Title: Study of reception of the code of the Telecentro
Territorial Tunas Vision, Las Tunas province, Cuba.
Autores:
MSc. Lucien Lozada Fonseca (Máster en Ciencias de la
Comunicación, profesor propio del
Departamento de Comunicación Social, Universidad de Las Tunas, Cuba. Analista
de medios de comunicación así como su impacto en las audiencias del territorio,
específicamente el Oriente de Cuba. Años de experiencia en el sector académico:
8.
Correo institucional: lucienlf@ult.edu.cu
MSc. Leonardo Mastrapa Androín (Máster en Ciencias de la
Comunicación, profesor a tiempo parcial
del Departamento de Comunicación Social, Universidad de Las Tunas, Cuba.
Analista de medios de comunicación así como su impacto en las audiencias del
territorio tunero.
Años de experiencia en el sector académico: 12.
Correo institucional: lmastrapa@enet.cu
RESUMEN
El análisis realizado a los estudios de recepción del
Telecentro TunasVisión en Las Tunas,
reveló que las investigaciones relacionadas con los problemas globales de
recepción, aceptación y el impacto particular como consumo cultural de este
Canal, han sido insuficientes para validar sus funciones informativas,
educativas y recreativas dentro de la sociedad tunera.
La investigación desarrolla los referentes teóricos y
metodológicos para adoptar el posicionamiento científico desde la
complementariedad metodológica, y diagnosticar el estado actual de la relación
existente entre el sistema de producción de TunasVisión y las exigencias del
público tunero, en dependencia de sus necesidades, preferencias e inquietudes
comunicativas y elaborar y proponer una Guía Metodológica que permita dinamizar
la labor del sistema de producción del
Canal en función de satisfacer esas exigencias.
El informe se estructuró en tres capítulos y ofrece, además,
conclusiones y recomendaciones.
ABSTRACT
The analysis was
carried out to the studies of reception of the Telecentro TunasVisión in Las
Tunas province; it revealed that the investigations related with the global
problems of reception, acceptance and the particular impact as cultural consumption
of this Canal have been insufficient to validate its informative, educational
and recreational functions inside the society from Las Tunas.
The research develops the theoretical and methodological
referents to adopt the scientific position taking as a starting point the
methodological complements and also to diagnose the nowadays situation of the
existent relation between the system of
production of Tunas Vision and the demanding’s of the population from Las Tunas
according to the their needs,
preferences and communicative preoccupations’ so it was necessary to elaborate
and propose a methodological guide which makes more dynamic the system of
broadcasting production with the function to satisfy these demanding’s.
The information was structured in three chapters and also
offers conclusions and recommendations.
Key words: Process of
Reception and levels of Impact on Television.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad los seres humanos se enfrentan a novedades
y presiones caracterizadas por cambios vertiginosos y una creciente
competitividad, trasformados en retos constantes y un alto desarrollo
tecnológico, lo que ha provocado que los Medios de Comunicación Masiva (MCM)
hayan cobrado gran relevancia; sobre todo, después de la introducción de la
Internet, que permite acercar la noticia o cualquier otro acontecimiento a las
personas con una inmediatez verdaderamente asombrosa.
Son por excelencia órganos de formación de criterios, guías
de conductas, armas eficientes de orientación y educación de las masas,
convirtiéndose en un instrumento de primer orden en la toma de conciencia en
cuanto a ideas y acciones por parte de los grandes públicos.
Tanto la prensa escrita, la Radio, la Televisión y las
ediciones digitales aparecen como formas imprescindibles para conocer y
comprender lo que está sucediendo dentro y fuera del entorno socio-cultural de
cualquier territorio, elevándose a niveles que van desde lo local hasta la universalización
de todo cuanto se desee expresar, convirtiéndolos en un arma increíblemente
poderosa encaminada a transformar estilos de vida, modos de pensar, e
inclusive, posiciones políticas.
Debido a la posibilidad de
combinar los sonidos con la imagen en movimiento, primero en forma
analógica y ahora de manera digital, la Televisión juega un papel primordial.
Sin embargo, el progreso no ha resultado
ser igual en todos los países. Las grandes potencias mundiales son las que
dominan los principales medios y el mercado tecnológico.
Cuba fue uno de los pioneros en América Latina en
desarrollar la Televisión, pero le ha sido muy difícil acceder a las nuevas
tecnologías existentes en el mundo para modernizar sus canales de transmisión,
debido al bloqueo económico que ejerce sobre la Isla la potencia más poderosa
de la Tierra: los Estados Unidos de América.
No obstante durante el 2013 se efectuaron inversiones para
digitalizar la Televisión, proceso que aún se está ejecutando y que avanzará
hacia todo el territorio nacional en la medida que la situación económica del
país lo permita.
La Televisión se erige como un medio de difusión que tiene
entre sus propósitos llegar al telespectador con agrado y variedad, a partir de
una programación portadora de altas virtudes políticas, ideológicas, sociales,
éticas y estéticas al
servicio de los
conocimientos, la defensa de los valores
e intereses de la Nación y de todos sus ciudadanos.
En Cuba mantener
actualizada la proyección
de la realidad
nacional e internacional con un sentido crítico es una de las
principales bases para la selección y transmisión de programas televisivos. Los
que están dirigidos a la formación en los públicos de hábitos, gustos, valores
y la promoción del arte y la cultura como prácticas de desarrollo personal.
