Las Tunas.- La tragedia sigue haciendo
de las suyas en la comunidad periodística tunera. En la tarde de este 22 de
agosto falleció aquí Elmer Almaguer, un jubilado del Semanario 26, quien dedicó varias décadas de su vida al oficio de formatista desde los tiempos en
que los textos periodísticos se «paraban» en letras de plomo antes de ser
impresos y la publicación se «tiraba» el taller de la calle Colón.
Elmer fue todo un
personaje en el gremio, fundamentalmente por su aguzado sentido del humor. De
las circunstancias más increíbles era capaz de construir un chiste inteligente
y de hacerlo público con una economía de palabras asombrosa. Algunas de las
anécdotas más simpáticas del colectivo lo tuvieron a él como protagonista, y se
han repetido por años sin que ninguna se haya desgastado por el uso.
En 26 era una imagen familiar verlo en su
mesa de trabajo, mientras calculaba los espacios y distribuía los materiales de
la próxima edición en una plana en blanco con la ayuda de su inseparable tipómetro,
una regla metálica graduada que nadie como él sabía manejar. «Elmer, quiero que mi trabajo vaya aquí»,
señalaba un colega sobre la plana. Y él lo complacía. «La foto, en vez de ahí,
colócala aquí», le pedía otro. Y también. Nunca una mala cara. Jamás un gesto
adusto.
Se acogió a la
jubilación hace alrededor de una década. En apariencias estaba bien, pero él
sabía que no, y la enfermedad no demoró en aparecer: Mal de Parkinson. Nunca
más volvió a ser el mismo. Muchos de sus compañeros de trabajo lo visitábamos y
hasta celebramos un cumpleaños. Pero el deterioro físico continuó hasta que hoy nos llegó la triste
noticia. Tenía al fallecer 76 años.
Las colecciones del
Semanario 26 —incluyendo la época de periódico diario— agradecen su diseño a las manos laboriosas y creativas de Elmer. El
ejemplo y el anecdotario que dejó lo sobrevivirán. Sus compañeros, colegas y
amigos le deseamos descanso eterno.