz Bardón (2009) y “Los valores en la televisión de Las Tunas: el caso de LTV Noticias”, de Anybis Ramona Labarta García (2009).

También los trabajos de diploma “Plan de Comunicación Interna para el área de Creativo y Programación del telecentro provincial TunasVisión”, de Yanisleidy López López (2013); “Plan de Comunicación Interna para fortalecer el proceso de Producción de Noticias en el Departamento Informativo del telecentro provincial TunasVisión”, de Rolando Sánchez Sotolongo (2011); “Televisoras comunitarias en Cuba: más que utopía realidad”, de Menfesi Eversley Silva (2006) y “TunasVisión: la imagen que usted protagoniza”, de Yanneris Hernández González (2003); quienes proporcionaron reveladoras ideas entorno al campo de la comunicación interna, las ideologías profesionales de los periodistas del telecentro y la comunicación comunitaria en la televisión, sentando las bases para el estudio de recepción.

Los informes del Telecentro tunero y las pesquisas ejecutadas por su Departamento de Información y Programación sobre el impacto del Canal en su teleaudiencia, específicamente los diagnósticos incluidos en el informe de 2012  y primer semestre de 2013, presentados por la Lic. Saily Pérez Jam,  Especialista en Investigación Social; se convirtieron en antecedentes obligatorios para desarrollar como tema de investigación el Estudio de Recepción del Telecentro TunasVisión.

El análisis de toda esta documentación revela que las investigaciones relacionadas con los problemas globales de recepción,  aceptación y el impacto  particular  como  consumo  cultural del Telecentro  en Las Tunas, han  sido insuficientes para poder validar sus funciones informativas, educativas y recreativas dentro de la sociedad tunera.

A ello se le suma que las condiciones técnicas para la grabación y transmisión de la programación no son idóneas, pues aún la tecnología empleada es muy pobre en cuanto a disponibilidad y modernización, lo cual limita el trabajo creativo de sus trabajadores. A esto se une el hecho de que el alcance de la señal no llega a la totalidad de la población provincial y en muchas localidades del territorio la calidad de la recepción televisiva es mala.

Lo anterior permite afirmar que no se ha realizado un Estudio de Recepción en profundidad, ni se ha fundamentado una propuesta metodológica que contribuya a resolver los problemas detectados.

Llegado a este punto se puede concretar que la anterior situación indicativa contribuye a que esta indagación se centre en el siguiente problema científico: ¿Cómo determinar si el proceso de recepción que manifiestan los públicos de TunasVisión se corresponden con la oferta televisiva que reciben, en el período comprendido desde noviembre de 2013 hasta febrero de 2014?

Para solucionar este problema es importante determinar que el objeto de estudio de esta investigación es el proceso de recepción del Canal Territorial TunasVisión en Las Tunas y el campo de acción: el nivel de impacto del Canal Territorial TunasVisión en sus públicos.

Se establece como objetivo general: realizar un estudio de recepción para determinar el nivel de impacto del Canal Territorial TunasVisión en sus públicos, teniendo en cuenta sus necesidades, preferencias e inquietudes comunicativas.

Y como objetivos  específicos:

- Establecer los presupuestos teóricos que sustenten la presente investigación.

- Diagnosticar el estado actual de la relación existente entre el sistema de producción de TunasVisión y las exigencias del público tunero, en dependencia de sus necesidades, preferencias e inquietudes comunicativas.

- Elaborar una Guía Metodológica que permita armonizar las preferencias de la teleaudiencia  con los contenidos que se trasmiten en el Telecentro.

Como idea a defender se plantea: el desarrollo de un estudio de recepción actualizado,  permitirá dinamizar la labor del sistema  de producción del Canal Territorial TunasVisión en función de satisfacer las exigencias del público tunero.

Para desarrollar esta idea se asumen como categorías y subcategorías de análisis:

Proceso de recepción: la interacción que se establece entre el sujeto y el contenido del mensaje que se le transmite por cualquier medio, la cual es permeada por las características individuales y socioculturales que determinan su manera de pensar y de ver televisión.

Niveles de impacto del Canal Territorial TunasVisión: modo en que se articulan los vínculos entre el medio televisivo y sus públicos; contexto de su producción y recepción, así como, a las mediaciones que intervienen en esa interacción. Se destacan en tal sentido el sistema macrosocial, el entorno mediático institucional y el propio público.

Subcategorías:

Estudios de recepción mediática: la herramienta básica y fundamental para conocer cómo se comporta la emisión de los mensajes que el medio  en cuestión emite,  y  el nivel de satisfacción que el público manifiesta, además de cómo contribuye a la transformación social de la realidad de su entorno, a partir de los elementos que aporta.

Teleaudiencia: público que recibe el contenido emitido por cualquier medio Televisivo.

Ejes temáticos: conjunto de normas, ideas, postulados y enfoques que definen la producción de los mensajes y la  programación del Telecentro.

Telecentro o canal territorial: emisoras de televisión pública, territoriales, que al igual que el resto de los medios nacionales responden a los intereses del Estado y el sistema social cubano. Se integran dentro del Sistema de la Televisión Nacional y se subordinan a la Vicepresidencia de Televisión del ICRT.

Públicos: conjunto de personas estrechamente relacionadas entre sí por intereses y afinidades que le son comunes y que comparten un sentimiento de solidaridad.

Sistema de producción: presupuestos conceptuales y elementos supraestructurales, infraestructurales y estructurales que posibilitan el accionar del Telecentro en el territorio.

La Guía Metodológica propuesta por María Vasallo de López es una efectiva herramienta de solución y se asume como el documento de referencia para la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación del Plan que permita acercar el objeto de estudio al campo de acción; con el propósito de orientar las acciones de los actores que participan en el proceso de formulación, ejecución, seguimiento y evaluación de los planes, según los procedimientos establecidos en las normas que regulan la materia.

La población será la totalidad de los televidentes radicados en los ocho municipios tuneros y la muestra de tipo no probabilístico, que también incluye a los 127 trabajadores del Telecentro, es de 1000 personas, es decir 100 por cada municipio, excepto el cabecera que se definió en 300 por poseer la mayor cantidad de habitantes. El tipo de muestreo es intencional y por cuotas.

Durante todo el proceso investigativo se aplicará como perspectiva metodológica la complementariedad metodológica, pues se integran los instrumentos metodológicos cualitativos y cuantitativos, enfatizando en los primeros y para ello se asume el paradigma Hermenéutico - Interpretativo.

La disciplina en la que se fundamenta el tema es Teoría de la Comunicación, teniendo en cuenta que los principales postulados que la definen se basaron en estudios de recepción realizados por psicólogos, sociólogos y politólogos con determinados enfoques persuasivos, psicosociales y motivacionales que fueron conformando paulatinamente las teorías y paradigmas de esta disciplina.

El tipo de investigación efectuada es correlacional ya que establece la relación existente entre las preferencias que manifiestan los públicos de  TunasVisión y la oferta televisiva que reciben, teniendo como precedente los diagnósticos realizados por el Departamento de Programación e Información de este medio de comunicación.

La presente constituye un estudio para la producción en la que se analizan tres elementos fundamentales del acto de comunicar: el emisor, el mensaje y el receptor, complementada con el enfoque dialéctico materialista, por tanto, permite  una  adecuada  interpretación  del  problema  y  proporciona  el instrumental científico necesario para el desarrollo de la investigación.

También desarrolla los referentes metodológicos que posibilitan caracterizar a la teleaudiencia de TunasVisión, en correspondencia con sus gustos y  preferencias, así como elaborar  y proponer  una Guía Metodológica que permita dinamizar la labor del sistema  de producción de este Canal Territorial en función de satisfacer las exigencias del público tunero.

Fiel a los principios revolucionarios esta tesis tributa a los lineamientos del 69 al 72 (anexo VI), relacionados en el Capítulo II, El Trabajo Político e Ideológico, de la Resolución sobre los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.

La base metodológica de este estudio científico estuvo sustentada en los siguientes métodos y técnicas:

Inducción y Deducción: contribuyó a la aprehensión de conocimientos particulares aplicables y llegar a formulaciones de carácter general.

Análisis y Síntesis: permitió profundizar en las aristas del objeto en cuestión, el proceso de recepción del Canal, y la consiguiente reunificación de las partes para analizarlas en su totalidad.

Histórico y Lógico: para el estudio de los antecedentes del fenómeno en su devenir histórico así como delimitar sus leyes y funcionamiento.

Análisis de documentos, bibliográfico y hemerográfico, en soportes tradicionales y digital: presente durante todo el proceso investigativo constituyó el punto  de  partida para la realización de este estudio científico, posibilitó interpretar el contenido de documentos diversos, elaborar y generalizar ideas al respecto. Fue el principal  método empírico utilizado en la elaboración del marco  teórico y  referencial y aportó el conocimiento necesario para la construcción de los instrumentos metodológicos.

Encuesta (anexos I y II): instrumento que recogió los criterios sobre preferencias de temáticas, géneros y gustos en los programas de TunasVisión, así como expectativas y valoraciones del televidente que incluyó el estudio de recepción como eje principal de este trabajo.

Entrevista semiestructurada (anexo III): posibilitó obtener criterios en relación a la preferencia de los televidentes por determinado programa y su argumentación precisa sobre cuáles son los temas que realmente les interesarían decodificar en la programación de TunasVisión, así como a la posición que manifiestan los trabajadores del Telecentro respecto a su quehacer.

Consulta a expertos (anexo IV) quienes aportaron información acerca de la gestión informativa, educativa y recreativa de TunasVisión.

La observación científica de tipo participante (anexo V) como procedimiento de recogida de datos que constituye un proceso deliberado y  sistemático orientado por un propósito determinado. Observar, en un sentido más básico, supone advertir los hechos tal y como se presentan y que serán elementos de sumo valor en las conclusiones y recomendaciones de la presente investigación.

El estudio científico está estructurado en resumen, introducción, tres capítulos, conclusiones, recomendaciones, bibliografía y anexos.

El primer capítulo comprende los fundamentos teóricos que sustentan la investigación, en él se exponen, desde el ejercicio del criterio, las concepciones de diferentes investigadores sobre Estudios de Recepción y Televisión como medio audiovisual así como la Guía Metodológica y su fundamentación. El segundo capítulo recoge el Estudio de Recepción del Telecentro TunasVisión; y en el tercero se propone una Guía Metodológica para dinamizar la labor del sistema de producción del Canal Territorial TunasVisión en función de satisfacer las exigencias del público tunero.







CAPÍTULO I. FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS PARA UN ESTUDIO DE RECEPCIÓN DEL TELECENTRO TUNASVISIÓN

Es intención del autor en este capítulo proponer un ensayo donde se valoran, desde el punto de vista crítico, los elementos teóricos tratados por diferentes autores respecto a los términos que sustentan la investigación y adoptar una posición científica donde puedan integrarse las categorías asumidas durante el proceso de exploración. Para ello son analizadas las ideas y concepciones sobre los estudios de Recepción, la Televisión y su relación con aquella; y para finalizar se determinan los aspectos relacionados con las Guías Metodológicas y su estructuración.

1.1- Los estudios de recepción: acercamientos y evolución.

Comprender cómo funciona la recepción del Telecentro TunasVisión en Las Tunas y realizar propuestas de cambio, significa adentrarse primeramente en los estudios de recepción, partiendo de que estos constituyen una herramienta básica y fundamental, para conocer en la práctica, no sólo cómo se comporta la emisión de los mensajes que el medio en cuestión emite, y el nivel de satisfacción que el público manifiesta; sino, además cómo contribuye a la transformación social de la realidad de su entorno, a partir de los elementos que aporta, que en su generalidad tienen incidencia en todas las esferas de la vida material y espiritual del hombre.

Un primer acercamiento a los estudios de recepción conlleva al análisis del vocablo receptor que visto como “el objeto” hace referencia a cualquier elemento que recibe algo, pero si se aprecia como “el sujeto” entonces refiere al usuario o el consumidor. Es por ello que estos estudios indagan en las acciones del público frente a los mensajes que transmiten los medios, intentan reconocerlas y explicar sus comportamientos.

La recepción es el proceso de interacción que se establece entre el sujeto y el contenido del mensaje que se le transmite por cualquier medio, esta interacción es permeada por las características individuales y socioculturales que determinan su manera de pensar y de ver televisión, nos estamos refiriendo a las formas de uso y su intencionalidad al ponerse en contacto con la televisión, así como la capacidad del televidente para elegir qué ver y cuándo y los mecanismos para interactuar con distintos medios con propósitos educativos. (Ávila; 2000: 4-5)

Según investigador latinoamericano Guillermo Orozco Gómez:

“la investigación de la recepción es entendida como un esfuerzo multidisciplinario por comprender de la manera más integral posible las múltiples interacciones y sus resultados, que se realizan entre segmentos de audiencias o receptores de mensajes, siempre situados y referentes comunicacionales (formatos y contenidos significantes);  y no solamente ha tenido un parto largo y difícil, sino que a lo largo de su existencia ha sufrido diversos devaneos tanto conceptuales como metodológicos y epistemológicos”. (Orozco; 2008: 24)

La recepción es interacción mediada de múltiples maneras y no está circunscrita al momento de estar viendo la pantalla, donde el receptor es un sujeto activo del proceso comunicativo.

Todo ello presupone que los estudios de recepción no se realizan con un perfil estrecho, sino todo lo contrario, son mucho más abarcadores, porque en ellos hay que integrar todo lo que pueda ser de interés para el público de que se trate, y tiene que estar enmarcado en todo el acontecer social, económico, político, cultural, o sea, que abarque todas las facetas de su vida material y espiritual como un todo único. De modo tal que sus resultados respondan a sus preferencias, gustos, hábitos y tradiciones.

Desde el punto de vista de la forma como se lleva a cabo la investigación, los estudios de recepción también se caracterizan por la confluencia entre las dos grandes tradiciones, ya que utilizan tanto las metodologías cualitativas como las cuantitativas. El británico David Morley, entre otros, lo comenta explícitamente y de forma muy gráfica: “Creo que un solo método no puede reclamar el monopolio de la virtud y, además, que la sola elección del método no puede garantizar o echar a perder un determinado estudio. Personalmente, leería con mayor entusiasmo una buena encuesta que un mal trabajo etnográfico (y a la inversa)”. (Morley; 1996: 31)

Para un estudio epistemológico con bases científicas definidas con las cuales se es consecuente en la selección de la metodología a emplear, ya sea la cualitativa o la cuantitativa, que al decir del autor británico referido anteriormente, “la acción de un solo método no puede refrendar ni para bien ni para mal determinado estudio”. (Morley; 1996: 31)

De ahí que partiendo de las informaciones y datos existente de los estudios de recepción relacionados con nuestra provincia y los aportes que en esta dirección realiza esta investigación, predomine la cualitativa porque ha permitido realizar análisis, valoraciones críticas, comparaciones, definir y segmentar públicos según sus características demográficas, en esa misma medida realizar recomendaciones para que la parrilla de programación del Telecentro se acerque más a los gustos, preferencias e intereses de sus televidentes.

El vertiginoso desarrollo de los medios masivos (Prensa Escrita, Radio y Televisión y recientemente la Internet y sus páginas Web)  en las últimas décadas del pasado siglo XX y la creciente adopción de nuevas tecnologías, sin lugar a dudas, marcan la oferta y el consumo de los medios en nuestra sociedad.

Privilegiar el estudio de la recepción tiene sentido siempre que se examinen los nexos con otros fenómenos culturales y sociales más amplios. En otras palabras, “lo que importa no es la certeza del conocimiento acerca de los públicos, sino un compromiso crítico e intelectual con las diversas formas en que nos constituimos a través del consumo de medios”. (Barbero; 1991: 40)

1.1.1- Evolución histórica de los estudios de recepción

Las investigaciones de casi todas las ciencias y la propia cotidianidad han demostrado que la comunicación es la base de cualquier sociedad; por ello no resulta inaceptable ni asombroso que los medios de comunicación fueron considerados desde su surgimiento como elementos creadores, renovadores y/o de consolidación de las identidades culturales. Esta perspectiva, defendida por investigadores como Rodríguez (2005), ha alimentado la exploración empírica y ha sustentado las hipótesis sobre la relación entre procesos de recepción e identidad cultural.

De igual manera acierta Manuel Martín Serrano (2009) al considerar que los medios masivos elaboran productos para la comunicación, como mismo las instituciones sociales transmiten acontecimientos sociopolíticos y son empresas relacionadas con los sucesos, interesadas en los hechos sociales; y que su producto es una versión pública de lo sucedido, por lo que cumplen una función insustituible.

En coincidencia con el sociólogo alemán Niklas Luhmann, los mass media pueden ser considerados como “todas aquellas disposiciones de la sociedad que se sirven, para propagar la comunicación, de medios técnicos de reproducción masiva”. (Luhmann; 2009: 4)

El investigador mexicano Javier Torres Nafarrate (2000) enriquece esta definición al afirmar que los medios de comunicación constituyen una forma diferenciada de comunicación universal, con código propio: lo informable / lo no informable.