En los momentos actuales la Televisión se proyecta al
servicio de un público exigente que quiere verse representado en los contenidos
transmitidos. Con este fin y a voluntad del Consejo de Estado el país cuenta
con una Cadena Internacional, cinco Cadenas Nacionales y una red de Telecentros
distribuidos por toda la Isla.
Concebido con una marcada intención comunicativa el Canal
Territorial TunasVisión se inserta entre estos telecentros que buscan a través
de su quehacer cotidiano, satisfacer desde una perspectiva esencialmente
cultural, educativa y de entretenimiento a los diferentes públicos.
El Telecentro provincial cuenta con un canal municipal en
Puerto Padre y corresponsalías en Colombia y Amancio. Posee una parrilla de 21
programas - en una salida al aire diaria de dos horas aproximadamente- que se
encargan de la masificación de la cultura y se erigen frente a la creciente
penetración imperialista.
Programas de corte informativo, cultural y de orientación a
la familia, son el reflejo de la realidad que viven los municipios, comunidades
rurales, y zonas intrincadas de Las Tunas, que a su vez contribuyen a conservar
la identidad de sus pobladores. El mensaje va dirigido a un receptor bien
cercano, a un público que se siente arraigado de manera creciente y prefiere
verse en su Televisión local, para ver más cercana su realidad, las
transformaciones que en ellas se acometen en aras de una mejor
calidad de la vida material y
espiritual.
Resulta una necesidad de la sociedad contemporánea realizar
un estudio profundo referido a conocer cómo cada programa estimula al
televidente, si las puestas en pantalla retroalimentan de la forma requerida al
público, si poseen aceptación y los aportes que realizan al crecimiento
cultural de las personas; además de conocer las necesidades informativas y
recreativas de los televidentes.
Es aquí donde juegan un rol protagónico los estudios de
recepción, al analizar los mensajes, los ejes temáticos y los tipos de públicos
a los que van dirigidos, en la búsqueda de la comprensión del impacto que van
causando en ellos los productos comunicativos, a partir de un referente
teórico- metodológico establecido y de un modelo determinado.
La revisión y selección de las publicaciones y trabajos científicos realizados acerca de los Medios
de Comunicación y el impacto que ha tenido la Televisión da paso a que la
investigación las utilice como punto de partida. Por ello amerita mencionar
figuras como Mario y Gabriel Kaplún, Jesús Martín Barbero, Guillermo Orozco
Gómez, Rosa Buxarrais Estrada, Maira Cue Sierra, Omar Olazábal Rodríguez, Hilda
Saladrigas Medina, María Margarita Alonso Alonso; quienes, unidos a otros,
constituyen el sustento de la presente investigación y ofrecieron una
perspectiva acerca de cómo la Televisión contribuye a conformar opiniones,
creencias, conocimientos y valores éticos de la sociedad en que vivimos.
Fueron de vital importancia las investigaciones realizadas
con anterioridad en el Canal TunasVisión como las Tesis en Opción al Título
Académico de Máster en Ciencias de la Comunicación Social “Las ideologías
profesionales de los periodistas y su influencia en la producción de noticias
en el Departamento Informativo del Telecentro TunasVisión de la provincia Las
Tunas”, de Oscar Rolando Güides Ortiz (2009); “Discurso periodístico y
representaciones sociales: una mirada interna desde el LTV Noticias”, de
Natasha Díaz Bardón (2009) y “Los valores en la televisión de Las Tunas: el
caso de LTV Noticias”, de Anybis Ramona Labarta García (2009).
También los trabajos de diploma “Plan de Comunicación
Interna para el área de Creativo y Programación del telecentro provincial
TunasVisión”, de Yanisleidy López López (2013); “Plan de Comunicación Interna
para fortalecer el proceso de Producción de Noticias en el Departamento Informativo
del telecentro provincial TunasVisión”, de Rolando Sánchez Sotolongo (2011);
“Televisoras comunitarias en Cuba: más que utopía realidad”, de Menfesi
Eversley Silva (2006) y “TunasVisión: la imagen que usted protagoniza”, de
Yanneris Hernández González (2003); quienes proporcionaron reveladoras ideas
entorno al campo de la comunicación interna, las ideologías profesionales de
los periodistas del telecentro y la comunicación comunitaria en la televisión,
sentando las bases para el estudio de recepción.
Los informes del Telecentro tunero y las pesquisas
ejecutadas por su Departamento de Información y Programación sobre el impacto
del Canal en su teleaudiencia, específicamente los diagnósticos incluidos en el
informe de 2012 y primer semestre de
2013, presentados por la Lic. Saily Pérez Jam,
Especialista en Investigación Social; se convirtieron en antecedentes
obligatorios para desarrollar como tema de investigación el Estudio de
Recepción del Telecentro TunasVisión.
El análisis de toda esta documentación revela que las
investigaciones relacionadas con los problemas globales de recepción, aceptación y el impacto particular
como consumo cultural del Telecentro en Las Tunas, han sido insuficientes para poder validar sus
funciones informativas, educativas y recreativas dentro de la sociedad tunera.
A ello se le suma que las condiciones técnicas para la
grabación y transmisión de la programación no son idóneas, pues aún la
tecnología empleada es muy pobre en cuanto a disponibilidad y modernización, lo
cual limita el trabajo creativo de sus trabajadores. A esto se une el hecho de
que el alcance de la señal no llega a la totalidad de la población provincial y
en muchas localidades del territorio la calidad de la recepción televisiva es
mala.
Lo anterior permite afirmar que no se ha realizado un
Estudio de Recepción en profundidad, ni se ha fundamentado una propuesta
metodológica que contribuya a resolver los problemas detectados.
