De acuerdo con algunas investigaciones de hace una década y
realizadas entre expertos y usuarios de las tecnologías, el dispositivo móvil
sería la principal herramienta de conexión a Internet para la mayoría de las
personas en el mundo en 2020.
Y, en
determinados estudios, se precisaba que el futuro de la prensa podría depender
de una apuesta por los contenidos multiplataforma, con especial relieve para
los smartphones y los e-lectores.
La realidad nos devuelve la confirmación de aquellos
augurios, sobre todo si comprobamos algunas cifras sobre el tráfico en aumento
de usuarios que llegan a nuestros sitios digitales desde sus versiones para
teléfonos o desde las redes sociales.
El creciente acceso de la población cubana a la conectividad
y la disponibilidad de dispositivos de esta naturaleza nos ubican en un
escenario similar al que motivaron aquellas consideraciones. De ahí que también
aumente el interés de los profesionales del sector por dominar las herramientas
para elevar la eficacia del llamado ya Periodismo Móvil.
Con esta idea la Upec en el periódico 26 realizó un taller,
conducido por István Ojeda Bello, presidente de la Delegación de Base y premio
nacional Juan Gualberto Gómez en Hipermedia. Compartir algunas de esas
aplicaciones concebidas para los celulares fue el pretexto para generalizar
buenas prácticas y marcar la ruta para informar desde la pantalla telefónica.
Entre las herramientas más buscadas por los colegas y que nos permiten ganar
tiempo de trabajo, se socializaron principalmente la de transcribir las
grabaciones, editar audios, imágenes y videos.
Las transmisiones en vivo desde Facebook y twitter, los
podcast y la publicación de videos, con valores propios y no solo complemento
de los materiales, se han incluido en las rutinas del colectivo hacia un
pensamiento multimedial. A estas se une el manejo eficiente de los perfiles
institucionales e individuales de las redes sociales, a partir de la materia
prima que seguirá siendo el contenido y la óptica periodística. El Periodismo
Móvil viene a proveernos de un empleo óptimo de los recursos en las manos, una
notable inmediatez y más cercanía con las audiencias, aquí y ahora.
Por Iris Hernández Rodríguez