Lo cierto es que las sociedades actuales viven en un constante flujo informativo y esta en su mayoría proviene de los medios de comunicación, contribuyendo a que buena parte de la percepción que se tiene de la realidad sea aquella que construyen con cada cobertura, condicionando así las opiniones de los receptores.

Esta realidad ha sido identificada por autores como Fiske (2010), quien considera a los medios de comunicación como una organización que explica al público lo que acontece para reforzar o alterar sus criterios, convirtiéndose en estímulo provocador de opiniones y modificador de imágenes acerca de la realidad circundante.

Esto convierte a los medios masivos en mediadores entre los  actores sociales ya que su primera tarea al expresar lo ocurrido y seleccionar las noticias recibidas de las fuentes, es descifrar y comprender mediante el lenguaje, la realidad de los acontecimientos y convertirse en facilitadores del periodismo.

Su selección, evaluación e interpretación estarán basadas en el criterio que responda a lo importante para mantener el equilibrio entre los partidos políticos, los sectores de sus públicos y los líderes.

La notoriedad alcanzada en la actualidad por la prensa, y entiéndase tanto la escrita, el periodismo digital, la radial como la televisiva; ha contribuido a que sea “…vista como el principal sostén de la democracia  y  como  un  cuarto  poder  independiente  de  los  tres  poderes estatales ya existentes (legislativo, ejecutivo y judicial). (Orozco; 2005: 71).

Los  primeros  estudios  de  la  comunicación  masiva   surgidos  a principios del siglo XX en los Estados Unidos intentaron comprender a las masas, pero se centraron fundamentalmente en los efectos.

La mass communication research nace en un contexto de desarrollo industrial y grandes concentraciones humanas. Las características de las “multitudes” en la denominada “sociedad de masas” generaron sus primeras reflexiones.

Esta línea de estudios encontró su desarrollo más significativo en la escuela americana o administrativa -como la denomina Mauro Wolf (2005)-, cuyas teorías  se deslizaron, a través del tiempo, entre dos polos: uno que consideraba al receptor pasivo y a los medios todopoderosos y capaces de manipular a las masas y el otro que destacaba al receptor como sujeto activo y, al mismo tiempo, disminuía el poder atribuido a los medios.

En el primer polo se pueden ubicar a una serie de reflexiones acerca del poder de la propaganda que se enmarcaron dentro de lo que, a posteriori, se denominaría "Teoría de la Bala Mágica" o "Aguja Hipodérmica".

En el segundo se visualizaba a una audiencia compuesta por sujetos activos que usaban a los medios para satisfacer sus necesidades. Este enfoque de los "Usos y gratificaciones", sin dejar de centrarse en el receptor, cambió la pregunta que orientaba los estudios: de cuestionarse sobre lo que los medios hacían con la gente, se pasó a considerar lo que la gente hacía con los medios.

Entre estos dos polos bien diferenciados se desarrollaron una serie de investigaciones que, tomando en consideración ya sea las diferencias individuales de los sujetos, su personalidad, sus distintas motivaciones o los condicionamientos producto de su posición en la estructura social, observaron la relación medio/ público, otorgándole a este último mayor o menor resistencia ante los mensajes persuasivos.

La teoría de la “Aguja Hipodérmica” o Teoría Hipodérmica nació con base en la necesidad de estudiar los efectos de la propaganda durante los años 20 y los años 30 de la pasada centuria. Es una teoría post hoc ya que se define después de ver los efectos que tuvo la propaganda en el conflicto de la Primera Guerra Mundial y el efecto de “manipulación” que producen los medios en una sociedad de masas.

El trabajo de Harold Dwight Lasswell, como investigador y publicista se proyectó con fuerza hacia el análisis de la propaganda, en un período marcado por las tensiones mundiales de entre guerras y la preocupación por los efectos de las mediaciones periodísticas en la formación de la opinión pública.

Lasswell plantea el llamado Modelo Telégrafo, que supondría en muchos aspectos una evolución de la Teoría Hipodérmica, en el que presenta una descripción de la situación de comunicación según "quién dice qué a quién por qué canal y con qué efecto" (emisor-mensaje-receptor-canal-efecto).

Aunque este modelo supone un perfeccionamiento de la Teoría Hipodérmica, los principios fundamentales de esta (asimetría de roles entre emisor, que es activo,  y receptor, que es pasivo; tendencia a la unidireccionalidad o univocidad; mensaje entendido como una serie de contenidos prediseñados y preconcebidos) siguen en pie hasta nuestros días y se aplican en muchas investigaciones.

En la década de 1940 se presentó la Teoría Matemática de la Comunicación de Claude E. Shannon y Warren Weaver, que supuso el asentamiento de la Teoría Funcionalista que menciona por primera vez un factor disfuncional: La fuente de ruido, es decir, el mensaje convertido en señal, puede ser no recibido e interpretado incorrectamente por la presencia de ruido (aquí se refieren a ruido físico, interferencias telefónicas, una mancha en un escrito).

Se da lugar a una diferencia sustancial entre la señal o mensaje transmitido y el mensaje recibido. Esta diferencia en el significado del mensaje produce un fallo en la comunicación: o se interrumpe el proceso o se interfiere. Hay un énfasis en la codificación del mensaje que resulta a la postre distintivo en investigaciones posteriores y estudios de recepción en sí.

No es hasta los años 40 y 50 que los estudiosos norteamericanos realizan las primeras aplicaciones del funcionalismo como teoría sociológica al campo de la comunicación. Los estudios empezaron a enfocarse hacia el análisis funcional de los mass media. Para entender esto, se debe partir de los presupuestos de Lasswell, pues este autor le sirve de punto de partida a Charles Wright, quien posteriormente mejora su clasificación y enumera cuatro áreas de actividades.

Lasswell, en 1948, asigna a los procesos comunicacionales tres funciones básicas, aplicables a cualquier tipo de estructura social: “La supervisión o vigilancia del entorno, la correlación de las distintas partes de la sociedad  en su respuesta al entorno y la transmisión de la herencia social de una generación a la siguiente”. (Lasswell; 2007:39)

De acuerdo a la orientación de la presente investigación, se atienden fundamentalmente las dos primeras funciones. La vigilancia del entorno porque permite revelar amenazas y oportunidades que afecten a la posición de valor de la comunidad y las partes que la componen y la correlación de los acontecimientos, cuya función fundamental es evitar los efectos indeseables que puede traer consigo la vigilancia del entorno.

El estudio crítico de los medios de comunicación ha abordado desde la década de los 70 del pasado siglo los diversos elementos  que  integran  el  proceso de  comunicación: emisor, mensaje y receptor. En este último, el mayor logro en su estudio ha sido el desentrañar la transmisión ideológica y valorativa que presentan los mensajes del medio en los individuos que los reciben.

“La investigación crítica de audiencias y el análisis de la recepción constituyen el más  reciente desarrollo teórico de los estudios de audiencia y representan, como se ha apuntado, una continuidad conceptual en relación con los estudios culturales: ‘estos enfoques integran una gran variedad de fuentes teórico-metodológicas (desde el Interaccionismo Simbólico hasta el Psicoanálisis, desde la Estética de la Recepción hasta la Hipótesis de Usos y Gratificaciones’ (Wolf; 2005), y se distinguen por su carácter interdisciplinario y diversidad interior. Dentro de esta perspectiva pueden incluirse el Análisis de la Recepción [Jensen; 1993:], la Investigación Crítica [Murdock; 1990], la Etnografía Crítica [Ang; 1993, Morley; 1996, Lull; 1992 y 1997] y los Enfoques Latinoamericanos”. (Alonso; 1999: 67)

Según Grossberg el consumo de medios puede ser visto como un terreno complejo, contradictorio, en un contexto multidimensional dentro del cual las personas viven una cotidianidad. “Todo el mundo está constantemente expuesto a una variedad de medios y participan en una variedad de eventos y actividades en relación a ellos”. (Grossberg; 2008:3)

En los años 50 y 60 de la pasada centuria eran comunes los estudios de recepción basados en la identificación y la catarsis (derivados de la teoría psicoanalítica), conceptos que fueron abandonados más adelante debido a su dificultad para producir resultados cuantificables. (Orozco; 1997: 28)

En consonancia con Nightingale (2006) se puede aseverar que durante la época de los años 70 del pasado siglo, teorías como la de los Efectos y Usos y Gratificaciones hicieron comprender a la audiencia mediante indicadores de consumo y de efectos directos, lo cual se hizo impracticable en la medida en que las cuestiones de interpretación sustituyeron a las mediciones cuantitativas.

El enfoque de usos y gratificaciones aporta una perspectiva más amplia para la exploración de la conducta individual frente a los medios, al unirla a una búsqueda continua de las formas en que los seres humanos crean y gratifican las necesidades aún vigentes en los estudios actuales. “El enfoque postula que las gratificaciones pueden ser derivadas no solo del contenido de los medios, sino del propio acto de la exposición ante un medio dado, así como el contexto social en que ese medio es consumido”. (Nightingale; 2006:11)

A través de la revisión teórica, en específico de los efectos, usos y gratificaciones, codificación/decodificación, incorporación/resistencia, y estudios culturales de recepción, observaremos que en una mayoría durante los pasados treinta años, la investigación de recepción de la audiencia se centró principalmente en enfatizar algunas veces su actividad y otras, el poder del texto.

En un principio, la recepción de las audiencias era considerada como pasiva y predeterminada, es decir, que se daba por sentado que las personas percibían de igual forma los mensajes del medio y, por ello, es que se podía establecer una supuesta “afectación” sobre la audiencia.

En la actualidad, esto se ha dejado atrás y ahora la recepción se considera como  un proceso “múltiple y contradictorio en donde entran en juego una variedad de mediaciones determinadas tanto por las relaciones sociales del sujeto, como por su posición social, cultural e histórica”. (Orozco; 1997: 22)

En los años 70 y principios de los 80 del pasado siglo se luchó por la falta de interés entre los investigadores tradicionistas por los textos y fue cuando pequeños grupos de investigadores de los medios de comunicación (de varios países, principalmente en Gran Bretaña) comenzaron a experimentar con métodos interpretativos y cualitativos de investigación sobre la audiencia, basados en teorías como la de la Psicología Cognitiva.

A fines de la década de 1970, dentro de una revalorización de las subjetividades, y ya saliendo del modelo lineal de la comunicación conformado por emisor/mensaje/receptor, surgen las llamadas teorías de la recepción, que van     dando lugar a la significación, con la emergencia de un receptor – productor de sentido.

Los primeros estudios culturales de audiencia eligieron como obras culturales los programas populares de televisión y esperaban establecer su sentido como discurso desenmascarador de la ideológica en el texto (deconstrucción) y los significados en la audiencia (reconstrucción). “Estas investigaciones cambiaron estratégicamente el interés de los estudios de audiencia, pasando de una atención de la interacción audiencia-medio a la interacción audiencia texto”. (Nightingale; 2006:13)

Como contribución a los estudios de audiencia culturales fue de gran importancia debido al análisis que él denomina estética de la recepción, el cual consistía  en  explicar el significado variable de los objetos e imágenes adoptados por la audiencia al sentirse identificada. Acción que según él ocurría porque el medio le daba una idea coherente de sus experiencias vitales sobre la cultura.

Es hasta principios de los 80, que el trabajo de los británicos desde una tradición académica diferente exploró “la idea de que el significado no está incluido en las obras culturales, sino que surge como la labor discursiva de una comunidad interpretativa”. (Nightingale; 2006:11)

Estos métodos, basados en las ciencias sociales y en la investigación empírica, fueron impulsados por la escuela británica CCCS (Centre  for Contemporary Cultural Studies in Birmingham), la cual desarrolló la producción de estudios de audiencia que rechazaran cuestiones sobre la influencia y el control social,  aspecto que había caracterizado la práctica habitual en estos estudios y que explícitamente ignoraba o generalizaba la naturaleza del texto.

Este es el punto de partida para la investigación de recepción, que cuestiona así el cómo son situados y entendidos los textos como parte de la vida cotidiana, en lugar de centrarse en lo que la gente hace con los textos.

A juicio del investigador, el estudio de las audiencias en el mundo se ha caracterizado por un desacuerdo teórico que reclama cada vez más la unificación dentro de una misma disciplina. Para comprender mejor cuál ha sido esta  variedad teórica en el campo del estudio de  las audiencias y de los públicos, se han considerado posturas que nos describen las diferentes perspectivas y problemáticas por las que se ha caminado.

En América Latina y en Cuba, las vertientes teóricas que nutren las investigaciones de la recepción son: El Modelo de los Efectos, Corriente de Usos y Gratificaciones, Crítica Literaria y Estética de la Recepción, Estudios Culturales Ingleses y Psicoanálisis.

Se desarrollaron diferentes investigaciones sobre la recepción. Desde las llamadas teorías  de la recepción se trabajó con la naturalización de los públicos, “donde un dato objetivo –el individuo o los grupos expuestos a los medios- se adopta como categoría de análisis. Esto unilateraliza y autonomiza las  relaciones  entre medios y sujetos, obturando la reflexión acerca del conjunto de transformaciones y condiciones que cooperan en el surgimiento de determinados públicos. A partir de esta naturalización, las preguntas del sujeto en tanto consumidor se construyen en torno a su hacer: hábitos, gustos, y opiniones. Su ser resulta incuestionable”. (Saintout; 2008: 45)

Considerado como uno de los teóricos de la comunicación más importantes. Jesús Martín Barbero (1996) estudia la recepción más allá de los medios, es decir, desde las tramas de la cultura:

“Estudiar la recepción es estudiar este nuevo mundo de fragmentaciones de los consumos y de los públicos, esa liberación de las diferencias, esa transformación de las sensibilidades que encuentran un campo especial en la reorganización entre lo privado y lo público”. (Barbero; 1996: 14)

La recepción es un lugar para repensar el proceso de la comunicación. Barbero expone que hablar de recepción es hablar de destiempos, de la heterogeneidad de temporalidades entre receptores y emisores, los mensajes y los medios, entre textos y contextos. Esta heterogeneidad se da por la división de clases, generaciones y sexos.

La bibliografía consultada permite asumir que

“el contexto cultural en el cual los miembros de la audiencia están insertos cobra significado solo a partir de los 70. Corresponde, en gran medida, al Centro de Estudios Culturales Contemporáneos de Birminghan -Inglaterra- el haber incorporado esta dimensión cultural a los estudios de recepción. Las   investigaciones   dentro   de esta   línea procuran explicar "las diferencias y las prácticas culturales (...) atendiendo al mapa completo de las relaciones sociales". (Saintout; 2008:45)

Así, dentro de los estudios culturales se desarrollaron dos tendencias diferentes: por un lado, trabajos sobre la producción de los medios en cuanto sistema complejo de prácticas determinantes para la elaboración de la cultura y de la imagen de la realidad social y, por otro, sobre el consumo de la comunicación de masas en cuanto lugar de negociación entre prácticas comunicativas extremadamente diferenciadas.

La cultura es producción, la recepción es consumo y la interacción es transacción. “Estudiar la cultura como producción supone considerar no solo el acto de producir, sino todos los pasos de un proceso productivo: la producción, la circulación y el consumo. Es otra manera de decir que el análisis de una cultura no puede centrarse en los objetos o bienes culturales, debe ocuparse del proceso de producción y circulación social de   los objetos y de   los significados que  los diferentes receptores le atribuyen”. (García; 2008: 78)

Esta concepción de García Canclini acerca de los estudios de recepción es una mirada desde la cultura, pero en el sentido amplio y más general que solo encierra la palabra porque en ella va implícito, estudiar los procesos de producción,  de  circulación  y consumo  del  producto  social  y  el  valor  que los  receptores consideran de él según el nivel de satisfacción que pueda tener.

Como puede apreciarse, la mayor parte de los enfoques sobre el proceso de recepción se derivan de  estudios  realizados  en  contextos  culturales, económicos  y políticos diferentes al  de nuestro país. En Cuba, las condiciones son otras, por lo cual se debe tomar  de  aquellas  ideas  las  que  puedan integrarse  desde  los  modelos  o  enfoques teórico-metodológicos  con  las peculiaridades  de  nuestro   contexto   socioeconómico, político, cultural y mediático.

1.1.2- Los estudios de recepción en Cuba.

En los últimos tiempos el proceso de recepción en Cuba es visto desde el enriquecimiento que significa asumir los estudios latinoamericanos, aunque todavía no se cuenta con teorías propias que refieran las especificidades del fenómeno de la recepción y consumo del público cubano. Las investigaciones cubanas comienzan ya a asumirse desde la proyección cualitativa, incluso haciendo énfasis en las  especificidades nacionales en cuanto a la relación Estado- Medios de Comunicación y públicos en general.