Llegado a este punto se puede concretar que la anterior
situación indicativa contribuye a que esta indagación se centre en el siguiente
problema científico: ¿Cómo determinar si el proceso de recepción que
manifiestan los públicos de TunasVisión se corresponden con la oferta
televisiva que reciben, en el período comprendido desde noviembre de 2013 hasta
febrero de 2014?
Para solucionar este problema es importante determinar que
el objeto de estudio de esta investigación es el proceso de recepción del Canal
Territorial TunasVisión en Las Tunas y el campo de acción: el nivel de impacto
del Canal Territorial TunasVisión en sus públicos.
Se establece como objetivo general: realizar un estudio de
recepción para determinar el nivel de impacto del Canal Territorial TunasVisión
en sus públicos, teniendo en cuenta sus necesidades, preferencias e inquietudes
comunicativas.
Y como objetivos
específicos:
- Establecer los presupuestos teóricos que sustenten la
presente investigación.
- Diagnosticar el estado actual de la relación existente
entre el sistema de producción de TunasVisión y las exigencias del público
tunero, en dependencia de sus necesidades, preferencias e inquietudes
comunicativas.
- Elaborar una Guía Metodológica que permita armonizar las
preferencias de la teleaudiencia con los
contenidos que se trasmiten en el Telecentro.
Como idea a defender se plantea: el desarrollo de un estudio
de recepción actualizado, permitirá
dinamizar la labor del sistema de
producción del Canal Territorial TunasVisión en función de satisfacer las
exigencias del público tunero.
Para desarrollar esta idea se asumen como categorías y
subcategorías de análisis:
Proceso de recepción: la interacción que se establece entre
el sujeto y el contenido del mensaje que se le transmite por cualquier medio,
la cual es permeada por las características individuales y socioculturales que
determinan su manera de pensar y de ver televisión.
Niveles de impacto del Canal Territorial TunasVisión: modo
en que se articulan los vínculos entre el medio televisivo y sus públicos;
contexto de su producción y recepción, así como, a las mediaciones que
intervienen en esa interacción. Se destacan en tal sentido el sistema
macrosocial, el entorno mediático institucional y el propio público.
Subcategorías:
Estudios de recepción mediática: la herramienta básica y
fundamental para conocer cómo se comporta la emisión de los mensajes que el
medio en cuestión emite, y el
nivel de satisfacción que el público manifiesta, además de cómo contribuye a la
transformación social de la realidad de su entorno, a partir de los elementos
que aporta.
Teleaudiencia: público que recibe el contenido emitido por
cualquier medio Televisivo.
Ejes temáticos: conjunto de normas, ideas, postulados y
enfoques que definen la producción de los mensajes y la programación del Telecentro.
Telecentro o canal territorial: emisoras de televisión
pública, territoriales, que al igual que el resto de los medios nacionales
responden a los intereses del Estado y el sistema social cubano. Se integran
dentro del Sistema de la Televisión Nacional y se subordinan a la Vicepresidencia
de Televisión del ICRT.
Públicos: conjunto de personas estrechamente relacionadas
entre sí por intereses y afinidades que le son comunes y que comparten un
sentimiento de solidaridad.
Sistema de producción: presupuestos conceptuales y elementos
supraestructurales, infraestructurales y estructurales que posibilitan el
accionar del Telecentro en el territorio.
La Guía Metodológica propuesta por María Vasallo de López es
una efectiva herramienta de solución y se asume como el documento de referencia
para la formulación, ejecución, seguimiento y evaluación del Plan que permita
acercar el objeto de estudio al campo de acción; con el propósito de orientar
las acciones de los actores que participan en el proceso de formulación,
ejecución, seguimiento y evaluación de los planes, según los procedimientos
establecidos en las normas que regulan la materia.
La población será la totalidad de los televidentes radicados
en los ocho municipios tuneros y la muestra de tipo no probabilístico, que
también incluye a los 127 trabajadores del Telecentro, es de 1000 personas, es
decir 100 por cada municipio, excepto el cabecera que se definió en 300 por
poseer la mayor cantidad de habitantes. El tipo de muestreo es intencional y
por cuotas.
Durante todo el proceso investigativo se aplicará como
perspectiva metodológica la complementariedad metodológica, pues se integran
los instrumentos metodológicos cualitativos y cuantitativos, enfatizando en los
primeros y para ello se asume el paradigma Hermenéutico - Interpretativo.
La disciplina en la que se fundamenta el tema es Teoría de
la Comunicación, teniendo en cuenta que los principales postulados que la
definen se basaron en estudios de recepción realizados por psicólogos,
sociólogos y politólogos con determinados enfoques persuasivos, psicosociales y
motivacionales que fueron conformando paulatinamente las teorías y paradigmas
de esta disciplina.
El tipo de investigación efectuada es correlacional ya que
establece la relación existente entre las preferencias que manifiestan los
públicos de TunasVisión y la oferta
televisiva que reciben, teniendo como precedente los diagnósticos realizados
por el Departamento de Programación e Información de este medio de comunicación.
La presente constituye un estudio para la producción en la
que se analizan tres elementos fundamentales del acto de comunicar: el emisor,
el mensaje y el receptor, complementada con el enfoque dialéctico materialista,
por tanto, permite una adecuada
interpretación del problema
y proporciona el instrumental científico necesario para el
desarrollo de la investigación.
También desarrolla los referentes metodológicos que
posibilitan caracterizar a la teleaudiencia de TunasVisión, en correspondencia
con sus gustos y preferencias, así como
elaborar y proponer una Guía Metodológica que permita dinamizar
la labor del sistema de producción de
este Canal Territorial en función de satisfacer las exigencias del público
tunero.
