miércoles, julio 15, 2020
La Upec está de cumpleaños. Fundada el 15 de julio de 1963, la Unión de Periodistas de Cuba se sigue haciendo a sí misma de la mejor manera, a la medida de los más jóvenes, con el espíritu de los fundadores y ajustada a los tiempos actuales.
Por eso en este aniversario, en Las Tunas se dedica la celebración a directivos y periodistas que durante la contingencia sanitaria por la pandemia de la Covid-19 entregaron su talento y profesionalidad a una nueva dinámica informativa. También a los colegas recién premiados en el Concurso Nacional de Periodismo 26 de Julio, en el cual la provincia obtuvo resultados superiores a otras etapas.
Hace pocos años uno de los más recientes presidentes de nuestra organización gremial, Antonio Moltó, decía: “La UPEC sirve para ponerle luz al país. Para hacernos fuertes, para unir, para evitar la dispersión. La UPEC sirve para premiar al que lo merece, y para llamar la atención contra la injusticia cuando no se premia al que lo ha ganado en buena lid. La UPEC sirve para decir sí donde otros dicen no se puede (…) La UPEC será lo que nosotros queramos que sea. Más nada”.
Para seguir creciendo y creciéndonos, para definir rutas y mantener la brújula del compromiso con nuestros principios y con la verdad, apagaremos simbólicamente las 57 velitas del cumpleaños de una organización rejuvenecida y fortalecida.
De aquellos momentos iniciales continuamos recordando el contexto. Este fue resultado de la unión de los profesionales de la prensa hasta entonces agrupados en el Colegio Nacional de Periodistas, la Asociación de Reporteros de La Habana, la Asociación de la Prensa de Cuba y centenares de pequeñas organizaciones y asociaciones periodísticas que agrupaban a reporteros, corresponsales, correctores de pruebas, fotógrafos, camarógrafos, dibujantes y humoristas.
La imagen de la celebración en este 2020 será similar a otras en consagración, en servicio público, en compromiso. Pero cuando miremos atrás veremos redacciones diferentes desde el espacio físico, vencedoras de nuevos desafíos.
Por Iris Hernández Rodríguez