Sin embargo, se debe reforzar además el considerar, en los estudios comunicológicos nacionales, los aportes latinoamericanos en cuanto a la heterogeneidad de la audiencia, debido a que por nuestras características socio-políticas, hemos desatendido las mediaciones que condicionan todo proceso de recepción de los mensajes.

En este sentido, convendría reasumir a la familia y a la comunidad como parte del complejo entramado que condiciona el proceso y, mejor aún, asumirlas como receptores en sí mismos, ello si se conoce que los conceptos con que las personas piensan y construyen sus elaboraciones mentales particulares los proporciona la sociedad, o lo que es lo mismo, “la sociedad proporciona una representación colectiva, una matriz a partir de la cual las personas producen sus representaciones individuales” (Herrera; 2001: 22); pero que en la comunidad se encuentran tanto los recursos de grupo como los individuales.

Estudiar la recepción desde las prácticas cotidianas y tomando en consideración la diversidad de la audiencia en su propia unidad, contribuye a readecuar las políticas comunicacionales de los medios cubanos. 

La conciliación de los intereses estatales y los grupales no está reñida con la acepción de comunicación asumida como válida y que se aviene a las características de la sociedad cubana, construida como “comunidad democrática”. Convendría, no obstante, convertir a los Medios cubanos en verdaderas fuentes de comunicación masiva y no sólo en difusores unidireccionales de información. La información sería el instrumento a través del que se estructuraría el proceso con la participación plena de todos sus actores.

Este planteamiento remite a la necesidad de que en el proceso comunicativo, visto desde la fórmula del EMIREC, se logre la integración de las estructuras semiótica, sintáctica, semántica y pragmática a las que Manuel Martín Serrano hiciera alusión.

En la práctica social podría operarse una redención de los medios, al colocarlos como elemento mediador en el proceso de extensión de comunicarse a la macrosociedad.

Es significativo señalar que en la bibliografía consultada se generalizan la investigación crítica de audiencias, el análisis de la recepción y la necesidad de    integrar diferentes fuentes teórico - metodológicas, que consideran al público  como agente de producción del sentido. 

La actividad interpretativa de los receptores es analizada con referencia al sistema  sociocultural circundante, el cual se concibe como una configuración histórica de prácticas sociales, de contextos de uso y de comunidades de interpretación.

Es de vital importancia el empleo de la etnografía crítica en los análisis de recepción y de la investigación crítica, ya que la misma permite arribar a un conocimiento mucho más profundo e histórico, que describa los detalles de los acontecimientos de la vida de los miembros de la comunidad, la conducta de los mismos, así como las expresiones y significados de la cultura y en la que la actividad de la audiencia se vincule ante todo, hacia las estructuras y procesos político-sociales.

Este enfoque analiza la variedad de apropiaciones que los diversos grupos sociales hacen de los consumos culturales que perciben de los medios y muy especialmente de un Telecentro provincial.

Según el autor de la investigación el proceso de recepción es la interacción que se establece entre el sujeto y el contenido del mensaje que se le transmite por cualquier medio, la cual es permeada por las características individuales y socioculturales que determinan su manera de pensar y de ver televisión.

1.2- Nivel de impacto de la televisión en sus públicos.

Las actividades que se desempeñan en la cotidianidad social necesitan de un reconocimiento por parte de todas las personas para mantenerse al corriente de lo que suceda a su alrededor, existen entidades encargadas de desarrollar estas funciones, entre estas se encuentra la televisión. 

La televisión transcurrió por un proceso de desarrollo hasta convertirse en el medio de difusión masiva más empleado en el mundo. Las primeras transmisiones experimentales fueron en “Estados Unidos en julio de 1928 cuando desde la estación experimental W3XK de Washington, Jenkins comenzó a transmitir imágenes exploradas de películas, porque en sí, la Televisión es un sistema de comunicación consistente en la transmisión a distancia de imagen y sonido mediante ondas radio-eléctricas a través del espacio.” (Pronovost; 1995: 47-71)

Aunque los inicios de la televisión fueron en 1928, a  partir de los años 50 la televisión se convirtió en un gran medio de difusión masiva atrayendo la atención de toda la población, aspecto que le posibilitó posicionarse como el medio más utilizado y cotizado.  El nacimiento de la televisión está considerado como uno de los grandes hitos del siglo XX. Este medio de difusión masiva desde su comienzo va a actuar como agente de cambio en la sociedad, indica patrones de hábitos y conductas.

“Las primeras emisiones públicas de televisión las efectuó la BBC en Inglaterra en 1927 y la CBS y NBC en Estados Unidos en 1930. En ambos casos se utilizaron sistemas mecánicos y los programas no se emitían con un horario regular. Las emisiones con programación se iniciaron en Inglaterra en 1936, y en Estados Unidos el día 30 de abril de 1939, coincidiendo con la inauguración de la Exposición Universal de Nueva York. Las emisiones programadas se interrumpieron durante la II Guerra Mundial, reanudándose cuando terminó”. (Pérez; 2009: 89)

Los avances en la investigación de tres ámbitos científicos diferentes hicieron posible convertir la televisión en una realidad independiente: el primero, la fotoelectricidad, o capacidad de algunos cuerpos para transformar la energía luminosa; el segundo, los procesos de análisis capaces de descomponer una fotografía en líneas y puntos claro y oscuros, y restituirla después a su forma original; el tercero, los adelantos en la manipulación de los haces de electrones, que harían posible repetir este proceso de descomposición y restitución de imágenes a veinticinco veces por segundo.

La creación de la televisión respondió primeramente a ser un servicio público que permitiera solo la comprobación de documentos, el envío de planos o imágenes necesarias para trabajos técnicos o para la simplificación de trámites burocráticos. Después de analizar el impacto que ejerció en el público, se pensó de otra manera atendiendo a las funciones que podría desarrollar desde lo comercial, político y económico.

En muchos países de América Latina la televisión se introdujo por las potencias que lo colonizaban, en el caso de Cuba fue por Estados Unidos, cuyas transmisiones estaban caracterizadas por ser comerciales y políticas, en cuento a las campañas que se efectuaban.

“Un análisis histórico retrospectivo revela que el primer control remoto televisivo realizado en Cuba se produjo en diciembre de 1946, durante la demostración televisiva organizada por María de los Ángeles Santana y Julio Vega, donde la señal televisiva en circuito cerrado, enlazo dos sitios ubicados en diferentes municipios de la capital habanera.” (Pérez; 2009: 90-94)

Al inaugurarse la Televisión en la Isla, al igual que sucedía con la Radio, su contenido era netamente comercial pues su principal función era la propaganda de las grandes firmas jaboneras, cigarreras y financieras.

A fines de la década de 1950 la televisión comercial cubría una cuarta parte del territorio nacional, incluida las seis capitales provinciales de entonces y se calculaba que había 150 mil televisores en blanco y negro. Una cadena de microondas en la banda de 6 GHz, capaz de transmitir simultáneamente dos canales de video de la ciudad de La Habana a la de Camagüey, así como información de audio en ambos sentidos, se terminaba de instalar hacia 1957. Ella permitía llevar satisfactoriamente dos programas de televisión hasta unos 500km de distancia de la capital.

En septiembre de 1957 se inaugura un sistema de radiocomunicación de banda ancha entre Cuba y Estados Unidos, que incluía un enlace por dispersión troposférica de alrededor de 300 km sobre el mar. El sistema se había proyectado de manera que pudiera transmitir un programa de televisión en uno u otro sentido y hasta 100 conversaciones telefónicas simultáneamente. Fue el primero de su tipo en que se ensaya con éxito la transmisión directa de la señal de televisión por frecuencias ultra elevadas.

Los capitalistas cubanos mediante inversiones propias y con ayuda y financiamiento norteamericanos participaron en la adquisición de plantas de televisión lo que convirtió a la nación en el de mayor número de emisoras de televisión por millar de habitantes en toda América Latina. Se trataba de un servicio privado con intereses comerciales de modo que en 1959 la televisión transmitía de 5 y media a 6 horas por los canales 4 y 2 con un 10.25% de información, un 6.72% de educativa y otras misceláneas como charlas religiosas, cocina, programas de belleza.

Desde el primero de enero de 1959 hasta 1962, la Radio y la Televisión recorren un corto espacio de tránsito caracterizado por el paso de los medios de propiedad privada a la propiedad estatal, condicionado por todas las transformaciones sociales que propició el triunfo de la Revolución.

A partir de 1959 en la televisión se reubicaron transmisores en distintas localidades de interior, se fundieron emisoras para dejar dos canales que cubrieran la mayor área nacional posible, y se generalizaron las transmisiones de control remoto. Se desarrollan laboratorios de cinematografía y se dan los pasos hacia la televisión a color. En 1968 se fundó Tele Rebelde en Santiago de Cuba, instalándose transmisores en lugares apartados como Baracoa, Nicaro y Moa.

El 24 de mayo de 1962 se crea el ICR, organismo que tiene como objetivo controlar, orientar y difundir en Cuba todas las emisiones de radio y televisión. Con la creación del ICR culminó una etapa de ajustes y ambos medios se orientan hacia el uso centralizado y razonable de estos en función del desarrollo social. Se introdujeron nuevos equipos, se redistribuyeron los transmisores, se aumentó la potencia y el grado de servicio.

En el Informe Central presentado en el I Congreso del Partido Comunista de Cuba, en 1975, el presidente cubano Fidel Castro Ruz planteó:

“En 1959 el monopolio de la radio y la televisión, con el respaldo de firmas norteamericanas y capitales nacionales, mostraban un sólido andamiaje. Se había iniciado la venta de libretos y cintas grabadas de programas a más de diez países de América Latina, y con esto la radio capitalista de Cuba era una fuente de deformación y penetración ideológica no solo para Cuba, sino que se extendía a otros pueblos.

Siete canales de televisión, seis de ellos en La Habana, de los cuales dos tenían teóricamente alcance nacional, cinco cadenas nacionales de radio, quince emisoras provinciales y noventa locales, constituían el régimen anárquico que bajo la libre prensa envolvían los medios de comunicación masiva.” (Castro; 1975: s/p)

Con la nueva estructura Político – Administrativa en 1976 y a propuesta de los acuerdos del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, el ICR pasó a ICRT con novedosas formas de trabajo. En la actualidad la Televisión cubana cuenta con cinco canales nacionales y Cubavisión Internacional con una programación 100 por ciento a color.

Entre 1976-1980 los nuevos equipos y estudios instalados hacen posible que la televisión –ahora estatal y no comercial- llegue a cubrir prácticamente todo el territorio nacional, por este tiempo también se fusionan los dos canales existentes y sale Tele Rebelde para toda Cuba, así se aprovechaba mejor el equipamiento y el recurso humano.

El carácter general de la radio y la televisión en Cuba está diseñado bajo el rubro de la educación permanente. Los programas tienden a la superación multifacética del hombre, por ello tienen una marcada tendencia a la cultura, la recreación, y en estos últimos años, centrados en la educación con las variadas y estudiadas propuestas de Universidad para Todos, y dos Canales Educativos en aras de lograr la mayor cultura general integral de la población cubana que hoy cuenta con los mayores índices en América Latina de superación cultural.

El panorama actual de la televisión cubana es el siguiente: desde La Habana emiten sus señales, siete canales: Cubavisión, Tele Rebelde y  Multivisión, todos de cobertura nacional y con contenido generalista, pero más centrado en el deporte el segundo; Canales Educativos 1 y 2, que como sus nombres lo indican, difunden programación educativa, transmiten en UHF y tienen una cobertura que llega a casi todo el territorio nacional; Cubavisión Internacional, que transmite la programación vía satélite al mundo; y por último el Canal Habana de contenido generalista y cobertura capitalina, previendo extenderse a su vecina provincia Habana.

De cobertura provincial y municipal:

Catorce Telecentros provinciales, incluido el del Municipio Especial Isla de la Juventud. Desde las capitales de provincia difunden a través de sus señales, la producción propia con contenidos locales y nacionales.

Telecentros Municipales: Estas estructuras productivas/difusivas surgidas en el año 2005, ya hoy suman treinta sedes que orientan su gestión al entorno comunitario. A ello habría que sumar las 71 corresponsalías que también incorporan las nuevas tecnologías de la Comunicación.

La Televisión constituye uno de los medios de difusión masiva más utilizados en la actualidad, es un importante elemento en el proceso de socialización de las personas. Considerado desde sus funciones sociales, toma parte en los procesos de comunicación social porque la información que trasmite busca causar efectos en la teleaudiencia.

La Televisión es uno los principales medios que presenta múltiples facetas de interés general para los individuos porque refleja todo el acontecer de una nación y del mundo. En Cuba, pese a la inserción actual en nuestra sociedad de múltiples expresiones audiovisuales generadas por las nuevas tecnologías, para millones de cubanos, ver Televisión es una preferencia y necesidad condicionada por diversos factores materiales y objetivos que demuestran al uso de este medio como una de las prácticas culturales de mayor relevancia.

En tal sentido el Instituto Cubano de Radio y Televisión ha trazado una política que rige el funcionamiento de estos medios en Cuba y que es expuesta a continuación.

1.2.1- Política del Instituto Cubano de Radio y Televisión

“Según la política del ICRT se establece que la televisión debe Influir activamente en la formación de valores; ser un instrumento de orientación revolucionaria y político- ideológico a todos los niveles; buscar su diseño de imagen institucional: idiosincrasia y rasgos característicos de la tradición histórica- cultural; transmitir una programación que se acople a los intereses, gustos, hábitos, nivel cultural y estilo de vida de la población territorial; articular estrategias y necesidades de su programación en correspondencia con su objetivo social y la política de programación vigente, transmitir programas informativos, recreativos, culturales, educativos y variados enviados por la televisión cubana y los telecentros.” (En Herrera; 2008: 40)

Esta política se desarrolla con el fin de crear un medio que permita incrementar la cultura de los televidentes, les ofrece las herramientas para su desempeño en la sociedad, incide en los hábitos, conductas y actitudes por la que se rigen los ciudadanos para intercambiar con los demás individuos. Debido a que es un medio funcional, contribuye a través de su programación a la formación de una sociedad mejor.

1.2.2- Surgimiento y desarrollo de los Telecentros o televisión territorial

Con la inauguración en Santiago de Cuba, del canal Tele Rebelde, en Julio de 1968, se inició en Cuba la televisión territorial.

Tele Rebelde comenzó a transmitir programación propia dirigida específicamente para su provincia, pero su señal llegaba hasta Pinar del Río, así que podía ser recepcionada prácticamente en toda la Isla. Luego, como parte del canal oriental, en Diciembre de 1976 se pusieron en marcha los estudios de televisión de la ciudad de Holguín, en la propia provincia.

En 1982 se tomó la decisión de convertir a Tele Rebelde en un canal nacional que transmitiera desde La Habana, y al canal de Santiago de Cuba y Holguín en dos telecentros territoriales que trasmitieran para sus respectivos territorios. A la vez, estos canales provinciales producirían frecuentemente programas para el canal nacional.

Al año siguiente se dio otro paso hacia el perfeccionamiento de la Televisión Cubana: establecer una corresponsalía de televisión en cada una de las catorce provincias y en el municipio especial Isla de la Juventud, de acuerdo con la nueva división político administrativa del país adoptada en 1976. Para garantizar el procesamiento y envío de las informaciones a La Habana se crearon tres centros regionales de información: Villa Clara, en noviembre de 1984; Pinar del Río, en abril de 1985; y Camagüey, en junio del mismo año.

En 1986, según el lógico proceso de desarrollo de la Televisión territorial, los centros de información regionales se convirtieron en telecentros provinciales. Así, en abril de este año Cuba contaba ya con cinco telecentros a los que se unieron tres más en los años siguientes.

A fines de 1986 ya la señal de cada uno de ellos se extendía hacia las provincias más próximas, donde aún no existían instalaciones de Televisión. En este, año todos los telecentros creados hasta entonces recibieron los nombres que poseen en la actualidad.

“Entre los objetivos que animaron la fundación de los telecentros se encontraban los de ofrecer a los televidentes de los diferentes territorios una programación de su interés, que abordara cuestiones de su realidad inmediata, de su entorno provincial, promover los valores históricos, culturales y científicos de cada localidad, así como propiciar la presencia en la televisión nacional de programas elaborados en las provincias.” (Herrera; 2008: 56)

La programación de la Televisión, según el ICRT, está compuesta por un conjunto de espacios que tienen como intención “contribuir de manera efectiva al importante proceso que persigue el desarrollo de la Cultura Integral, con productos capaces por sus atractivos artísticos y de contenido de ser vehículos adecuados para la transmisión de valores, conocimientos y elementos que fortalezcan la Identidad Nacional.” (En Herrera; 2008: 41).

Esto es aplicado a la programación de los telecentros donde predominan los materiales informativos, pero también se producen y difunden programas musicales y, en menor escala, programas para niños y dramatizados para adultos.