Fiel a los principios revolucionarios esta tesis tributa a
los lineamientos del 69 al 72 (anexo VI), relacionados en el Capítulo II, El
Trabajo Político e Ideológico, de la Resolución sobre los Lineamientos de la
Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
La base metodológica de este estudio científico estuvo
sustentada en los siguientes métodos y técnicas:
Inducción y Deducción: contribuyó a la aprehensión de
conocimientos particulares aplicables y llegar a formulaciones de carácter
general.
Análisis y Síntesis: permitió profundizar en las aristas del
objeto en cuestión, el proceso de recepción del Canal, y la consiguiente
reunificación de las partes para analizarlas en su totalidad.
Histórico y Lógico: para el estudio de los antecedentes del
fenómeno en su devenir histórico así como delimitar sus leyes y funcionamiento.
Análisis de documentos, bibliográfico y hemerográfico, en
soportes tradicionales y digital: presente durante todo el proceso
investigativo constituyó el punto
de partida para la realización de
este estudio científico, posibilitó interpretar el contenido de documentos
diversos, elaborar y generalizar ideas al respecto. Fue el principal método empírico utilizado en la elaboración
del marco teórico y referencial y aportó el conocimiento
necesario para la construcción de los instrumentos metodológicos.
Encuesta (anexos I y II): instrumento que recogió los
criterios sobre preferencias de temáticas, géneros y gustos en los programas de
TunasVisión, así como expectativas y valoraciones del televidente que incluyó
el estudio de recepción como eje principal de este trabajo.
Entrevista semiestructurada (anexo III): posibilitó obtener
criterios en relación a la preferencia de los televidentes por determinado
programa y su argumentación precisa sobre cuáles son los temas que realmente
les interesarían decodificar en la programación de TunasVisión, así como a la
posición que manifiestan los trabajadores del Telecentro respecto a su
quehacer.
Consulta a expertos (anexo IV) quienes aportaron información
acerca de la gestión informativa, educativa y recreativa de TunasVisión.
La observación científica de tipo participante (anexo V)
como procedimiento de recogida de datos que constituye un proceso deliberado
y sistemático orientado por un propósito
determinado. Observar, en un sentido más básico, supone advertir los hechos tal
y como se presentan y que serán elementos de sumo valor en las conclusiones y
recomendaciones de la presente investigación.
El estudio científico está estructurado en resumen,
introducción, tres capítulos, conclusiones, recomendaciones, bibliografía y
anexos.
El primer capítulo comprende los fundamentos teóricos que
sustentan la investigación, en él se exponen, desde el ejercicio del criterio,
las concepciones de diferentes investigadores sobre Estudios de Recepción y
Televisión como medio audiovisual así como la Guía Metodológica y su
fundamentación. El segundo capítulo recoge el Estudio de Recepción del
Telecentro TunasVisión; y en el tercero se propone una Guía Metodológica para
dinamizar la labor del sistema de producción del Canal Territorial TunasVisión
en función de satisfacer las exigencias del público tunero.
CAPÍTULO I. FUNDAMENTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS PARA UN
ESTUDIO DE RECEPCIÓN DEL TELECENTRO TUNASVISIÓN
Es intención del autor en este capítulo proponer un ensayo
donde se valoran, desde el punto de vista crítico, los elementos teóricos
tratados por diferentes autores respecto a los términos que sustentan la
investigación y adoptar una posición científica donde puedan integrarse las
categorías asumidas durante el proceso de exploración. Para ello son analizadas
las ideas y concepciones sobre los estudios de Recepción, la Televisión y su
relación con aquella; y para finalizar se determinan los aspectos relacionados
con las Guías Metodológicas y su estructuración.
1.1- Los estudios de recepción: acercamientos y evolución.
Comprender cómo funciona la recepción del Telecentro
TunasVisión en Las Tunas y realizar propuestas de cambio, significa adentrarse
primeramente en los estudios de recepción, partiendo de que estos constituyen
una herramienta básica y fundamental, para conocer en la práctica, no sólo cómo
se comporta la emisión de los mensajes que el medio en cuestión emite, y el
nivel de satisfacción que el público manifiesta; sino, además cómo contribuye a
la transformación social de la realidad de su entorno, a partir de los
elementos que aporta, que en su generalidad tienen incidencia en todas las
esferas de la vida material y espiritual del hombre.
Un primer acercamiento a los estudios de recepción conlleva
al análisis del vocablo receptor que visto como “el objeto” hace referencia a
cualquier elemento que recibe algo, pero si se aprecia como “el sujeto”
entonces refiere al usuario o el consumidor. Es por ello que estos estudios
indagan en las acciones del público frente a los mensajes que transmiten los
medios, intentan reconocerlas y explicar sus comportamientos.
La recepción es el proceso de interacción que se establece
entre el sujeto y el contenido del mensaje que se le transmite por cualquier
medio, esta interacción es permeada por las características individuales y
socioculturales que determinan su manera de pensar y de ver televisión, nos
estamos refiriendo a las formas de uso y su intencionalidad al ponerse en
contacto con la televisión, así como la capacidad del televidente para elegir
qué ver y cuándo y los mecanismos para interactuar con distintos medios con
propósitos educativos. (Ávila; 2000: 4-5)
Según investigador latinoamericano Guillermo Orozco Gómez:
“la investigación de la recepción es entendida como un
esfuerzo multidisciplinario por comprender de la manera más integral posible
las múltiples interacciones y sus resultados, que se realizan entre segmentos
de audiencias o receptores de mensajes, siempre situados y referentes
comunicacionales (formatos y contenidos significantes); y no solamente ha tenido un parto largo y
difícil, sino que a lo largo de su existencia ha sufrido diversos devaneos
tanto conceptuales como metodológicos y epistemológicos”. (Orozco; 2008: 24)
La recepción es interacción mediada de múltiples maneras y
no está circunscrita al momento de estar viendo la pantalla, donde el receptor
es un sujeto activo del proceso comunicativo.
