Ahora recuerdo aquel 26 de julio de 1978, cuando la vieja
rotoplana parió por fin el primer número del diario 26, un hecho que marcaba un
hito en la historia de la joven provincia de Las Tunas, pero sobre todo, se
alzaba un reto enorme ante el bisoño colectivo de periodistas y trabajadores.
Y recuerdo al colectivo enardecido que vibraba de emoción y
de alegría, porque había mucho escepticismo ante el hecho de lograr la tirada,
con una vieja rotoplana que se había pasado años a sol y sereno, y Eduardo
Infante, el mecánico del taller, son su ingenio, la echó a andar, pero las
dudas flotaban en ver si en verdad podría lograr la tirada completa.
No se puede describir la alegría del colectivo de
periodistas y trabajadores cuando salió el primer número del periódico, ya en
horas de la mañana y José Infante, el director, y Carlos Tamayo, estudiante
universitario que colaboraba con el periódico, partieron hacia Santiago de Cuba
para llevar los primeros ejemplares al Comandante Faure Chomón Mediavilla,
primer secretario del Partido Comunista en la provincia, para que los entregara
a Fidel Castro y los demás dirigentes de la Revolución.
Aunque el 26 de julio fue el clímax de aquel inédito hecho,
fueron días intensos de trabajo previo a la salida de 26, con la inexperiencia
golpeando al colectivo, y el aprendizaje de los equipos de las artes gráficas.
Fueron duras aquellas primeras jornadas, en las que cada día
era un reto para los jóvenes, e incluso para los de más experiencia, por lo que
significaba un diario para el bisoño colectivo.
Fueron duras las jornadas por lo que implicaba imprimir un
periódico diario con una vieja máquina rotoplana y fueron muchas las ocasiones
en que los maquinistas y buena parte del colectivo amanecían porque aquel
aparato comenzaba a romper el papel y era lo de nunca acabar.
Mas, sobre todo, fueron jornadas de gloria.
Las Tunas, 26 de julio de 2013, 35 años después de la
histórica hazaña. El periódico 26, hoy como semanario, sigue en pie, informando
al pueblo y escribiendo la historia de Las Tunas para las actuales y futuras
generaciones.
Buena parte de su colectivo inicial también está en pie,
algunos de sus integrantes en el mismo medio, o en otros y algunos jubilados,
pero todos, orgullosos de aquel día de 1978, que marcó una fecha imborrable en
la historia de esta provincia.
Por Miguel Díaz Nápoles