En el horario de transmisión se inhabilita Tele Rebelde para la región que cubre cada telecentro, pues estos utilizan los mismos transmisores del canal nacional.

Las corresponsalías provinciales de la Televisión Cubana, que son quienes proporcionan las noticias tanto a los telecentros como a La Habana, están dirigidas por cada telecentro y utilizan los servicios técnicos de este, aunque metodológicamente se rigen por los servicios informativos de la Televisión Cubana.

Inicialmente los telecentros ofrecían un programa único: una revista variada que transmitía noticias, música, reportajes y entrevistas. Hoy incursionan en todos los géneros y en ocasiones se destacan. Por su parte, los canales nacionales han televisado algunos de estos programas sobresalientes.

La mayor parte de la programación de los telecentros se produce en vivo. También se trabaja la técnica del vídeo- tape y todos los programas se hacen en colores.

Luego, con el propósito de incrementar la calidad artística de la programación territorial televisiva, estimular la labor creadora de los realizadores y contribuir a divulgar las mejores producciones, el ICRT auspició la celebración del primer Festival Nacional de Telecentros. El mismo se realizó en la ciudad de Holguín los días 18, 19 y 20 de mayo de 1990.

Nuevas ediciones han sucedido a esta, las que, a la vez, han sido testigo del nacimiento de los seis últimos telecentros provinciales que fueron creados en Cuba.

El 9 de mayo de 1995 abrió CNC Granma. Tres años más tarde le continuó Centro Visión Yayabo, en Sancti Spíritus, y en el ’99 se sumaron TV Yumurí y Tunasvisión el 10 y 30 de diciembre, respectivamente. Por último, al año siguiente, el 5 y 6 de septiembre, en ese orden, se integraron Perlavisión y TV Avileña para completar la gran red de canales provinciales de la Televisión Cubana.

La televisión es un medio de comunicación muy empleado en Cuba para formar valores en la sociedad, fundamentalmente sus funciones se basan en educar a los ciudadanos, para desarrollar esta meta de una forma más efectiva se han creado diferentes telecentros en todas las provincias del país. Los telecentros surgen como parte de un modelo comunicativo donde la participación de la localidad desde el momento mismo de su instalación, constituye uno de los requisitos fundamentales para su reconocimiento entre la audiencia.

Los canales provinciales o territoriales parten de la necesidad de mantener informados a los televidentes de lo que sucede en el territorio y promocionar más las labores educativas que allí se realizan, las cuales forman patrones a seguir.

Se trata y en esto es muy acertado Kaplún (2004), de medios de comunicación popular: medios que promueven una real participación entre la gente que defienden sus intereses, que hablan de sus problemas e inquietudes y con su lenguaje. Medios que pueden ser realizados o utilizados por los grupos y organizaciones populares.

La televisión comunitaria en la Isla se rige por las políticas del ICRT, cada telecentro debe adecuar su producción a los requisitos que existan para la puesta en pantalla de los programas. Las políticas propuestas se ejecutan con el objetivo de realizar una programación orientada a informar sobre los acontecimientos provinciales y municipales, promover la idiosincrasia del territorio donde está enmarcada y entretener a la audiencia.

De acuerdo a las características de la televisión es uno de los medios de mayor influencia en las sociedad, teniendo en cuenta los principios por los que se basa el sistema socialista que tiene como bandera la verdad, todas las informaciones que se enuncian en los medios son muy bien recibidas por la población, he ahí la importancia de realizar un buen trabajo televisivo.

La televisión tiene una gran preferencia en la sociedad cubana actual, tiene un carácter socializador e influencia en las audiencias que la consumen, por lo que conocer sus usos se hace necesario para comprender mejor las dinámicas socioculturales de cada comunidad.

La producción y emisión de productos comunicativos para los límites de una comunidad a partir del empleo de una tecnología apropiada o sostenible, en términos de facilidad de dominio por los actores locales que han de trabajar con ella y de reales posibilidades de reparación y mantenimiento locales, distinguen a las televisoras, reconocidas como «alternativas» dentro del contexto comunicativo actual (Gumucio; 2008: 10).

Las televisoras deben contar con equipos técnicos que respalden la producción de los programas, pero a pesar de ello uno de los factores más importantes es el intercambio con la sociedad, pues de acuerdo a sus inquietudes y sugerencias, a través de la programación se les da respuestas a sus necesidades. La labor desempeñada por los telecentros implementa altos niveles de participación en los receptores, además de dotar a la audiencia de conocimientos útiles para su desarrollo social.

En coincidencia con Berger (en Machado, 2009) se puede afirmar que para ellas, más importante resultan las prácticas comunicativas y la autosuperación comunitaria que ocurren mientras se gesta la programación televisiva que la producción misma.

La televisión comunitaria potencia las capacidades de los diferentes actores de la comunidad para comunicar, solucionar problemáticas locales y contribuye con la superación profesional de trabajadores, colaboradores y de la comunidad en general. Previo a las horas semanales de transmisión, en un horario y canal radioeléctrico propio, diseñan una programación que responde a la demanda local de temáticas informativas, de divulgación de la cultura y el arte ciudadanos, de las tradiciones autóctonas y de la necesidad de transmitir contenidos educativos o de crítica social que contribuyan al desarrollo de la comunidad.

A partir de alianzas con diferentes organismos locales, el canal divulga anuncios de interés público referidos al funcionamiento de instituciones, emplean programas cuyos formatos responden a las posibilidades creativas y condiciones de trabajo de las televisoras y su personal.

Entre los telecentro del país se encuentra TunasVisión que ocupa un lugar preponderante en la provincia, no solo por sus funciones básicas o tradicionales informar, distraer, sino también por su influencia en las actitudes. Se destaca el papel que desempeña al definir el entorno más allá del núcleo familiar o social que nos rodea, más allá de las actividades que debemos realizar diariamente. La sociedad depende de la televisión para estar informados acerca de situaciones, personalidades y asuntos hacia los que se experimentan sentimientos de apoyo o rechazo.

La labor de los profesionales de la información y el funcionamiento de las instituciones comunicativas constituyen un factor determinante en la construcción de la realidad de los individuos a partir de las noticias emitidas. El telecentro TunasVisión es una organización que incide en la audiencia, teniendo en cuenta que  brinda información, conocimiento y entretenimiento a la población tunera a través de sus productos comunicativos.

Los programas que transmite el canal siempre tienen una finalidad educativa, la parrilla está compuesta por veintiún programas con diferentes funciones, de orientación a la familia, informativo, histórico – cultural, campesino, medio ambientalista, de salud, infantil, juvenil, musical, cultural, de crítica y opinión, científico – técnico, deportivo y cinematográfico.

Los medios de comunicación proporcionan modelos de identidad a diferentes niveles: personales, profesionales, culturales. También son unos de los principales constructores de estereotipos sociales y de la identidad cultural. En este proceso generan y utilizan un determinado lenguaje, transmiten proposiciones teóricas y conocimientos estructurados e instauran referentes simbólicos.

La televisión tiene la posibilidad de llevar ante los ojos de un público de espectadores cosas que puedan ver en cualquier sitio, desde cualquier lugar y distancia. Y en la televisión el hecho de poder observar y escuchar los disímiles acontecimientos a la vez es un factor positivo para mostrarle al televidente qué es lo mejor, y a través de qué acciones se enriquece como ser humano, incidiendo directamente en sus valores y a la vez educándolo.

La educación implica favorecer el desarrollo integral de la persona partiendo de sus propias necesidades, apoyando su crecimiento físico y psíquico, permitiendo el ejercicio de todo un potencial de habilidades, sirviendo a una socialización que haga consciente al individuo de su papel en el mundo y de la necesidad de relacionarse con los demás desde la solidaridad, el respeto y la tolerancia. Educar es comunicar el afecto, es también ayudar a construir la sensibilidad, fomentar la creatividad, formar la autoestima y enseñar a mirar el mundo desde la emoción y, al mismo tiempo, dar estímulos para que la propia persona sepa canalizar esas emociones y vivir en sociedad.

Para el autor de esta investigación el nivel de impacto  de la televisión en sus públicos se refiere al modo en que se articulan los vínculos entre el medio televisivo y sus públicos; contexto de su producción y recepción, así como, a las mediaciones que intervienen en esa interacción. Se destacan en tal sentido el sistema macrosocial, el entorno mediático institucional y el propio público.






CAPÍTULO II. EL SISTEMA DE PRODUCCIÓN DEL CANAL TERRITORIAL TUNASVISIÓN Y SUS FUNCIONES INFORMATIVAS, EDUCATIVAS Y RECREATIVAS DENTRO DE LA SOCIEDAD TUNERA. 

2.1 Caracterización del Telecentro TunasVisión

El Telecentro TunasVisión es la institución base del sistema de la Televisión  en la provincia de Las Tunas, tiene su ubicación permanente en calle 42 S/N, Reparto Santo, y se subordina al Instituto Cubano de la Radio y de la Televisión.

Surge oficialmente el 30 de diciembre de 1999. Tiene sus orígenes en el año 1969, cuando el periodista Ángel Luis Beltrán Calunga y el camarógrafo José Lobón Palau  inician las actividades  de información televisiva como parte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana. Más tarde se incorpora a este equipo reporteril, el periodista Naranjo Rosabal, procedente de la Radio, quien a través de Tele Cristal cubría los requerimientos informativos del territorio. También formó parte en el transcurso de formación de la TV en el territorio el periodista Joel Lachatagnerais Popa, Isidro Rodríguez García, como chofer, Ramón Acosta Bernal,  de editor y Valentín Barrueta,  de camarógrafo. 

El Primero de septiembre de 1983 se inaugura un local como sede de la corresponsalía de la que también formó parte el periodista Ubiquel Arévalo. Posteriormente se incorpora como corresponsal nacional y jefa de la corresponsalía la periodista Rafaela Balanza Recasén, auxiliada por la periodista Damaris Zamora Escanel y la asistente Eloísa Mendoza.

Por el esfuerzo de muchos compañeros que durante años desarrollaron el proceso de formación de la Televisión y con la acción del Partido, el Gobierno y otras instituciones, se da inicio a la construcción del actual Telecentro Provincial.

TunasVisión nace del esfuerzo de muchas personas, del apoyo especial del entonces Primer Secretario de Partido, Misael Enamorado, del Presidente del Gobierno Rafael Peña, del Vicepresidente Manuel Fon, y de otros dirigentes de la provincia y del país.

Con recursos del territorio y el empeño de los constructores del MICONS se hizo una realidad la obra. En ese entonces se contaba con una cámara y dos cubículos de edición entregados por el Presidente de la República Raúl Castro Ruz, en aquel entonces Ministro de las FAR.

En 1999 el país entrega cuantiosos recursos para completar el sistema de la Televisión y TunasVisión es dotada de una moderna tecnología digital. Es así que el 30 de diciembre de 1999, a las 4:30 pm la señal del canal de los tuneros irrumpe en los telerreceptores,  y  se convierte en  un sueño hecho realidad. Desde sus inicios ha sido reflejo del quehacer cotidiano del tunero con una programación educativa,  de entretenimiento y orientadora.  Desde entonces su slogan ha sido “Somos la imagen que usted protagoniza”.

Está integrado por un colectivo creativo, que pone todas sus aptitudes y potencialidades en función de la realización individual y colectiva, comprometido en el desarrollo y la perdurabilidad de los rasgos que identifican a los cubanos.

La constitución del Telecentro Provincial TunasVisión tiene sus antecedentes legales en la Resolución Nro. 263 del 1 de diciembre de 1999 del Ministerio de Economía y Planificación, mediante la cual aprueba y autoriza la creación del Telecentro como unidad presupuestada con denominación legal  subordinada al ICRT,  y con el interés de satisfacer las necesidades informativas, educativas, culturales, y de entretenimiento de la población del . Se registra el 20 de enero del 2000 como unidad presupuestada ante el Comité Estatal de Estadística.

ESTRUCTURA

Para el cumplimiento de las misiones que a tenor del objeto social y como entidad del ICRT y sus vínculos con la dirección del Partido tiene TunasVisión cuenta con la siguiente estructura organizacional:

-              Director General.

-              Departamento de Programación e Información.

-              Departamento de Técnica y Realización.

-              Departamento de Administración.

Además lo conforma el canal territorial Canal Azul, de Puerto Padre y las corresponsalías de los municipios de  Amancio y  de Colombia. El Canal Azul está subordinado directamente al Director General y las corresponsalías al Departamento de Programación e Información.

Cada división estructural del Telecentro cuenta con una plantilla aprobada mediante el documento oficial P2, el cual en ningún momento podrá ser modificado sin la aprobación del Comité Central.

Posee un total de 127 trabajadores,  de ellos 60 son mujeres  y  67 hombres. Técnicos  suman 32 y profesionales 49.

Nivel Escolar: universitario en el departamento de Programación e Información y Pre-universitario en los departamentos Económico y Administrativo.

Las políticas por las cuales se rige esta institución son las planteadas por el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).

Su parrilla de programación está conformada por 21 espacios que reflejan la vida económica, política y social de los ocho municipios tuneros. Es el Telecentro del país con la mayor cantidad de programas; de ellos, cinco son de carácter informativo (representa el 56 por ciento de la transmisión general),  con una frecuencia semanal y uno de ellos con transmisión quincenal.

El Telecentro elabora un plan de grabación y un plan de transportación semanal con el objetivo de optimizar el trabajo de la técnica y el transporte, puntos débiles en la actualidad. Su cronograma de trabajo está compuesto por: grabaciones en exteriores y en estudio, edición no lineal en el AVID y pases a distintos espacios nacionales.

El día se divide en dos jornadas para el trabajo en edición: de 7:00 de la mañana a 4:30 de la tarde, y de 4:30 de la tarde en  lo adelante.

Se trabajan las líneas temáticas que orienta la dirección del Partido y el ICRT, y otros temas de interés.

En la elaboración del plan de trabajo semanal participan todos los trabajadores del Departamento de Programación e Información para aportar temas de interés social.

Se promueven  y divulgan  las campañas, jornadas y aniversarios, a través de una programación diseñada semanalmente a tales efectos.

Comparativamente, la programación del Telecentro fue considerada una de las más integrales y de mejor calidad por parte de la Dirección Nacional de Telecentros. En su realización intervienen cuatro asesores, doce locutores (habilitados en la parrilla) y ocho directores de programa. Frecuentemente se solicita la asistencia de especialistas de otros medios.

Objeto social

-              Producir programas, menciones, materiales noticiosos y transmisiones de cualquier naturaleza para ser transmitidos por los canales nacionales, por iniciativa propia y mediante la contratación de otros organismos y personas jurídicas.

-              Efectuar producciones, servicios o informaciones para uso de otros organismos y entidades.

-              Concertar, previa aprobación del ICRT los instrumentos de colaboración con entidades extranjeras y ejecutar las actividades que le fueran asignadas en los instrumentos internacionales, bilaterales en los cuales el ICRT forma parte.

-              Atender y controlar desde el punto de vista administrativo y técnico las corresponsalías del noticiero nacional de televisión que les están subordinadas.

-              Realizar y comercializar producciones y coproducciones en sus soportes técnicos en moneda nacional a las personas naturales y jurídicas y en moneda libremente convertible a las personas naturales y jurídicas extranjeras.

-              Ofrecer los servicios que requieren las producciones audiovisuales en moneda nacional.

-              Brindar servicios de asesoría técnica en materia audiovisual a personas jurídicas cubanas, en moneda nacional y a personas naturales y jurídicas extranjeras en moneda libremente convertible.

-              Obtener derechos editoriales de las producciones musicales y de las obras audiovisuales que se realizan y comercialicen en moneda nacional, y de personas naturales y jurídicas extranjeras en moneda libremente convertible.

-              Comercializar de forma mayorista y minorista spots publicitarios en moneda nacional y en caso de personas naturales y jurídicas extranjeras el cobro se efectuará en moneda libremente convertible.

-              Brindar servicios de cafetería y comedor a sus trabajadores en moneda nacional.

El objeto social del telecentro TunasVisión aparece recogido en la Resolución Nro. 439 de diciembre del 2004 del Ministerio de planificación y Economía.

Misión

-              Reflejar de una manera sencilla, amena, clara, variada el quehacer cotidiano del tunero con una programación informativa, educativa y de entretenimiento que garantice la preferencia creativa utilizando los recursos para lograr la imagen que usted protagoniza como eslogan a partir de los principios revolucionarios. Además de Organizar, ejecutar y controlar la política de programación en función de viabilizar las funciones ideológicas, educativas y culturales del Telecentro al servicio del territorio.

VISIÓN

-              Ser la imagen de la preferencia del pueblo tunero.

-              Defender la cultura y la identidad del territorio.

-              Formar parte del proceso de preparación y superación educacional, cultural, social y político-ideológica de la población del territorio.