Todo ello presupone que los estudios de recepción no se
realizan con un perfil estrecho, sino todo lo contrario, son mucho más
abarcadores, porque en ellos hay que integrar todo lo que pueda ser de interés
para el público de que se trate, y tiene que estar enmarcado en todo el
acontecer social, económico, político, cultural, o sea, que abarque todas las
facetas de su vida material y espiritual como un todo único. De modo tal que
sus resultados respondan a sus preferencias, gustos, hábitos y tradiciones.
Desde el punto de vista de la forma como se lleva a cabo la
investigación, los estudios de recepción también se caracterizan por la
confluencia entre las dos grandes tradiciones, ya que utilizan tanto las
metodologías cualitativas como las cuantitativas. El británico David Morley,
entre otros, lo comenta explícitamente y de forma muy gráfica: “Creo que un
solo método no puede reclamar el monopolio de la virtud y, además, que la sola
elección del método no puede garantizar o echar a perder un determinado
estudio. Personalmente, leería con mayor entusiasmo una buena encuesta que un
mal trabajo etnográfico (y a la inversa)”. (Morley; 1996: 31)
Para un estudio epistemológico con bases científicas
definidas con las cuales se es consecuente en la selección de la metodología a
emplear, ya sea la cualitativa o la cuantitativa, que al decir del autor
británico referido anteriormente, “la acción de un solo método no puede
refrendar ni para bien ni para mal determinado estudio”. (Morley; 1996: 31)
De ahí que partiendo de las informaciones y datos existente
de los estudios de recepción relacionados con nuestra provincia y los aportes
que en esta dirección realiza esta investigación, predomine la cualitativa
porque ha permitido realizar análisis, valoraciones críticas, comparaciones,
definir y segmentar públicos según sus características demográficas, en esa
misma medida realizar recomendaciones para que la parrilla de programación del
Telecentro se acerque más a los gustos, preferencias e intereses de sus
televidentes.
El vertiginoso desarrollo de los medios masivos (Prensa
Escrita, Radio y Televisión y recientemente la Internet y sus páginas Web) en las últimas décadas del pasado siglo XX y
la creciente adopción de nuevas tecnologías, sin lugar a dudas, marcan la
oferta y el consumo de los medios en nuestra sociedad.
Privilegiar el estudio de la recepción tiene sentido siempre
que se examinen los nexos con otros fenómenos culturales y sociales más
amplios. En otras palabras, “lo que importa no es la certeza del conocimiento
acerca de los públicos, sino un compromiso crítico e intelectual con las
diversas formas en que nos constituimos a través del consumo de medios”.
(Barbero; 1991: 40)
1.1.1- Evolución histórica de los estudios de recepción
Las investigaciones de casi todas las ciencias y la propia
cotidianidad han demostrado que la comunicación es la base de cualquier
sociedad; por ello no resulta inaceptable ni asombroso que los medios de
comunicación fueron considerados desde su surgimiento como elementos creadores,
renovadores y/o de consolidación de las identidades culturales. Esta
perspectiva, defendida por investigadores como Rodríguez (2005), ha alimentado
la exploración empírica y ha sustentado las hipótesis sobre la relación entre
procesos de recepción e identidad cultural.
De igual manera acierta Manuel Martín Serrano (2009) al
considerar que los medios masivos elaboran productos para la comunicación, como
mismo las instituciones sociales transmiten acontecimientos sociopolíticos y
son empresas relacionadas con los sucesos, interesadas en los hechos sociales;
y que su producto es una versión pública de lo sucedido, por lo que cumplen una
función insustituible.
En coincidencia con el sociólogo alemán Niklas Luhmann, los
mass media pueden ser considerados como “todas aquellas disposiciones de la
sociedad que se sirven, para propagar la comunicación, de medios técnicos de
reproducción masiva”. (Luhmann; 2009: 4)
El investigador mexicano Javier Torres Nafarrate (2000)
enriquece esta definición al afirmar que los medios de comunicación constituyen
una forma diferenciada de comunicación universal, con código propio: lo
informable / lo no informable.
Lo cierto es que las sociedades actuales viven en un
constante flujo informativo y esta en su mayoría proviene de los medios de
comunicación, contribuyendo a que buena parte de la percepción que se tiene de
la realidad sea aquella que construyen con cada cobertura, condicionando así
las opiniones de los receptores.
Esta realidad ha sido identificada por autores como Fiske
(2010), quien considera a los medios de comunicación como una organización que
explica al público lo que acontece para reforzar o alterar sus criterios,
convirtiéndose en estímulo provocador de opiniones y modificador de imágenes
acerca de la realidad circundante.
Esto convierte a los medios masivos en mediadores entre
los actores sociales ya que su primera
tarea al expresar lo ocurrido y seleccionar las noticias recibidas de las
fuentes, es descifrar y comprender mediante el lenguaje, la realidad de los
acontecimientos y convertirse en facilitadores del periodismo.
