El ingreso en los últimos años al sector periodístico cubano, de una nueva hornada de profesionales, formados en varias universidades del país, tras una rigurosa selección, ha enriquecido, la frescura, inmediatez y profundidad de los análisis de nuestra prensa escrita, la radio, la televisión y agencias de noticias.
Esa es una realidad incuestionable, de la cual todos nos sentimos altamente complacidos y optimistas de su actual y futuro desarrollo.
No es de extrañar, que desde la más distante emisora municipal, hasta los diferentes medios provinciales y nacionales, surjan talentosos jóvenes, capaces de presentar trabajos de alta factura informativa y obtener reconocimientos de sus públicos y lauros en certámenes de las diferentes instancias.
La formación de una cantera inagotable de talentos en todas las esferas de la sociedad cubana y particularmente en el periodismo, es otro de los logros de la Revolución, de su modelo socio-económico y de su abarcador sistema educacional, que ofrecen oportunidades a todos por igual, desde la enseñanza primaria hasta los más altos grados académicos.
Existen numerosos ejemplos de profesionales, científicos y técnicos de alta calificación, que dan muestras del alto nivel alcanzado por nuestros investigadores, en todas las esferas, muchos de ellos reconocidos a escala internacional.
El joven relevo de periodistas, ha llegado a sus medios respectivos, con el ímpetu que caracteriza a las nuevas generaciones y el ánimo de realizar cosas nuevas y buenas, sin desdeñar la experiencia de los más veteranos, algunos de los cuales se mantienen activos y otros ya jubilados.
La normal sucesión de generaciones transita como un proceso lógico de la vida, sin antagonismos y marcado por un alto concepto de respeto mutuo.
Cada tiempo ha tenido momentos de dificultades, de retos y de obstáculos, que a veces parecieron insalvables, pero triunfaron la voluntad y el tesón de quienes les correspondió enfrentarlos con dignidad y valentía.
Hoy nuestro país vive una nueva etapa, en un escenario diferente en el aspecto tecnológico, que incluye una permanente batalla ideológica, frente a un enemigo, que emplea todos los recursos a su alcance para destruirnos.
Corresponde al periodismo revolucionario de estos tiempos, escribir nuevas páginas de heroísmo, junto al pueblo al cual se debe.
El botón de muestra de la alta calidad humana y profesional, en las redacciones de nuestros medios, nos indica que podemos estar confiados de que lograremos, lo que deseamos y necesitamos en nuestra prensa revolucionaria.
Por: Luís Manuel Quesada Kindelán