-              Dar a conocer y recrear la realidad del territorio a través de sus transmisiones diarias.

-              Coadyuvar a fomentar hábitos y gustos culturales y artísticos en la población.

-              Promover en nuestros espacios la literatura y demás manifestaciones artísticas del territorio para el enriquecimiento espiritual de nuestros ciudadanos.

-              Mostrar las manifestaciones deportivas y artísticas como práctica sana para el desarrollo personal, la recreación y el esparcimiento.

2.2 Análisis de la programación del Telecentro TunasVisión dirigida a los televidentes

El Telecentro TunasVisión ofrece una programación variada con el objetivo de informar y entretener a la población tunera, sus espacios se clasifican en informativo, cultural, musical, juvenil, campesino, infantil, histórico – cultural, de orientación a la familia y científico – técnico. Para desarrollar un análisis de toda la programación y valorar cuán efectiva es la puesta en pantalla para la población fue necesario realizar una investigación que respondiera a estas características.

La programación de la semana del Telecentro es transmitida por el canal 13 encadenado con Tele Rebelde; sale al aire a partir de las 12:00 pm a 12:30 pm y de 4:30 pm a las 6:00 pm y de viernes a domingo, la puesta en pantalla es nocturna de 8:30 pm a 11:00 pm  y solo se puede visualizar en el municipio Tunas por el canal 65. TunasVisión cuenta con una parrilla de 21 programas descritos en el anexo XVI.

2.3 Análisis de los resultados

La muestra permitió conocer  el  nivel  de  recepción,  aceptación  y  satisfacción  de  la  teleaudiencia  de la provincia de Las Tunas.

El estado de opinión y los hábitos que se manifiestan al investigar científicamente el grupo pueden estimarse como proporcionales o equivalentes a los de toda la población. Se debe, para lograr resultados precisos, aplicar reglas de selección y estadísticas y elaborar correctamente los cuestionarios para precisar aportes significativos.

En el proceso investigativo se utilizaron diferentes técnicas cualitativas y cuantitativas que posibilitaron la descripción y evaluación del objeto de  investigación, entre ellas  se  encuentran  la revisión bibliográfica, dos encuestas aplicadas en los ocho municipios tuneros y entrevistas a expertos, funcionarios y periodistas de renombre y trayectoria.

El  estudio  se  prolongó  durante los meses de noviembre de 2013 a febrero de 2014. Se realizó la selección de los informantes  divididos  en dos categorías.  Los especialistas integrados  por  personal  vinculado  de  forma  directa  al  trabajo  de  la  Televisión  en la provincia, la dirección de las corresponsalías y Telecentro municipal, y de la otra parte los televidentes o posibles receptores de la señal territorial y su correspondiente  parrilla  de  programación. 

El  trabajo  investigativo de estas dos categorías se enfocó de manera específica e intencional  en la programación del Telecentro TunasVisión.

La preferencia por la metodología cualitativa está condicionada porque el objetivo de la presente tesis no es identificar regularidades cuantificables, sino que por el contrario, se trata de realizar un análisis de los sentidos y significaciones sociales implicadas en el estudio de recepción, aunque para ello es necesaria la utilización de la metodología cuantitativa para poder tabular las técnicas y comprender a partir del análisis de esos datos los significados, el mundo simbólico, para acceder no desde la exterioridad, sino desde una interioridad.

Se empleó la triangulación de datos, en la que se incluyó a todo el equipo de los programas, especialistas de Televisión  y televidentes.

En lo referente al procesamiento de la información,  primeramente fue comunicado a la Directora Provincial de la TV en Las Tunas Iliana Toirat Ruiz el tema propuesto a investigar, la que mostró interés sobre la iniciativa que contribuirá a dinamizar el sistema de producción y el trabajo de emisión del Telecentro Provincial en todo el territorio tunero.

Posteriormente  se  pasó  a  la  revisión  bibliográfica  y  documental  para  poder analizar las principales temáticas abordadas en los 21 programas que integran la parrilla, así como también su reseña histórica, equipo de trabajadores  y balance informativo.

Debido a que el nivel de interpretación de la realidad de cada ser humano varía en dependencia del nivel de madurez que posea y esto casi siempre va asociado con el crecimiento físico y cognitivo, se aplicaron dos encuestas (ver anexos I y II), la primera a 480 individuos mayores de 15 años de edad de toda la población de la provincia  y la segunda dirigida a 145 infantes comprendidos entre los 7 y los 14 años de edad.

Las encuestas permitieron conocer los criterios, opiniones y sugerencias del televidente tunero y sobre qué elementos hay que  tomar en  cuenta para concertar esos públicos o televidentes con las preferencias que manifiestan en relación al sistema de producción que reciben de TunasVisión; así como qué piensan las niñas y los niños respecto al único programa infantil que posee este Canal.

La entrevista semiestructurada (anexo III) fue aplicada de manera anónima a un total de 50 individuos, de ellos 20 trabajadores del Telecentro tunero, 7 especialistas de la prensa (uno por cada municipio excluyendo el cabecera), 13 individuos de diferentes sectores y  10 televidentes fijos de TunasVisión que se vinculan con el medio confirmados de antemano.

La consulta a cinco expertos se aplicó en la ciudad de Las Tunas tras previo diálogo coordinador por parte del autor de esta investigación. (Anexo IV)

En lo referente a la Guía de Observación (anexo V) se aplicó de forma sistemática durante los cuatro meses de estudio. Esta técnica permitió desde la óptica analítica conocer  retos,  dificultades  y  logros  en  el  proceso  de  edición y  transmisión  de TunasVisión.

La retirada del campo se produce una vez obtenida la información a partir de las técnicas y métodos. Es entonces que se procede a decodificar cada una de las categorías de respuestas, se utilizó la triangulación metodológica, luego de tabular mediante sistemas de  procesamiento  computarizado  las  frecuencias  de aparición de las respuestas, se procesan las preguntas  y  las  observaciones realizadas. Se obtienen finalmente los resultados de  la  presente investigación.

2.3.1 La encuesta, principales resultados.

2.3.1.1 Encuesta a la población mayor de 15 años de edad

Para  la  aplicación  de  la  encuesta y la selección de la muestra se tuvo en cuenta que la provincia de Las Tunas posee una población con  cinco años de edad en adelante de 507 mil 901 habitantes (ver anexo VIII), distribuidos por los municipios Manatí (29 mil 169), Puerto Padre (87 mil 158), Menéndez (47 mil 646), Majibacoa (40 mil 634), Las Tunas (189 mil 660), Jobabo (44 mil 164), Colombia (31 mil 112) y Amancio (38 mil 358).

La muestra quedó conformada por un total de 480 individuos mayores de 15 años y se distribuyeron por los diferentes municipios buscando una representatividad en función del total poblacional que poseen, agrupándolos del modo siguiente: Jesús Menéndez, Majibacoa, Jobabo y Amancio, 45, por cada uno, Manatí y Colombia 35 habitantes por cada uno, Puerto Padre 80 y en el cabecera 150 debido a que es el de mayor densidad poblacional.

La  técnica de la encuesta indaga sobre la aceptación o no de la puesta en pantalla, las frecuencias en que los tuneros ven el Canal, intereses de temáticas a visualizar desde la perspectiva de los televidentes, formas de recibir la imagen y la señal y otros temas.

Datos generales: sexo, edad, escolaridad, ocupación:

Fueron encuestados 257 (54 %) individuos del sexo femenino y 223 (46 %) del masculino. Del toral, 171  (35,6 %) están comprendidos entre las edades de 36 a 45 años; 119 (24,8 %), de 26 a 35 años; 111 (23,1 %), de 16 a 25 años; 79 (16,5 %), con más de 45 años. (Ver anexo XIV)

El 19,6  por ciento de los que respondieron la encuesta  son universitarios;  el 14,4 están graduados de Duodécimo grado; el 31,5 tienen el Noveno grado vencido; el 25,6 son Técnico Medio; y solo el 9 por ciento tiene concluido el Sexto Grado. (Ver anexo XIV)

De los encuestados son trabajadores estatales el 43,5 por ciento (209); el 17,1 por ciento resultaron ser estudiantes (82); el 16,7 por ciento son amas de casa (80); el 11,7 por ciento ya están jubilados (56); el 5,8 por ciento resultaron ser trabadores por cuenta propia (28) y el 5,2 por ciento no tienen vínculo laboral (25). (Ver anexo XIV)  

Nivel de teleaudiencia del Canal:

Cuando se valora la primera pregunta del cuestionario referente a si recepcionan el canal TunasVisión el análisis de los datos arroja que 430 (90 %) de los que respondieron el cuestionario afirman ver el canal;  y solo 50 (10 %) no lo ven. (Ver anexo XV, tabla 1)

Las principales respuestas de quienes negaron ver el Canal refieren en primer lugar no poseer tiempo suficiente para ello ya que el trabajo se lo impide; en segundo término,  porque no les alcanza el tiempo cuando llegan al hogar y en tercer lugar porque tienen otras opciones,  entre las que mencionan: los Canales Nacionales,  y el uso de DVD en casa y de  las computadoras.

Al analizar la muestra tomada por municipios se observa que es muy pequeña la cifra de personas que dicen no ver el Canal,  las más representativas de ellas fueron Puerto Padre y  “Jesús Menéndez”, debido a la existencia de su Canal territorial en el primer caso, y por la influencia que ejerce TeleCristal en el segundo municipio, por lo tanto se puede afirmar que TunasVisión posee un alto  nivel de  teleaudiencia.

Frecuencia con que ven la programación los televidentes:

En cuanto a la frecuencia con que se observan los programas del Telecentro 231 individuos indicaron la opción A veces lo que representa el 48,1 %, 88 (18,3 %) declararon verlo Siempre, 59 respondieron Pocas veces,   siendo el 12,3% y por Casi nunca optaron 52 para un 10,8 % del total. (Ver anexo XV, tabla 2)

La respuesta que predominó fue A veces, esto radica en los hábitos de vida del tunero, según plantea en sus estudios el Centro de Investigaciones Sociales, que en su mayoría trabaja y llegan a los hogares en los horarios de la tarde, momento que dedican a los quehaceres hogareños, coincidiendo con el horario de transmisión de TunasVisión.

Si se tiene en cuenta que las respuestas que aseguran verlo A veces y Siempre, representan el 66,4 por ciento de los encuestados, entonces se puede concluir que en la población tunera es mayoritaria la cantidad de televidentes que ven con frecuencia TunasVisión.

Percepción por parte de los televidentes de la calidad de los programas:

La tercera pregunta del cuestionario estuvo dirigida a medir cómo perciben los televidentes los diferentes programas que integran la parrilla de programación del Canal Territorial, a través de su evaluación personal en una escala del 1 al 10 (ver anexo XV, tabla 3).

De ahí que se concluya que LTV Noticias y LTV Resumen son los programas con mejores puntuaciones de calidad, con un total de 300 y 295 encuestados por cada uno con la máxima calificación, seguidos de Abriendo la Tarde con 280, Déjate Ver, 279,  y Pincel Mágico con 278.

Quiéreme Entera y Visión Diversa resultaron ser los programas con peores puntuaciones, solo fueron evaluados de 10 por 99 y 87 personas cada uno.

Esto  demuestra que los televidentes están atentos a la propuesta televisiva y no se comportan como un ente pasivo sino que evalúan todo el tiempo la forma en que se les está suministrando el mensaje. Que solo cinco programas de una parrilla de 21 recibieran la máxima calificación y ninguno sobrepasara el 30 por ciento en la calificación de nueve, deja en evidencia que la percepción de la calidad de los programas por parte de los televidentes no es buena.

Es importante precisar que en los casos de Casi como ayer y Ultrasonido, también resultaron menos favorecidos (101 y 100 respectivamente) porque solo fueron evaluados por los encuestados en el municipio cabecera, debido a que estos son transmitidos en el horario nocturno del fin de semana, tiempo en el que el Canal utiliza la frecuencia de transmisión del Canal 65 y solo tiene un alcance local,  no provincial, lo que justifica también la mala calidad de la señal durante este horario de transmisión en los límites de la ciudad cabecera.

Preferencia de los televidentes

La cuarta interrogante y sus incisos está encaminada a medir el nivel de preferencia que presentan los televidentes respecto a la parrilla del Canal;  por ello al preguntárseles qué programa prefieren (ver anexo XV, tabla 4)  las respuestas permitieron analizar que LTV Noticia es el programa más popular entre los tuneros, al despuntar con un 22,8 por ciento, seguido por Déjate Ver con un 13,7 por ciento de los encuestados y luego LTV Resumen con un 9,1 por ciento. Los menos favorecidos resultaron Primer Tiempo con un 0,2 por ciento, Visión Diversa, con un 0,5 por ciento y Cinepuntonet, Las Buenas Ideas y Efemérides, los tres con un 0,7 por ciento.

En cuanto al inciso a de la pregunta 4 (ver anexo XV, tabla 4a), dedicado a los programas que no prefieren los televidentes en De Tarde en la Campiña lo seleccionaron 58 personas representando el 13,5 %, Fresco y sin cortar , 19 para un 4.4 %, A través de la Música 16, para un 3.7 %, Comunicarte 15, para un 3.5 %, Déjate Ver 13, para un 3 %, Efemérides 12, para un 2.8 %, Casi como ayer 8, para un 1.9 % y Cinepuntonet 7, para un 1.6 %.

Esto permite concluir que los programas informativos y las revistas de orientación resultan los preferidos de los televidentes tuneros.

Al indagar en qué desearían que no formara parte de la parrilla de programación en el inciso b de la cuarta pregunta el 53 % de los encuestados plantea que De tarde en la Campiña, lo que se corresponde con los incisos anteriores; el 51 % plantea que deje de ser grabado Latir del Pueblo y otro 71 % aluden a que deberían analizarse algunos conductores del sexo masculino que no poseen una buena proyección en pantalla, señalando entre los ejemplos a De Tarde en la Campiña, Déjate Ver y LTV Noticias.

Programas que más ve.

El análisis de la pregunta 5 (ver anexo XV, tabla 5) referente a los programas que las personas investigadas declaran consumir, se comportó de la siguiente manera: LTV Noticias con 196 declaraciones para un 45,6 %, le sigue Abriendo la Tarde con 100 personas, el 23,3 %, continúa Casi como ayer, con 98 votaciones para un 22,8 %, Déjate Ver con 60 lo que representa el 14 %, Ultrasonido 44, que es 12,2 %, LTV Resumen con 43 que  representa un 10 %, Pincel Mágico con 42 para un 9.8 % y Latir del Pueblo 41, para un 9.5 %. (Ver el resto de los resultados en anexo XVI, Tabla 5).

Luego de realizar un estudio de los programas mencionados se obtuvo como resultado que el programa LTV Noticia es el preferido por los televidentes con 196 aprobaciones que significa un 45,6 %, seguido de Abriendo la Tarde y Casi como Ayer. Según esta valoración son menos vistos Efemérides, Primer Tiempo y Visión Diversa.

Destacar que de una forma u otra todos los programas son consumidos por los televidentes, pero se hace necesario un análisis del estilo de aquellos que no han sido muy favorecidos de manera que jueguen el rol para el cual fueron creados: satisfacer las necesidades estético-informativas de los tuneros.

En la pregunta 7, referida a conocer que otras secciones les gustaría que tuvieran los programas, las respuestas redundaron en función de los intereses de los diferentes grupos etarios, de ahí que los jóvenes comprendidos entre los 15 y 25  años de edad piensen que deberían incluirse secciones sobre:

Entrevistar más a personas de la calle y de los municipios, la homosexualidad como diversidad sexual sin prejuicios, las enfermedades de transmisión sexual y su prevención, la vida de los jóvenes en la sociedad actual, secciones de cocina, de música Rock y de Rock Pop y modas, consejos de belleza (cuidado de cutis, pelo, piel, peso corporal), entrevistas a los jóvenes en las escuelas, universidades, en la calle; pequeños cortos infantiles. Fresco y sin cortar debe tratar más el tema de las relaciones en pareja, que hablen de deporte y  la música clásica, un programa de música donde se trataran programas de adolescentes, las efemérides del día siguiente, competencia de deportes infantiles. En Consulta debe ser más profundo y al mismo tiempo más ameno y asequible a la generalidad de la población.

Los que se encuentran en el rango entre los 26 y los 45 años consideran que deben incluirse: sugerencias actuales, entrevistas, crítica social, temas educativos- participativos, opiniones sin prejuicios, llegar más a los municipios y que los programas tengan más vínculo con el pueblo, secciones deportivas  y de  trabajo en el hogar desde la experiencia tunera, insertar programas dedicados a reconocer la labor de maestros, sobre la ética en las personas, psicología, e información sexual y preventiva.