Su selección, evaluación e interpretación estarán basadas en
el criterio que responda a lo importante para mantener el equilibrio entre los
partidos políticos, los sectores de sus públicos y los líderes.
La notoriedad alcanzada en la actualidad por la prensa, y
entiéndase tanto la escrita, el periodismo digital, la radial como la
televisiva; ha contribuido a que sea “…vista como el principal sostén de la
democracia y como
un cuarto poder
independiente de los
tres poderes estatales ya
existentes (legislativo, ejecutivo y judicial). (Orozco; 2005: 71).
Los primeros estudios
de la comunicación
masiva surgidos a principios del siglo XX en los Estados
Unidos intentaron comprender a las masas, pero se centraron fundamentalmente en
los efectos.
La mass communication research nace en un contexto de
desarrollo industrial y grandes concentraciones humanas. Las características de
las “multitudes” en la denominada “sociedad de masas” generaron sus primeras
reflexiones.
Esta línea de estudios encontró su desarrollo más
significativo en la escuela americana o administrativa -como la denomina Mauro
Wolf (2005)-, cuyas teorías se deslizaron,
a través del tiempo, entre dos polos: uno que consideraba al receptor pasivo y
a los medios todopoderosos y capaces de manipular a las masas y el otro que
destacaba al receptor como sujeto activo y, al mismo tiempo, disminuía el poder
atribuido a los medios.
En el primer polo se pueden ubicar a una serie de
reflexiones acerca del poder de la propaganda que se enmarcaron dentro de lo
que, a posteriori, se denominaría "Teoría de la Bala Mágica" o
"Aguja Hipodérmica".
En el segundo se visualizaba a una audiencia compuesta por
sujetos activos que usaban a los medios para satisfacer sus necesidades. Este
enfoque de los "Usos y gratificaciones", sin dejar de centrarse en el
receptor, cambió la pregunta que orientaba los estudios: de cuestionarse sobre
lo que los medios hacían con la gente, se pasó a considerar lo que la gente
hacía con los medios.
Entre estos dos polos bien diferenciados se desarrollaron
una serie de investigaciones que, tomando en consideración ya sea las
diferencias individuales de los sujetos, su personalidad, sus distintas
motivaciones o los condicionamientos producto de su posición en la estructura
social, observaron la relación medio/ público, otorgándole a este último mayor
o menor resistencia ante los mensajes persuasivos.
La teoría de la “Aguja Hipodérmica” o Teoría Hipodérmica
nació con base en la necesidad de estudiar los efectos de la propaganda durante
los años 20 y los años 30 de la pasada centuria. Es una teoría post hoc ya que
se define después de ver los efectos que tuvo la propaganda en el conflicto de
la Primera Guerra Mundial y el efecto de “manipulación” que producen los medios
en una sociedad de masas.
El trabajo de Harold Dwight Lasswell, como investigador y
publicista se proyectó con fuerza hacia el análisis de la propaganda, en un
período marcado por las tensiones mundiales de entre guerras y la preocupación
por los efectos de las mediaciones periodísticas en la formación de la opinión
pública.
Lasswell plantea el llamado Modelo Telégrafo, que supondría
en muchos aspectos una evolución de la Teoría Hipodérmica, en el que presenta
una descripción de la situación de comunicación según "quién dice qué a
quién por qué canal y con qué efecto"
(emisor-mensaje-receptor-canal-efecto).
Aunque este modelo supone un perfeccionamiento de la Teoría
Hipodérmica, los principios fundamentales de esta (asimetría de roles entre
emisor, que es activo, y receptor, que
es pasivo; tendencia a la unidireccionalidad o univocidad; mensaje entendido
como una serie de contenidos prediseñados y preconcebidos) siguen en pie hasta
nuestros días y se aplican en muchas investigaciones.
En la década de 1940 se presentó la Teoría Matemática de la
Comunicación de Claude E. Shannon y Warren Weaver, que supuso el asentamiento
de la Teoría Funcionalista que menciona por primera vez un factor disfuncional:
La fuente de ruido, es decir, el mensaje convertido en señal, puede ser no
recibido e interpretado incorrectamente por la presencia de ruido (aquí se
refieren a ruido físico, interferencias telefónicas, una mancha en un escrito).
Se da lugar a una diferencia sustancial entre la señal o
mensaje transmitido y el mensaje recibido. Esta diferencia en el significado
del mensaje produce un fallo en la comunicación: o se interrumpe el proceso o
se interfiere. Hay un énfasis en la codificación del mensaje que resulta a la
postre distintivo en investigaciones posteriores y estudios de recepción en sí.
No es hasta los años 40 y 50 que los estudiosos
norteamericanos realizan las primeras aplicaciones del funcionalismo como
teoría sociológica al campo de la comunicación. Los estudios empezaron a
enfocarse hacia el análisis funcional de los mass media. Para entender esto, se
debe partir de los presupuestos de Lasswell, pues este autor le sirve de punto
de partida a Charles Wright, quien posteriormente mejora su clasificación y
enumera cuatro áreas de actividades.
Lasswell, en 1948, asigna a los procesos comunicacionales
tres funciones básicas, aplicables a cualquier tipo de estructura social: “La
supervisión o vigilancia del entorno, la correlación de las distintas partes de
la sociedad en su respuesta al entorno y
la transmisión de la herencia social de una generación a la siguiente”.
