Un infarto agudo del miocardio silenció a este entrañable
colega, del cual la mayoría en Las Tunas aprendimos del oficio.
Pepe como le conocimos en el sector, tuvo el privilegio de
ser de los primeros en Radio Libertad, como operador de audio, administrador,
periodista, luego en Tele Rebelde su desempeño de camarógrafo, le avaló para
estar en las coberturas más importantes de Oriente y selló su rico andar en la
corresponsalía de Tunasvisión donde se jubiló.
Igualmente estuvo en
los tiempos de fundación de la Unión de Periodistas de Cuba.
Su provechoso caminar
le valió para merecer el Premio Provincial por la Obra de la Vida Rosano
Zamora Padín, el cual recibió como una de las más hermosas gratitudes de la
existencia.
A pesar de que los meses no los acogió con optimismo Pepe
estaba ahí para departir con colegas y amigos, trasmitirle su sabiduría,
escuchar los informativos, de la radio local, leer el periódico.
El día de la prensa nos juntamos en su casa y él como buen anfitrión conversó, rió y se fotografió. Tomó entre sus
manos la cámara de TV para sentar que todavía tenía pericia en el oficio y
sentimos el goce que le provocaban aquellos segundos. Así de sencillo era este
hombre.
Luego nos volvimos a encontrar el día de su cumpleaños, pero
ese día Pepe no era el mismo, ya estaba cansado. No obstante tomó aires y
siguió hasta hoy cuando del sueño pasó a la muerte, sin fatigas, en recompensa
a la bondad con que obró en cada minuto de su preciada vida.
Esta madrugada cesó su corazón ese que nos regaló a todas y
todos y en el que jamás hubo maldad, ni desprecio, tampoco rencores, todo lo
contrario.
José Ramón Lobón Palau alcanzó la cima de la grandeza
humana, por eso hoy hacemos silencio ante su partida. El silencio es expresión
exacta del dolor que nos produce la muerte de Pepe Lobón.
11 de julio del 2016
Por: Rosa
María Ramírez Reyes