Solicitan además que los programas históricos se deben acercar más a la localidad y a los municipios, consejos sobre el buen vestir, promoción de actividades de  las Casa de Cultura y movimiento de artistas aficionados, psicología en los niños y violencia familiar, consejos útiles sobre carpintería y trabajos en el hogar, retomar programas como Km0, una revista de utilidades para la casa y Amigos por correspondencia, espacios con peñas de diferentes géneros, celebridades tuneras, comentarios culturales, periodísticos, secciones sobre fútbol,  y recuerdos deportivos.

Los adultos mayores de 45 años consideran que las secciones de los programas de TunasVisión deben ser enriquecidas con más programaciones infantiles, realizar actividades para la recreación y el disfrute de los pequeños de la casa, secciones sobre información al pueblo de cursos y plazas vacantes en diferentes empresas, diversificar el área de realización de programas:  Casi como ayer se podría realizar  en los municipios como lo hace De tarde en la Campiña,  además de temas  relacionadas con el arte, enfermedades de baja prevalencia, la inclusión en  la sociedad de personas con limitaciones físicas, comentarios sobre la música, y que den a conocer al pueblo las ilegalidades vigentes en el orden económico, político y social.

Además, secciones que tuvieran más intercambio con los jóvenes músicos actuales, que divulguen las legislaciones vigentes en los organismos de la Administración Central del Estado, que se utilicen títeres en el programa infantil,  la actividad de los obreros agrícolas y su importancia en la actualidad, hacer más programas para los niños, secciones de tejido, visitar y reflejar más la realidad de los centros de trabajo, consejos de peluquería, acerca de cómo los padres deben educar a los hijos sobre todo cuando estos son hiperactivos, que Latir del Pueblo sea en vivo y no grabado.

Es importante insertar secciones sobre algunas conductas asumidas por el adulto mayor y el apoyo de la familia sobre las decisiones de los abuelos, curiosidades, la defensa del idioma, videos de música del ayer, programas que reflejen la cotidianidad, sabiduría popular campesina para el adulto mayor. Que Del dicho al hecho refleje las realidades tal y como son. Que los conductores, sobre todo el de Déjate ver y el De Tarde en la Campiña, sean más agradables visualmente, menos “plásticos” y exagerados.

Como se puede apreciar es diverso el campo temático que proponen los televidentes, lo que muestra a un tunero necesitado de información, ávido de conocimiento y que busca en su televisora el medio no solo para instruirse sino también para recrearse. De manera general se puede decir que la teleaudiencia está necesitada de que la escuchen, de verse, de resolver sus problemas tanto personales, como familiares como sociales, esto lo demuestra la insistencia en los programas de participación donde se escuche a la población sin importar la edad, pero al mismo tiempo demuestra que el tunero es un ente activo frente al mensaje televisivo y confía en el Canal Territorial y lo siente como suyo.

Utilidad de las temáticas tratadas en los programas de TunasVisión para los televidentes.

Al responder la pregunta número 8 (ver anexo XV, tabla 7) referente a la utilidad de los temas del Canal el 52,7 por ciento respondieron A veces, el 27,7 por ciento Afirmó y solo el 9,2 por ciento Negó la utilidad temática de la programación del Telecentro tunero.

Esto demuestra que todavía la parrilla de programación de TunasVisión no satisface la diversidad temática que necesita la población tunera, las respuestas emitidas por los encuestados en la siguiente pregunta (9) demuestran esta afirmación, pues emitieron tantos temas como propuestas de secciones propusieron en la pregunta 7, datos que por resultar muy parecidos debido a la estrecha relación entre ambas preguntas, no serán expuestos para evitar redundancias pero pueden consultarse en el anexo XV, tabla 8.

Evaluación de la calidad de la señal televisiva

En la décima interrogante (ver anexo XV, tabla 9) es evaluada la calidad de la señal televisiva de Regular por 195 individuos (45 %), de Mala por 85 personas (20 %), de Pésima por 81 encuestados (19 %) y de Buena solo 69,  lo que representa el 16 %.

Esto demuestra que la señal por la que está transmitiendo TunasVisión no está llegando con la suficiente calidad al televidente, lo que afecta en gran medida la percepción que de la imagen del Canal pueden hacerse los tuneros.

Tipo de antena receptora en los hogares.

Previendo estos resultados en la encuesta se incluyó la interrogante once (ver anexo XV, tabla 10) relacionada con el tipo de antena que usan los televidentes en sus televisores para captar la señal y de este modo comprobar si el problema radica en el equipo receptor, o en los encargados de llevar la señal hasta los hogares tuneros.

Para ello se tuvo en cuenta como tipos de antena la de bigote y la de exterior, porque la primera dificulta la captación de la señal mientras que la segunda es muy eficiente en este sentido. Además, el investigador le explicó a cada encuestado las características físicas que debían cumplir estos tipos de receptores para poderlos identificar, buscando que no fueran improvisados.

Los resultados demostraron que en el 65 por ciento de los encuestados el tipo de antena empleada es la de exterior, esto representa un total de 281 personas de las 430 que afirmaron ver TunasVisión y el 35 por ciento, 149 individuos, aseveró poseer antenas de bigote.

Esto manifiesta que la mala calidad de la señal no determina negativamente el nivel de selección y/o aceptación por parte de los públicos y que la tecnología usada en sus hogares para captarla señal no es la responsable de su mala factura.

Medida en que el Canal cumple las expectativas de los televidentes.

Al responder en la duodécima interrogante (ver anexo XV, tabla 11)  en qué medida TunasVisión cumple las expectativas informativas y de entretenimiento como Canal Territorial que es el 57 % (245) consideró que lo hace de Alguna forma, el 25.1 % (108) En gran medida y solo el 17.9 %, 77 personas, consideraron que No la cumple.

Estos resultados son muy alentadores porque aunque la gran mayoría no demuestra una plena satisfacción con el Canal, queda en evidencia que TunasVisión se acerca a lo que los televidentes aspiran de él.

Teniendo en cuenta que la suma de los que respondieron de alguna forma y en gran medida contempla un total de 82,1 % de los encuestados, lo que permite formular que el nivel de satisfacción de los públicos de TunasVisión es mediano.

Preferencia de horario para visualizar la programación.

En cuanto al horario preferido por los televidentes para ver TunasVisión, en la pregunta 13 (ver anexo XV, tabla 12) los encuestados demostraron con un 37,7 % (162) que en la tarde, seguido por al mediodía con un 25,8 % (111). El 25,6 %, 110 individuos, marcaron los dos horarios, o sea en la tarde y al mediodía,  el 4,4 % (19) indicaron en la noche, el 3,3 % (14) prefieren los fines de semana y el 3,3 % (14) se decidieron por en la tarde y en la noche.

Estas respuestas permiten aseverar que los horarios de mayor consumo del Canal por parte de los tuneros es el de la tarde, esto está dado porque el 43,5 % de los encuestados son trabajadores. En el caso de las selecciones relacionadas con la noche y los fines de semana son menos beneficiadas porque el Canal solo transmite en el horario nocturno los fines de semana y lo hace para la ciudad de Las Tunas.

De aquí también se infiere que TunasVisión posee un alto nivel de teleaudiencia, pues la mayoría de las respuestas aseguran ver TunasVisión aunque no exista una homogeneidad en las preferencias de los horarios.

Calidad de la conducción.

En la pregunta 14 (ver anexo XV, tabla 13) los encuestados tuvieron la posibilidad de evaluar la calidad de la conducción de los presentadores del Canal, al respecto el 46,7 %  consideró que la conducción es Regular, el 31,9 % Buena, el 14,9 % Mala y el 6,5 Pésima.

Un total de 93 individuos que representan el 22 por ciento, expresaron criterios valorativos en esta pregunta respecto a la calidad de los conductores, a pesar de que la encuesta no lo pide en ninguna de sus interrogantes, considerados muy valiosos a la hora de analizar los resultados debido a la solidez de los criterios que permiten tener una idea más general sobre lo que opinan de los conductores de TunasVisión.

Los principales criterios refieren que la conducción es regular ya que algunos de los conductores deben prepararse mejor, no siempre llegan al público, les falta experiencia; el léxico y la dicción no es la adecuada, les falta profesionalidad; deben de mejorar la imagen que proyectan, carecen de carisma y de imagen televisiva y no cuidan las improvisaciones que no siempre quedan bien.

Percepción que poseen los televidentes de la imagen de TunasVisión.

La pregunta 15 (ver anexo XV, tabla 14) permite a los televidentes evaluar la imagen que proyecta TunasVisión, 430 encuestados afirmaron consumir la programación de TunasVisión, de ellos 188, el 43,7 %, evaluaron la imagen del Telecentro de Buena, 163, el 37,9 % de Regular, 45 consideraron que es Mala para un 10,5 % y 34 la evaluaron de Pésima, para un 7,9 %.

Estos resultados demuestran que la imagen que proyecta el Canal en sus televidentes es positiva.

Propuestas de cambio.

La última interrogante del cuestionario estuvo dirigida a que los televidentes propusieran ideas para mejorar el trabajo del Canal, fue respondida por un total de 389 personas, los que representan el 90,5 % del total.

Las principales propuestas están relacionadas con el trabajo para mejorar la locución o conducción de los diferentes programas,  pues existe un criterio  casi generalizado en que les falta preparación,  y que deben mejorar la forma de proyectarse, crear una mejor imagen. Sugieren para las personas que van a ser entrevistadas pasen por un proceso de selección, y una mejor  preparación en los temas, pues cometen errores en las informaciones que transmiten.

Lo mismo sucede con la escenografía, la luces y el vestuario, consideran que pueden ser cambiados o mejorados, que deben buscarse soluciones artísticas más frescas y agradables.

La programación debe ser más variada y dinámica, utilizar elementos que atrapen al público. Hay que otorgarle mayor dinamismo y adecuarla más a la vida de los tuneros de los municipios, sacarla del estudio y adentrarse en el quehacer de la gente en su cotidianidad y en su entorno. Buscar una mayor representatividad de los municipios y  de sus comunidades.

También refieren que la dirección de los programas debe ser mejorada, algunos reconocen y celebran el trabajo de Edy Crespo, Waldina Almaguer y la directora de Pincel Mágico.

Hacer del Canal un producto más utilitario, con comerciales y actualidades de la comunidad o la localidad es reclamo de los televidentes.

Se solicita personificar TunasVisión como Canal y pueda ser disfrutado las 24 horas por una sola señal que no sea TeleRebelde de modo que no se afecten las trasmisiones; que se realicen más programas para jóvenes donde se proyecten series, películas musicales y novelas, además de pensar en los diferentes grupos etarios y preferencias a la hora de planificar su programación.

Los informativos necesitan ser más dinámicos, ofrecer la noticia con otro toque y originalidad. Se reconoce el trabajo de Nuriam Sayas.

Que la dirección del Telecentro realice una mayor gestión administrativa para poder mejorar la situación tecnológica que presentan, implicando en ello al Partido y al Gobierno provinciales y municipales.

Al referirse a Latir del Pueblo proponen que deje de ser grabado y que pase a formar parte de la programación del Telecentro como un programa en vivo.

En el caso específico de los tuneros que pueden disfrutar de la programación del fin de semana aconsejan que no se repitan tantos programas, sino que se creen nuevos en función de los intereses del público y que en el caso específico de Casi como ayer no necesita mantener ese estilo de espectáculo, eso puede dejarse para el verano, mientras puede realizarse con locución en off y los videos, deberían buscar soluciones artísticas que refresquen la imagen que proyectan todos los que integran el programa, incluido el público,  que parecen maniquíes impuestos y casi siempre se trata de las mismas personas dando la impresión de que es grabado. Necesita ser más dinámico.

Las sugerencias demostraron que se está en presencia de un espectador crítico y activo, identificado con su Canal, dispuesto a cooperar para que cumpla con su función social y verse identificado a través de la programación.

Cuando se valoran y comparan los datos anteriores se concluye que potencialmente los televidentes conocen del Telecentro, lo consumen y desean tener en él un medio ideal para satisfacer sus inquietudes informativas y de gusto estético.

Ello demuestra que las temáticas que se presentan en los programas de TunasVisión siguen siendo insuficientes, a pesar de que muchas de las que señalan los televidentes se abordan en alguna medida, lo que requiere del dinamismo, la inteligencia, la audacia, la integralidad y la profesionalidad del  personal vinculado directamente con la política editorial del Canal Territorial TunasVisión para implementar las recomendaciones que de este estudio se derivan.

2.3.1.2 Encuesta a niños entre los 7 y 14 años de edad

Para conocer desde su visión del mundo, los criterios de los niños  y las niñas respecto al canal y al programa infantil Pincel Mágico fue necesario elaborar una encuesta (Ver anexo II) con características específicas que le permitieran una mayor comprensión. 

En el total de esta muestra se incluyeron 145 infantes, 15 por cada municipio, excepto en el cabecera donde la cifra ascendió a 40 párvulos, y arrojó los siguientes resultados:

De los 145 niños encuestados, 122 respondieron que Sí veían TunasVisión que representan el 84 %, y No, 23 para un 16 %, cifra representativa para esta edad.

De acuerdo a estos datos se puede afirmar que la mayoría de los niños observan el programa Pincel Mágico, que representan el 84 % de los encuestados. Este dato demuestra que el programa cumple con uno de los objetivos para el que fue diseñado.

En correspondencia con la muestra seleccionada observan el programa Siempre, 14 que simboliza el 10 %; Casi siempre,  37 constituyendo el 26 %;  A veces,  61 significando el 42 %;   y Pocas veces,  9 que es el 6 %. De los 145 encuestados, respondieron 122 que significa el 84 % y dejaron de hacerlo 23, siendo el 16 %.

Aunque en la  primera interrogante se comprobó que existe un por ciento alto de niños que disfrutan del programa, no sucede así la frecuencia con que lo hacen, pues en la mayoría de los casos observan el programa a veces, esto significó un total de 61 para un 42 %. Por ello se debe contribuir a que haya una mayor audiencia, pues siempre se trabaja sobre la base de la perfección, pero este resultado indica que de una manera u otra los niños se interesan por observar el programa.

Evaluaron de Bien a Pincel Mágico 112 niños que expresan el 77 %; Regular,  10 reflejando el 7 %. En total respondieron 122 que representan el 84 %, y no lo hicieron 23,  que significa el 16 %.

Lo que más gusta de Pincel Mágico: la colaboración de los payasos y las curiosidades. La parte en la que dibujan los niños. Tonguita y Papote son  los personajes preferidos

Sugerencias: “que den más información histórica”. “Que lo dieran más tarde que el horario habitual”. “Que hicieran el programa en las escuelas”.

Los temas de Pincel Mágico son útiles Siempre para 94 niños que simbolizan el 65 % y A veces, 28,  para un 19 %. Calificaron los temas del programa 122 infantes que expresan el 84 % y no lo realizaron 23,  que constituyen el 16 %.

¿Temas que se deberían de tratar?:

Acerca de cómo viven los niños en otros países; sobre los magos,  los animales de otras latitudes,  los peloteros,  los insectos perjudiciales para el hombre,  el uso racional del agua y la formación vocacional a edades tempranas.

Abordar más temáticas relacionadas con la medicina, playas, el cuidado de los animales,  de la piel y  del cabello humano, el  medio ambiente, los bosques y  las manifestaciones artísticas.

El 77 % de los encuestados evalúa el programa como positivo por lo que se cumple una misión muy importante, llegar al receptor y satisfacer sus necesidades audiovisuales. El producto comunicativo por sí solo no tiene valor hasta que se lo atribuya el público destino.

Entre los elementos que componen el programa, el de preferencia es la actuación de los payasos,  que representan sinónimo de alegría y diversión entre los niños. En cuanto a lo que desearían cambiar algunos enuncian que nada, otros el horario de salida al aire y obtener más informaciones históricas. Atendiendo a estos criterios la realización del programa es muy efectiva pues su público destino tiene muy pocas inconformidades en cuanto a lo expuesto y ofrece una serie de temas para enriquecerlo.

Los temas tratados en Pincel Mágico son útiles para los niños siempre en un 65 %, elemento que evidencia el valor transformador del programa pues contribuye a la formación de valores en los niños y en las niñas a través de diversas temáticas que reflejan su realidad.

2.3.2  La entrevista semiestructurada

Otra de las técnicas utilizadas fue la entrevista semiestructurada (ver anexo III), la cual parte de una pauta o guía de preguntas con temas o elementos claves que se necesitan profundizar luego de una exploración previa con los informantes.

Esta entrevista se aplicó a un total de 50 individuos, de ellos 20 trabajadores del Telecentro tunero, 7 periodistas de la televisión (uno por cada municipio excluyendo el cabecera buscando un balance  territorial que propicie una mayor representatividad al estudio), 13 individuos de diferentes sectores y  10 televidentes de TunasVisión que se vinculan con el medio confirmados de antemano.

El  número  50  se  determinó aplicando  el  criterio  de  muestreo  intencional. En  esta  cantidad  se  adoptó  un  criterio  cualitativo  de  selección,  donde  se procuró incluir a  personas  que  pudieran  representar  a  uno y otro sexos, así como los grupos etarios de jóvenes, adultos  y adultos mayores.