(Lasswell; 2007:39)
De acuerdo a la orientación de la presente investigación, se
atienden fundamentalmente las dos primeras funciones. La vigilancia del entorno
porque permite revelar amenazas y oportunidades que afecten a la posición de
valor de la comunidad y las partes que la componen y la correlación de los
acontecimientos, cuya función fundamental es evitar los efectos indeseables que
puede traer consigo la vigilancia del entorno.
El estudio crítico de los medios de comunicación ha abordado
desde la década de los 70 del pasado siglo los diversos elementos que
integran el proceso de
comunicación: emisor, mensaje y receptor. En este último, el mayor logro
en su estudio ha sido el desentrañar la transmisión ideológica y valorativa que
presentan los mensajes del medio en los individuos que los reciben.
“La investigación crítica de audiencias y el análisis de la
recepción constituyen el más reciente
desarrollo teórico de los estudios de audiencia y representan, como se ha
apuntado, una continuidad conceptual en relación con los estudios culturales:
‘estos enfoques integran una gran variedad de fuentes teórico-metodológicas
(desde el Interaccionismo Simbólico hasta el Psicoanálisis, desde la Estética
de la Recepción hasta la Hipótesis de Usos y Gratificaciones’ (Wolf; 2005), y
se distinguen por su carácter interdisciplinario y diversidad interior. Dentro
de esta perspectiva pueden incluirse el Análisis de la Recepción [Jensen;
1993:], la Investigación Crítica [Murdock; 1990], la Etnografía Crítica [Ang;
1993, Morley; 1996, Lull; 1992 y 1997] y los Enfoques Latinoamericanos”.
(Alonso; 1999: 67)
Según Grossberg el consumo de medios puede ser visto como un
terreno complejo, contradictorio, en un contexto multidimensional dentro del
cual las personas viven una cotidianidad. “Todo el mundo está constantemente
expuesto a una variedad de medios y participan en una variedad de eventos y
actividades en relación a ellos”. (Grossberg; 2008:3)
En los años 50 y 60 de la pasada centuria eran comunes los
estudios de recepción basados en la identificación y la catarsis (derivados de
la teoría psicoanalítica), conceptos que fueron abandonados más adelante debido
a su dificultad para producir resultados cuantificables. (Orozco; 1997: 28)
En consonancia con Nightingale (2006) se puede aseverar que
durante la época de los años 70 del pasado siglo, teorías como la de los
Efectos y Usos y Gratificaciones hicieron comprender a la audiencia mediante
indicadores de consumo y de efectos directos, lo cual se hizo impracticable en
la medida en que las cuestiones de interpretación sustituyeron a las mediciones
cuantitativas.
El enfoque de usos y gratificaciones aporta una perspectiva
más amplia para la exploración de la conducta individual frente a los medios,
al unirla a una búsqueda continua de las formas en que los seres humanos crean
y gratifican las necesidades aún vigentes en los estudios actuales. “El enfoque
postula que las gratificaciones pueden ser derivadas no solo del contenido de
los medios, sino del propio acto de la exposición ante un medio dado, así como
el contexto social en que ese medio es consumido”. (Nightingale; 2006:11)
A través de la revisión teórica, en específico de los
efectos, usos y gratificaciones, codificación/decodificación,
incorporación/resistencia, y estudios culturales de recepción, observaremos que
en una mayoría durante los pasados treinta años, la investigación de recepción
de la audiencia se centró principalmente en enfatizar algunas veces su
actividad y otras, el poder del texto.
En un principio, la recepción de las audiencias era
considerada como pasiva y predeterminada, es decir, que se daba por sentado que
las personas percibían de igual forma los mensajes del medio y, por ello, es
que se podía establecer una supuesta “afectación” sobre la audiencia.
En la actualidad, esto se ha dejado atrás y ahora la
recepción se considera como un proceso
“múltiple y contradictorio en donde entran en juego una variedad de mediaciones
determinadas tanto por las relaciones sociales del sujeto, como por su posición
social, cultural e histórica”. (Orozco; 1997: 22)
En los años 70 y principios de los 80 del pasado siglo se
luchó por la falta de interés entre los investigadores tradicionistas por los
textos y fue cuando pequeños grupos de investigadores de los medios de
comunicación (de varios países, principalmente en Gran Bretaña) comenzaron a
experimentar con métodos interpretativos y cualitativos de investigación sobre
la audiencia, basados en teorías como la de la Psicología Cognitiva.
A fines de la década de 1970, dentro de una revalorización
de las subjetividades, y ya saliendo del modelo lineal de la comunicación
conformado por emisor/mensaje/receptor, surgen las llamadas teorías de la
recepción, que van dando lugar a la
significación, con la emergencia de un receptor – productor de sentido.
Los primeros estudios culturales de audiencia eligieron como
obras culturales los programas populares de televisión y esperaban establecer
su sentido como discurso desenmascarador de la ideológica en el texto
(deconstrucción) y los significados en la audiencia (reconstrucción). “Estas
investigaciones cambiaron estratégicamente el interés de los estudios de
audiencia, pasando de una atención de la interacción audiencia-medio a la
interacción audiencia texto”. (Nightingale; 2006:13)
Como contribución a los estudios de audiencia culturales fue
de gran importancia debido al análisis que él denomina estética de la
recepción, el cual consistía en explicar el significado variable de los
objetos e imágenes adoptados por la audiencia al sentirse identificada. Acción
que según él ocurría porque el medio le daba una idea coherente de sus
experiencias vitales sobre la cultura.
