miércoles, marzo 25, 2020
Anteriormente, se había "ensayado" esta modalidad de laborar ante la escasez de combustible en el país, que redujo al mínimo el consumo eléctrico de muchas instituciones. Otra vez, el hogar se vuelve redacción, porque las tecnologías lo han facilitado.
La significativa necesidad de mantener informada a las audiencias requiere planificar y diseñor las maneras de hacerlo, porque cada día se actualizan las ediciones digitales de los medios de prensa, salen al aire las parrillas informativa y de programación de la Radio y la Televisión; pero, también las redes sociales exigen datos precisos y fiables, criterios y reflexiones agudas.
La función periodística en estas circunstancias permite mantener en todos la confianza, el optimismo, mientras se promueve el distanciamiento social y la higiene, sin importar el soporte que se emplee para ello.
El teletrabajo tiene además un respaldo institucional para conducir el proceso y aprovechar las herramientas periodísticas allí donde más se requieran. Sin renunciar a que en determinados momentos las videoconferencias, el chat o el teléfono no nos permitan realizar todo lo que la situación amerite.
Mientras se evaden los juguetes de los más pequeños, se hace pausa para el almuerzo, se designa un miembro de la familia para salir a hacer los mandados, el Periodismo de este momento lleva implícito el crear en colectivo, en equipo, en familia.
La pandemia global que ha teñido de muerte el inicio de la primavera en el Hemisferio Norte no puede impedir que el miedo nos paralice. La incertidumbre no nos puede alejar de la noticia, porque siempre habrá alguien esperando la información veraz, cercana geográficamente.. alguien que nos ofrezca las certezas y la esperanza.
Por Iris Hernández Rodríguez