Las mismas fueron anónimas y solo especificaron el sexo, la edad y la ocupación: 27 mujeres y 23 hombres. Trece de ellos tienen entre 16 y 25 años; 20, entre 26 y 40 años; 12, entre 41 y 55 años; y 5, más de 56 años. De los 50 entrevistados: 2 son estudiantes; 40 trabajan;  3 amas de casa; 4 jubilados;  y uno sin vínculo laboral alguno.

Las preguntas que forman parte de las entrevistas semiestructuradas fueron formuladas para analizar el significado que tiene el Telecentro TunasVisión para los interpelados, cómo influye en las prácticas cotidianas de las personas seleccionadas y que sugerencias podrían emitirse, según el criterio de los informantes, para que TunasVisión sea mejor recibido por su público.

Las entrevistas se realizaron entre noviembre de 2013 y enero de 2014.

Las preguntas abiertas le imprimieron el carácter cualitativo de la entrevista, expresado en las que se recoge  la libre expresión de los 50 entrevistados.

Opinión que poseen los televidentes del Telecentro.

El 100 por ciento de los entrevistados considera que TunasVisión es el reflejo del quehacer del tunero, de una provincia, de su acontecer, aunque el 90 % aclara que esto no se logra siempre por ser un Canal bastante citadino debido a que no existe una marcada presencia de los municipios en la programación.

El 100 por ciento de los interpelados manifiestan que podría ser mucho mejor, pues aunque su programación es bastante variada aún necesitan limar deficiencias que no deberían obviarse, además existen programas que por su enfoque carecen de interés y trascendencia, ya que usan el mismo  discurso descontextualizado de años precedentes y son la negación de la evolución estético-informativa del Canal,  pues informativamente aportan muy poco.

Principales problemas de los que adolece el Canal

De los 20 entrevistados en el telecentro tunero, 19 consideran que el Consejo de Dirección no tiene toda la preparación y solidez necesaria para enfrentar el trabajo del Canal, especificando que no se concibe que un Jefe de Programación e Información sea un Técnico Medio en Informática, posea un desconocimiento total del medio y no muestre interés por la superación.

Además sostienen que no existe la cantidad de computadoras suficientes para potenciar una mejor realización del producto audiovisual y que en el Departamento de Programación e Información tampoco existe una máquina donde los directores puedan trabajar.

Existen graves problemas con la climatización, incluso dentro del área técnica, y con la iluminación tanto en interiores como en exteriores.

Aparecen contradicciones técnicas entre lo analógico y lo digital a partir de la inserción en el proceso de la Isla Digital.

A los asesores les falta preparación y existe descontento entre ellos porque el régimen de trabajo que les implantan no les permiten desarrollarse; deberían tener horario abierto y no considerarlos personal de oficina para que puedan participar en las grabaciones y procesos de edición.

Es considerable el modo en que los entrevistados analizan la parrilla de programación de TunasVisión, considerándola poco atractiva o que “no es todo lo atractiva que pudiera ser”,  teniendo en cuenta el potencial de los realizadores. Refieren que los conductores en su mayoría no poseen la preparación necesaria, no resultan carismáticos, adolecen de la improvisación, no siempre proyectan una imagen adecuada y que existen programas como Déjate Ver donde no es necesario el empleo de dos conductores.

Aluden a que el resultado final que es la puesta en pantalla denota pobreza tecnológica, esto lo corroboran los entrevistados del medio en cuestión quienes aseguran la presencia de “serios problemas técnicos” o “pésima situación tecnológica” lo que afecta la puesta en pantalla, y aluden, además, a la carencia de transportación que limita la producción. Ejemplifican con que solo existen dos cámaras de casete para todos los periodistas y  directores de programas y una de tarjeta digital que llegó recientemente y que hubo momentos en el 2012- 2013 que había una sola apta para hacer entrevistas, pues la otra era silente.

Los problemas de transporte  son muy serios.  De tres vehículos solo funcionan dos. Estos tienen capacidad solamente para 4 personas, los programas que tienen en su equipo de realización más de 5 integrantes, como es  el caso del campesino De Tarde en la Campiña,  que lleva más de 10 realizadores, tienen que apelar a la voluntad de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) para sostener el  espacio.

A ello se suman las inconformidades con el trabajo de luces, vestuario, escenografía, cámara, edición, en fin un sin número de cuestiones técnicas y de detalles estéticos que contribuyen a demeritar la calidad de los programas, sus conductores y la dirección de los mismos.

Detallan con precisión problemas como la falta de la crítica constructiva, carencia de opinión propia en los periodistas sobre los temas que abordan,  desbalance territorial con una mayor representatividad del municipio cabecera y hasta deficiencia léxica de los conductores.

Poca presencia  de  la  vida  en  las comunidades  de los  municipios,  en  lo  que  claramente  incide  la  ausencia  de  un transporte propio y la pobreza tecnológica.

El 100 por ciento de los trabajadores del Telecentro plantean que no hay recursos materiales para la escenografía, pero que el personal que la diseña sí posee talento y capacidad para hacerlo. En cuanto a las cámaras reflejan que son pésimas, algunas poseen 15 años de uso, solo hay dos en el estudio y no son todo lo profesionales que se necesitan, las luces son muy pocas y obsoletas.

Plantean que el área técnica se ha deprimido mucho por la sobre-explotación de las cámaras.  Hoy las dos corresponsalías del sur (Jobabo y Amancio) no poseen este equipamiento para realizar los reportes hacia la programación provincial. Están trabajando con cámaras fotográficas y así logran, sobre todo Amancio, mantener el estatus de corresponsalía.

En cuanto al sonido plantean que la consola es muy vieja y las referencias del estudio son pésimas, así como que no existe la cantidad de líneas y micrófonos que se necesitan.

En cuanto a las consideraciones de si TunasVisión es un reflejo de la realidad sociocultural, económica y política del tunero existieron divergencias, el 58 % (29) respondió afirmativamente y el 42 % (21) lo negó. Los que afirmaron expusieron que en sentido general existe una realidad mostrada, lo que no es una satisfacción de lo que realmente pudiera ser; mientras los que negaron opinaron,   que  para  ello le falta ahondar en temas que el pueblo necesita ver reflejados en su Telecentro: la vida del tunero en sus  diversos matices; pero sobre todo, ser un vehículo de orientación y espejo de la realidad del momento.

Algunos consideran que en medio de tantas limitaciones tecnológicas, que incluye también pésima escenografía el Telecentro sí refleja el quehacer del tunero, la parrilla de programación está  ajustada a las necesidades e intereses de la población y que podría reforzarse más con otro espacio infantil y el histórico que ya no se ha podido seguir haciendo  de manera dramatizada por la situación del parque tecnológico.

Según el 100 % de los consultados, el Telecentro sí muestra la suficiente capacidad para profundizar en el análisis de las temáticas que plantea en cada uno de sus programas, pero consideran que no pueden estar satisfechos; reiteran que se debe trabajar con algunos conductores para que hagan de estos temas un elemento más digerible para todos los públicos.

En cuanto a si existe o no un equilibrio de calidad en los trabajos que se presentan en el Canal, el 90 % plantea que sí, y los trabajadores del Telecentro expresan que no se hace un análisis de este aspecto por parte del Departamento de Programación e Información.

Según las opiniones de un 10 % de los muestreados hay programas buenos, pero otros no logran el equilibrio  entre lo que se escribe en un guión y lo que se traslada a la realidad concreta del espacio. Existen caras que se repiten en muchos espacios, y eso sobresatura al televidente.  Debe trabajarse más la publicidad comercial. La programación de cambio es reiterativa. Casi nunca se promocionan internamente los propios programas del Telecentro,  hay programas que se mueven de horario y desorientan al televidente.

Lo que más molesta del trabajo del Canal es:

Según los trabajadores del Canal: las formas de pago, las imposiciones, las mentes cerradas, el favoritismo de unos sobre los otros, el egoísmo para la utilización de la técnica, la tendencia a manifestaciones de individualismo, la estructuración y organización del Departamento de Programación e Información, el deficiente estado de la técnica, la obsolescencia de la tecnología empleada, la  dependencia  del transporte de otras entidades  que les limita mayor movilidad, el desconocimiento de la disciplina tecnológica, consciente e inconscientemente; la dependencia  de Tele Rebelde y el Canal 65 como medio para transmitir la señal, el poco tiempo de salida al aire y la falta de precisión y previsión de algunos dirigentes.

Según el resto de los entrevistados: el trabajo de algunos conductores, los cortes bruscos a la programación, la mala calidad de la señal, la escenografía, los sets para las entrevistas, el desbalance territorial por la ausencia de los municipios en su programación, la falta de la crítica constructiva, la carencia de opinión propia en los periodistas sobre los temas que abordan, la ausencia de trabajos realizados por las corresponsalías de Jobabo y Colombia y el Canal Azul, el mal estado técnico de las corresponsalías, la ausencia de corresponsalías en los municipios y la ausencia de un sistema de retroalimentación efectiva con los televidentes.

Lo que más satisface:

Según los trabajadores del Canal: la labor que realizan por encima de todo, que el personal del área de Programación e Información tiene pleno conocimiento de sus funciones, la disposición del colectivo  en término de absoluta incondicionalidad, el apoyo mutuo en el cumplimiento de las tareas asignadas, la respuesta del Departamento de Producción y Técnica, su vinculación y retroalimentación con las entidades y organizaciones en el territorio.

Según el resto de los muestreados: el   sello   de   identidad   en   cada   imagen proyectada, la sistematicidad del Canal, el esfuerzo de los trabajadores del Telecentro por mantener informada a la población tunera sobre todo en tiempos de catástrofes meteorológicas.

De manera general el 100 % de los interrogados reconoce que a pesar de los problemas existentes el Canal contribuye a su formación profesional y personal; incluso los propios trabajadores reflexionan que desde sus inicios la capacitación ha sido el plato fuerte y que sin eso no hubieran crecido a lo largo de estos años con tantos premios y reconocimientos. No obstante reconocen que el Plan de Capacitación del Telecentro es un paliativo, pero no satisface el ciento por ciento de las necesidades. Es necesario capacitar más a los locutores y sugieren como cambios a la parrilla de programación del Canal y a los métodos de trabajo del mismo los siguientes:

-              Hacer diseño de imagen a cada locutor, apoyarse en estilistas para que les oriente acerca de cómo vestirse para cada ocasión.

-              Los métodos de trabajo de la dirección del medio tienen que cambiar, no se puede ser impositivo, ni por fuerza,  ni por  poder, se debe tener presente que se trabaja con artistas y eso requiere sensibilidad, comprensión, tacto y estrategias bien planificadas.

Hay espacios que deben mejorarse, sobre todo los que se hacen en estudio. Debe aprovecharse más el horario del mediodía,  con secciones más frescas y variadas.  Es necesario incentivar más el trabajo del productor de Televisión. Se reiteran mucho los mismos artistas en  los programas, hay que buscar talento local de los municipios, para eso deben fortalecerse los vínculos con las Casas de Cultura, con la UNEAC y la Asociación Hermanos Saiz y con los diferentes centros provinciales de las diferentes manifestaciones artísticas.

La parrilla de programación debe ser mejorada, por ejemplo la transmisión del mediodía tiene que ser más variada, no acogerse a una sola revista. Si Radio Cuba permite el uso de la señal televisiva de 12:00 m a 1:00 pm  de la tarde, ¿por qué solo usar 30 minutos?

Resolver el tema de la salida al aire por la frecuencia de Tele Rebelde, utilizar por ejemplo el Educativo 1.

Respecto a la programación de la tarde, por ejemplo, necesita cambios de contenido y forma del Noticiero.

La revista científico técnica Las Buenas Ideas se concretaría mejor en un programa de 12 minutos, o pudiera ser una temática para la revista informativa Abriendo la Tarde, pues la provincia no posee un quehacer que sostenga ese espacio que dura 27 minutos.

Casi como Ayer es un programa musical, no de participación, debería enfocarse diferente, recesar su idea de show y convertirse en lo que es durante todo el año y solo adoptar esta forma durante julio y agosto;  no obstante,  debe ser perfeccionado,  tanto desde el punto de visto visual como estético, hacerlo más dinámico y creíble, preparar mejor a las personas que participarán en él, seleccionar el talento a presentarse en vivo con mucho rigor y variar al público presente.

Comunicarte podría ser de 12 minutos en vez de 27, eliminando la música que nada tiene que ver con la historia que se cuenta y alguna que otra sección.

Visión Diversa no tiene sentido de ser cuando ya existe Latir del Pueblo donde se encuentran las estructuras de poder del territorio, solo deben dejar de hacerlo grabado y transmitirlo en vivo como en la Radio.

Cinepuntonet es un programa de apreciación cinematográfica, resulta adecuado para la programación del fin de semana a través del canal 65 en la noche, y el espacio que ocupa actualmente puede dedicarse a tratar el tema de la identidad del tunero y a los municipios.

Es necesario saber distinguir y valorar las prioridades de las coberturas que solicitan los organismos. Los trabajos de interés periodístico no deben quedar relegados a un segundo plano, algunos incluso,  de seguimiento informativo. Verificar detalladamente la disposición de cada periodista por día, para no atiborrar o recargar  más a unos que a otros. Mejorar la elaboración del plan de trabajo del Departamento de Programación e Información y que sus reuniones sean más concisas. Se debe controlar más el trabajo. Se necesita  la adecuada disponibilidad tecnológica para que el trabajo sea eficiente.

Rescatar la sección del comentario en el Noticiero.  Los periodistas han hecho intentos, pero debe personalizarse esa sección, quizá con la ayuda de especialistas que ofrezcan un punto de vista desde otra óptica.

Trabajar con más amor y dedicación. Que exista mayor comunicación entre todos los departamentos para que el trabajo sea positivo. Mantener la igualdad para todo y no favorecer por compañerismo. Garantizar un mayor control del cumplimiento de la actividad específica de cada trabajador. Tener todo el transporte funcionando. Perfeccionar el estilo de dirección participativo. Buscar nuevas vías que permitan conocer mejor los intereses y necesidades de los miembros de cada área y de los televidentes.

Mejorar la infraestructura. Trabajar con los cuadros en cuanto a métodos de dirección, superación del personal joven en materia de comunicación. Ganar en estabilidad en la Comisión de Calidad de los programas.

Trabajar mejor con los conductores,  no solo respecto a su imagen sino también al uso y cuidado del idioma, la gestualidad, la presencia escénica.

El Telecentro debe  continuar  afianzando su labor mediante un periodismo eficaz, objetivo, veraz, reflejo de la realidad y en constante vínculo con la población, sin compromisos personales ni repetidor a ciegas de las fuentes utilizadas. Debe perfilar su trabajo hacia  todos  los  lineamientos  de  la  vida  económica,  pero con mayor profundización en los sucesos de las comunidades de cada municipio, sin obviar las cabeceras municipales y provinciales.

A pesar de los señalamientos existe un juicio favorable sobre el trabajo del Telecentro, sobre todo por los resultados que van obteniendo: un nivel de teleaudiencia por encima de la media nacional; la aprehensión de la técnica y los recursos audiovisuales en función del público; los programas con un buen nivel de realización artística;  el interés del personal por su preparación profesional;  los resultados que arrojan las técnicas de investigación que se aplican; los premios en los concursos y eventos convocados, etc. El criterio es que hay mucho talento y nivel profesional para mantener una programación variada, balanceada temática y genéricamente.

Los directivos de la Cultura en la provincia reconocen el salto cualitativo y cuantitativo que se ha experimentado en la cobertura a las actividades y resaltan el papel de TunasVisión como archivo cultural del territorio. Reconocen el talento de los realizadores y la disposición de cubrir los eventos culturales y su agudeza para descubrir acciones importantes dignas de ser publicadas.

Plantean que la UNEAC y el Telecentro tienen un vínculo muy estrecho y se trabaja bilateralmente. Resaltan que las limitaciones de recursos condicionan, en alguna medida, el buen desempeño de los trabajadores, el ascenso que han experimentado en todos los sentidos y las anécdotas que ya se van acumulando a su alrededor. Para todos resulta significativa la participación del televidente, cuestionando, proponiendo cosas, alentando, lo que evidencia la adquisición de una cultura televisiva.

Los trabajadores de la Prensa reconocen el vacío que ha llenado TunasVisión y su carácter básicamente territorial y comunitario; aunque la frecuencia con la que colocan la cámara en la calle y la cercanía a la cotidianidad del tunero aún no satisfagan las expectativas de los televidentes. Plantean que se pudiera extender a otras zonas de la provincia que han sido insuficientemente reflejadas; y la necesidad de que el Telecentro también se haga eco de las inquietudes de la población, por lo idóneo que resulta el medio televisivo para amputar todo lo que constituya un freno al desarrollo.

