Como cada año,
este 28 de enero en Cuba y en numerosas partes del mundo se conmemora un nuevo
aniversario del natalicio de nuestro Héroe Nacional y Apóstol de la
Independencia, José Martí.
Se cumplen
166 años de aquel día de 1853, en que viera la luz el más preclaro, insigne y
universal de los cubanos.
Tenía solo 42
años al caer combatiendo en Dos Ríos y ya había escrito una larga historia como
revolucionario, escritor, poeta, diplomático y periodista, al servicio de las
causas más justas de la Humanidad, entre ellas, la lucha por la independencia
de Cuba.
La fecha de
su natalicio, se convirtió en momento, NO solo para recordarlo con desfile
patrióticos de los estudiantes en todo el país. Surgirían las marchas juveniles
de las antorchas y otras celebraciones políticas y culturales, que sirvieron
para renovar las ansias libertarias e independentistas de sus compatriotas.
Por ello, no
es casual, que el año de su Centenario, fuera escogido por Fidel y sus
compañeros, para reiniciar las luchas por conquistar la Patria que había soñado
y por la que ofrendó su vida.
Entonces, la
juventud del Centenario, comenzó a labrar una nueva historia en nuestro país,
guiada por el pensamiento y la trayectoria martiana.
A 60 años del triunfo revolucionario de
1959, los cubanos de hoy, nos disponemos a rendirle a Martí, un nuevo homenaje.
El próximo 24
de Febrero, fecha que marca un aniversario más del inicio de la guerra
libertaria liderada por él, tendremos una nueva cita con el Apóstol.
Iremos a las
urnas a recordarlo y enaltecerlo para aprobar una Constitución como él
quería: “Con todos y para el bien de
todos” .
Tampoco es
casual, que en el Preámbulo de la nueva Constitución, se declare nuestra
voluntad, de que la ley de leyes de nuestra República esté presidida por el
pensamiento martiano: “Yo quiero que la Ley primera de nuestra República, sea
el culto de los cubanos a la dignidad
plena del Hombre”.
Por: Luís Manuel Quesada Kindelán