El jurado de periodismo impreso en el reciente concurso de Periodismo Histórico, compuesto por Alicia Conde Rodríguez, Víctor Joaquín Ortega Izquierdo y Pedro Antonio García Fernández, decidió otorgar el premio al trabajo Audaz revolucionario y agente secreto mambí, de Pastor Batista Valdés, publicado en la revista Bohemia.
Las razones de la selección-precisa el jurado- se basaron en la habilidad para revelar la labor de un internacionalista francés en la Guerra del 68 “quien con sus certeras informaciones posibilitó varios triunfos de las armas mambisas, entre ellos, la toma de la Ciudad de Las Tunas por Vicente García; la ayuda de este combatiente permitió la sobrevivencia de las fuerzas insurrectas en los momentos más difíciles, cuando se luchaba denodadamente en el Oriente cubano”.
Así consta en el dictamen la relación de este Premio con una figura de la historia local, hilvanada por quien se desempeñara durante varios años aquí como corresponsal de Granma, el colega Pastor Batista.
Sin dudas se agradece dar luz a hechos y figuras relevantes y a la vez poco conocidas, como Charles Philibert Peissot.
El reportaje ampliamente documentado hace notar, para quienes deseeen profundizar más en la historia, que "quizás el más elocuente ejemplo de aporte, la obra
maestra que en silencio moldeó Peissot, esté en la cuidadosa y profesional manera en que
le facilitó a Vicente García toda
la información militar acerca
de la ciudad: fortificaciones,
piezas de artillería, trincheras,
número de soldados, puntos estratégicos para un ataque, momento más apropiado..."
Víctor Marrero Zaldívar, recientemente fallecido e historiador de la ciudad capital durante décadas, convierte su libro Apuntes para una historia colonial de la provincia de Las Tunas en una referencia obligada para el acercamiento a un momento crucial y a personalidades que nos enogullecen, aunque como en este caso llegaran de otras latitudes.
Y es que la gloria y la sangre de los campos cubanos en las luchas libertarias también tiene de la presencia rebelde de valientes como Charles Peiso, quien además viviera en el inmueble que hoy ocupa la Casa Iberoamericana de la Décima.