Resaltan la variedad de programas como una intención marcada de representar a todos los sectores sociales y la presencia constante del pueblo en el Telecentro. Resulta significativo, a su juicio, la habilidad de los trabajadores del Canal de valerse de todos los mecanismos a su alcance para llegar con mayor frecuencia a su teleaudiencia, no solo en la cabecera provincial,  sino también en los municipios  a través de las corresponsalías.

El personal de la cultura aún se siente insatisfecho con la frecuencia con que se transmiten programas o temas de su sector, en contraste con el criterio de especialistas de la prensa y otras microcomunidades, que plantearon una tendencia a concentrarse en dichas temáticas. Esto apunta a que este sector es uno de los más activos, muy sensible al criterio del público con relación a su obra y por tanto, necesitado de verse reflejado con mayor frecuencia en la pantalla.

Lo expuesto aquí corrobora  que a pesar de que el público valora de positivo a TunasVisión existe una gama de preferencias, criterios y gustos que el Medio debe  tener  en  cuenta  para  enfocar  su  trabajo  y  líneas  editoriales  en  lo adelante. El empleo  de  diferentes  técnicas  de investigación demuestra la veracidad y cientificidad de los resultados de este estudio, que hasta aquí justifican el problema, los objetivos y la idea por defender planteada.

La  recuperación  de  los  modos  de  apropiación  y  consumo  que  hacen  los públicos en la vida cotidiana, conducen invariablemente a problematizar el efecto que producen los medios, en este caso TunasVisión.

Hay rechazos, aceptaciones, opiniones, pero sobre todo, hay creación de nuevos significados, no como un acto individual, aislado, sino que está integrado al marco de referencias culturales y al contexto social.

2.3.3 La consulta a expertos

Esta técnica fue aplicada a Iliana Toirac Ruiz, directora del Canal Territorial TunasVisión; Carlos Andrés Tamayo Rodríguez, presidente de la UNEAC en la provincia; Adalys Ray  Haynes, presidenta de la UPEC en Las Tunas, Eugenio Ramos González otrora director del Canal y Jefe del Departamento Ideológico del Buró Provincial del Partido y a Margaret Balanza Recasén, productora con más de 10 años de experiencia en el Telecentro y antiguamente Directora del Departamento de Información y del Técnico.

Respecto a si TunasVisión es un fiel exponente de la realidad sociocultural y política del tunero Eugenio Ramos y Margaret Balanza plantean que sí, ambos coinciden en que posee una parrilla diseñada para reflejar al tunero. Margaret especifica que TunasVisión posee un noticiero LTV  Noticias que tiene el peso de lo noticioso, aunque hay que reconocer que es una provincia que no genera muchas noticias de impacto; pero cuenta con los mejores profesionales de la comunicación (periodistas) que muestran en el audiovisual la realidad tunera (aclarando que no siempre como ellos desean), de igual forma los demás programas provienen del pueblo, de su quehacer, aunque todavía hay limitantes,  no solo materiales, que no lo hacen como el canal comunitario que es, además no existe una representatividad de todos los municipios en nuestro Canal provincial.

Adalys Ray considera que elevar la identidad del tunero y acercarlo de manera más participativa a los cambios del entorno provincial forman parte de las funciones de TunasVisión y que el colectivo del Canal  cumple con ese encargo cada día,  y cada minuto de transmisión.

Aclara que desde el 30 de diciembre de 1999, fecha en que apareció esa Televisión local,  es fiel exponente de casi toda  la realidad sociocultural y  política del tunero y reitera que ningún proceso de comunicación, como sucede en este caso del Telecentro mencionado, puede ser felizmente duradero en el tiempo si no cuenta con el apoyo y la aceptación de quienes han de verse reflejados en pantalla y en tal proyecto televisivo. Por lo que en su condición de periodista, observadora e  investigadora,  afirma que TunasVisión tiene un lugar en la vida de  las tuneras y  los tuneros.

Por su parte Carlos Tamayo refiere que es un exponente de la realidad sociocultural y política del tunero, pero no un fiel exponente porque para ello tendría que tener recursos que le permitan reflejar la realidad y llegar a muchos lugares de esta provincia que quizás nunca han salido por TunasVisión. “La Televisión es una industria que necesita de muchos recursos y la nuestra, comunitaria, recibió un equipamiento hace algún tiempo, pero se han deteriorado las cámaras y llega el momento en que hay cosas muy importantes que suceden y no las reflejan porque no pueden llegar hasta allí”.

En cambio Iliana Toirac de manera muy autocrítica plantea que “falta camino por andar para llegar a ser un fiel exponente” de esa realidad, aclara que se realiza un esfuerzo muy significativo atendiendo a la situación tecnológica que posee el Telecentro y a los recursos humanos con los que cuenta para reflejar esa realidad sin dejar de reconocer que hay espacios vacíos en la información. Considera que a veces no son todo lo oportuno en poder explicar, en poder divulgar porque hay razones de orden objetivas muy fuertes que impiden ser lo fiel que pudieran ser.

Para Eugenio Ramos la programación del Canal es buena y  abarcadora, está en correspondencia con la Política de Programación del ICRT, que establece que deben existir programas para los diferentes públicos que conforman nuestra sociedad. En consonancia afirma Margaret Balanza:

“La parrilla de programación está conformada a partir de lo que establecen las resoluciones (…) un programa campesino, uno cultural, interactivo, juvenil, revista de orientación e información…; pero está faltando la política de programación de guiar con intencionalidad esos espacios que reflejan al tunero; pero con una mayor intencionalidad y profundidad en lo que  es bueno (…) es buscar con frescura, inteligencia y técnica novedosos la manera de decir.” 

“La intención del canal es la más ambiciosa de la región oriental, recuerdo  reuniones de trabajo para mantener programas infantiles, especializados, históricos y dramatizados. Esa es una televisión de lujo para un canal local, y se hace en Las Tunas.

Por esa razón obtuvo y obtiene  importantes premios y reconocimientos. Hoy tengo la mejor opinión del canal. Sin TunasVisión la provincia no sería la misma. En sus archivos están las imágenes, programas y  trabajos periodísticos  de lo que era cotidiano que  se convirtió en noticia en Las Tunas.”  Expresa Adalys Ray

Carlos Tamayo piensa que la programación del Canal es variada,  “el Telecentro de Las Tunas tiene realizadores que están en una vanguardia en el país. En los Festivales de la Televisión la provincia  siempre  obtiene  muchos premios,  y si usted lo compara con otros territorios,  pues se nota que hay un  talento artístico con muchas posibilidades.

Para la directora del Canal la programación es “muy decorosa, digna, y que se ajusta a los requerimientos de la política de establecida por el ICRT.

Afirma la directora que: “tendría que reconocer también que tenemos que mejorar en  la realización de programas mucho más atractivo,  y más objetivos,  y que reflejen con mayor nitidez cualquier temática de la que estemos tratando. Se hace necesario perfeccionar la manera en se trate el hilo conductor de un tema, (…) no hablo de tematizar toda la programación, el Canal tiene que perfeccionar su línea editorial para que desde su línea editorial,  tanto la parte informativa,  como la programación tributen a esa línea editorial. (Iliana Toirac)

Al respecto Adalys Ray considera que TunasVisión también necesita cambios y sugiere en primer lugar la realización de investigaciones que abarquen los públicos, las agendas cotidianas y la recepción y en segundo tratar cada día que la rutina profesional, de llevar la puesta en pantalla no le permita ver los necesarios cambios.

Además considera que:

Se deben trasmitir solo los programas que enseñen a los tuneros y tuneros algo nuevo, y aceptar proyectos audiovisuales novedosos.

Necesita la programación dar la sensación de inmediatez y el frescor de los programas en vivo”.

El cambio es difícil cuando se trata de audiencias,  pues cambiar significa que quiénes tenían una rutina televisiva se encuentran con otro producto para el que no están preparados.”  (Adalys Ray)

Margaret Balanza considera que el Canal hoy se transforma, “quizás no todo lo que se desea; pero se transforma, aunque para este cambio tiene que existir un componente especial: sentir como artista, soñar y apoyar esos sueños amén del presupuesto económico”.

Sugiere que deben existir cambios quizás no en lo profesional, pero si en la sensibilidad espiritual de quienes tiene la difícil tarea de dirigir personas inteligentes, que saben lo que hacen, pero igual necesitan orden, generado con el respeto que da el conocimiento de lo que se  hace.

Para Carlos Tamayo el país entero está viviendo un proceso de transformación, y  que el Canal está en función de una política del Partido para los medios masivos de información y está propenso a cambios, pero solo aquello que debe ser cambiado.

Entre los cambios que propone como televidente  refiere el programa campesino, en el que  no aparecen agrupaciones que promueven este tipo de música, como el conjunto Cucalambé, ni los poetas repentistas profesionales.

También alude a la diversidad temática,  enfocada en función de hacerla asequible para todo tipos de públicos,  aunque el programa que la aborde esté destinado a uno específico. Se preocupa por los problemas con la frecuencia por donde es transmitida la señal y la pésima calidad de esta última.

Solo Eugenio Ramos niega la necesidad de cambios del Canal, aunque especifica que de existir alguno solo sea

 “los que imponga la dinámica de una programación que no debe permanecer estática. Se debe estar atento a los cambios, cuando sean necesarios, en conducción. Cuidar la imagen de cada persona que sale en pantalla, maquillaje, vestuario, no solo elegante, sino adecuado a cada espacio. Cuidado extremo con el lenguaje, la redacción de textos en los informativos, la palabra más precisa en cada lugar desde la sencillez”. (Eugenio Ramos)

Todos coinciden en que el principal problema que afecta al Telecentro es el tecnológico, Adalys Ray plantea que la Televisión es cara y necesita tecnología nueva constantemente, y cada vez que una cámara deja de funcionar, o una computadora se detiene, la puesta en pantalla está en peligro.

No obstante el factor humano también juega un importante papel, por eso Margaret Balanza expresa que “los problemas son de todo tipo, es cierto que tenemos una técnica deprimida que cumple 15 años, pero sigue siendo la misma con que se hacen los programas diarios, por eso pienso que lo principal está en motivar y tener a un colectivo contento. Tiene que existir más allá de una voluntad política que hay que cumplir deseos de satisfacer sueños y esto solo se logra con el conocimiento que se adquiere todos los días haciendo Televisión”.

Según Iliana Toirac no solo los elementos objetivos relacionados con la carencia de recursos,  tanto materiales como financieros,  afectan la puesta en pantalla, porque hay elementos que son de orden subjetivo y que tienen que ver con la planificación, la organización, la disciplina tecnológica y los requerimientos que existen para la realización de audiovisuales,  que dan al traste con el trabajo final.

De manera general los expertos consideran que TunasVisión sí juega el rol social para el que fue concebido;  según su directora: “éste tiene un reto muy grande,  porque el Canal no puede estar desligado a los cambios políticos, socioeconómicos y culturales que hoy enfrenta el país, a través de la implementación de los lineamientos del Partido y la realidad que vivimos los cubanos,  y en este caso,  los tuneros”.

Considera que hay que ser mucho más fuerza en las investigaciones sociales para poder seguir retroalimentando al Canal sobre lo qué piensa el tunero, qué desea, qué considera, qué opina,  qué sugiere, para saber por qué camino se anda y no confiarse en que lo están haciendo todo bien, sino que hay mucho por  perfeccionar.

Para Eugenio Ramos el Canal sí juega el rol social para el que fue concebido, pues “educa, informa y entretiene. Pero lo más interesante es que educa informando y entretiene educando”.

El rol social del Telecentro se puede apreciar “en la calle, en todos los lugares públicos donde se te acerca la gente y te sugieren, te comentan sobre lo que quieren de TunasVisión, se identifican con él”. (Margaret Balanza)

“Decir que el Canal no juega el rol social para el que fue concebido, es negar la propia creación del Telecentro. El Canal forma parte de  la vida de Las Tunas. Ahora falta que quiénes se encargan de la programación piensen   cada día en una mejor puesta en pantalla.” (Adalys Ray)

Como puede apreciarse  la consulta a expertos manifiesta una pluralidad de criterios en las cinco interrogantes formuladas. Acercarse más a la vida del tunero, a su idiosincrasia, a su hogar en las comunidades apartadas, mejorar el diseño y el tratamiento de la imagen, la conducción, trabajar la diversidad temática, perfeccionar la programación, así como engranar los mecanismo de retroalimentación de los criterios y opiniones de los televidentes y realizar investigaciones sociales para medir la salud del Canal, son algunas de las cuestiones que señalan y que también son recurrentes en las entrevistas semiestructuradas y en las encuestas aplicadas.

El balance temático y territorial se debe adecuar a la política trazada y a los intereses de los receptores. Es notable cómo en la aplicación de cada técnica investigativa (encuesta y entrevistas) se recomienda la necesidad de incrementar los trabajos con enfoque crítico y de investigación. Los expertos no omitieron esta dificultad; la acentuaron aún más; y refirieron las insatisfacciones que provoca en los televidentes la falta de seguimiento de estos trabajos,  por parte de TunasVisión.

2.3.4 La observación.

Mediante la aplicación de la Guía de Observación de tipo participante (ver anexo V) quedó evidenciado lo siguiente:

El televidente conoce acerca del tema en cuestión y lo hace de una manera espontánea. Tiene conocimiento de causa y opina con argumentos sólidos acerca de cualquier programa, sección  o temática de TunasVisión.

Una gran cantidad de televidentes tienden a inclinarse por TunasVisión, por lo  atractivo  del  mensaje  y  por  los  intereses  personales  o  de  sus colectivos de trabajo o comunidades.

Es notable la influencia que ejerce TunasVisión sobre el público receptor, pues los televidentes disponen de espíritu crítico ante el Medio, evitando ser un simple receptor de mensajes estéticos-informativos.

Las   diversas   valoraciones   escuchadas   dan   cuenta   de   la   gran repercusión que tiene TunasVisión entre sus televidentes.

El público disfruta y hasta se emociona en hablar de su Telecentro y de la posibilidad de sugerir secciones, temas, espacios, cambios de horario.

La crítica, el reflejo cada vez más real de la sociedad, el entretenimiento, y los problemas que atañen fundamentalmente a la juventud, son las aristas más señaladas.

Los participantes en estos encuentros, consultados y entrevistados no solo se identificaron con conductores y periodistas, sino también con secciones y temáticas de TunasVisión.

Los televidentes no se consideran un ente pasivo, sino muy activo. Una persona que decodifica a TunasVisión tiene un significado de lo que está  observando y escuchando, le va otorgando distintos sentidos a lo que le llega de este medio de comunicación y es capaz de proponer cómo mejorar ese producto comunicativo.

Si  analizamos y comparamos detalladamente  los resultados de  las diferentes técnicas empleadas nos  llevan al razonamiento  de  la  coincidencia  en  los datos  obtenidos  de  las  disímiles  fuentes consultadas,    lo  que  valida  la necesidad  e importancia de este estudio de la recepción para dinamizar el sistema de producción de TunasVisión en función de atender las necesidades, preferencias e inquietudes estético-informativas de sus televidentes.

La diversidad temática y de soluciones para mejorar el trabajo de TunasVisión propuesta por sus televidentes demuestra cuánto queda por hacer para que el sistema de producción del Medio en cuestión se acerque a las preferencias del público por el cual existe.

2.3 Diagnóstico estratégico. Matriz DAFO.

FORTALEZAS:

             Altos niveles de recepción y consumo del Canal.

             Un público claramente definido.

             Goza de prestigio dentro de sus televidentes.

             Colectivo de trabajadores joven y emprendedor, consagrados, les gusta lo que hacen, lo disfrutan, tienen compromiso con lo que realizan.

             Creciente nivel cultural de los trabajadores.

             Existencia en el territorio de un grupo científico encargado de apoyar a los medios de comunicación en sus estudios de públicos.

DEBILIDADES:

             Poco seguimiento a temas críticos por parte de TunasVisión y la casi nula respuesta de los organismos implicados en ellos.

             Carencia de opinión propia en los periodistas sobre los temas que abordan.

             Poca presencia de una crítica constructiva por parte de los directivos del Telecentro.

             No se cuenta con un sistema de retroalimentación efectiva con los televidentes.

             Equipamiento en mal estado técnico.



AMENAZAS:

             Incremento en canales nacionales con programación variada que compiten por la atención de los televidentes, con mayor tiempo en el aire y con una programación más variada que la de TunasVisión.

             Medios técnicos que dependen del organismo central.

OPORTUNIDADES:

             Los televidentes de TunasVisión se consideran un ente muy activo, capaz de decodificar lo que ven y  otorgarle distintos sentidos a lo que les llega de este medio de comunicación así como proponer cómo mejorar su producto comunicativo.

             Existe un interés bien definido por la Dirección del Partido en apoyar y desarrollar las investigaciones relacionadas con públicos en función de optimizar el trabajo de los medios.











































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