Es hasta principios de los 80, que el trabajo de los
británicos desde una tradición académica diferente exploró “la idea de que el
significado no está incluido en las obras culturales, sino que surge como la
labor discursiva de una comunidad interpretativa”. (Nightingale; 2006:11)
Estos métodos, basados en las ciencias sociales y en la
investigación empírica, fueron impulsados por la escuela británica CCCS
(Centre for Contemporary Cultural
Studies in Birmingham), la cual desarrolló la producción de estudios de
audiencia que rechazaran cuestiones sobre la influencia y el control social, aspecto que había caracterizado la práctica
habitual en estos estudios y que explícitamente ignoraba o generalizaba la
naturaleza del texto.
Este es el punto de partida para la investigación de
recepción, que cuestiona así el cómo son situados y entendidos los textos como
parte de la vida cotidiana, en lugar de centrarse en lo que la gente hace con
los textos.
A juicio del investigador, el estudio de las audiencias en
el mundo se ha caracterizado por un desacuerdo teórico que reclama cada vez más
la unificación dentro de una misma disciplina. Para comprender mejor cuál ha
sido esta variedad teórica en el campo
del estudio de las audiencias y de los
públicos, se han considerado posturas que nos describen las diferentes
perspectivas y problemáticas por las que se ha caminado.
En América Latina y en Cuba, las vertientes teóricas que
nutren las investigaciones de la recepción son: El Modelo de los Efectos,
Corriente de Usos y Gratificaciones, Crítica Literaria y Estética de la
Recepción, Estudios Culturales Ingleses y Psicoanálisis.
Se desarrollaron diferentes investigaciones sobre la
recepción. Desde las llamadas teorías de
la recepción se trabajó con la naturalización de los públicos, “donde un dato
objetivo –el individuo o los grupos expuestos a los medios- se adopta como
categoría de análisis. Esto unilateraliza y autonomiza las relaciones
entre medios y sujetos, obturando la reflexión acerca del conjunto de
transformaciones y condiciones que cooperan en el surgimiento de determinados
públicos. A partir de esta naturalización, las preguntas del sujeto en tanto
consumidor se construyen en torno a su hacer: hábitos, gustos, y opiniones. Su
ser resulta incuestionable”. (Saintout; 2008: 45)
Considerado como uno de los teóricos de la comunicación más
importantes. Jesús Martín Barbero (1996) estudia la recepción más allá de los
medios, es decir, desde las tramas de la cultura:
“Estudiar la recepción es estudiar este nuevo mundo de
fragmentaciones de los consumos y de los públicos, esa liberación de las
diferencias, esa transformación de las sensibilidades que encuentran un campo
especial en la reorganización entre lo privado y lo público”. (Barbero; 1996:
14)
La recepción es un lugar para repensar el proceso de la
comunicación. Barbero expone que hablar de recepción es hablar de destiempos,
de la heterogeneidad de temporalidades entre receptores y emisores, los
mensajes y los medios, entre textos y contextos. Esta heterogeneidad se da por
la división de clases, generaciones y sexos.
La bibliografía consultada permite asumir que
“el contexto cultural en el cual los miembros de la
audiencia están insertos cobra significado solo a partir de los 70.
Corresponde, en gran medida, al Centro de Estudios Culturales Contemporáneos de
Birminghan -Inglaterra- el haber incorporado esta dimensión cultural a los
estudios de recepción. Las
investigaciones dentro de esta
línea procuran explicar "las diferencias y las prácticas culturales
(...) atendiendo al mapa completo de las relaciones sociales". (Saintout;
2008:45)
Así, dentro de los estudios culturales se desarrollaron dos
tendencias diferentes: por un lado, trabajos sobre la producción de los medios
en cuanto sistema complejo de prácticas determinantes para la elaboración de la
cultura y de la imagen de la realidad social y, por otro, sobre el consumo de
la comunicación de masas en cuanto lugar de negociación entre prácticas
comunicativas extremadamente diferenciadas.
La cultura es producción, la recepción es consumo y la
interacción es transacción. “Estudiar la cultura como producción supone
considerar no solo el acto de producir, sino todos los pasos de un proceso
productivo: la producción, la circulación y el consumo. Es otra manera de decir
que el análisis de una cultura no puede centrarse en los objetos o bienes culturales,
debe ocuparse del proceso de producción y circulación social de los objetos y de los significados que los diferentes receptores le atribuyen”.
(García; 2008: 78)
Esta concepción de García Canclini acerca de los estudios de
recepción es una mirada desde la cultura, pero en el sentido amplio y más
general que solo encierra la palabra porque en ella va implícito, estudiar los
procesos de producción, de circulación
y consumo del producto
social y el
valor que los receptores consideran de él según el nivel de
satisfacción que pueda tener.
Como puede apreciarse, la mayor parte de los enfoques sobre
el proceso de recepción se derivan de
estudios realizados en
contextos culturales,
económicos y políticos diferentes
al de nuestro país. En Cuba, las
condiciones son otras, por lo cual se debe tomar de
aquellas ideas las
que puedan integrarse desde
los modelos o
enfoques teórico-metodológicos
con las peculiaridades de
nuestro contexto socioeconómico, político, cultural y
mediático.
1.1.2- Los estudios de recepción en Cuba.
En los últimos tiempos el proceso de recepción en Cuba es
visto desde el enriquecimiento que significa asumir los estudios
latinoamericanos, aunque todavía no se cuenta con teorías propias que refieran las
especificidades del fenómeno de la recepción y consumo del público cubano. Las
investigaciones cubanas comienzan ya a asumirse desde la proyección
cualitativa, incluso haciendo énfasis en las
especificidades nacionales en cuanto a la relación Estado- Medios de
Comunicación y públicos en general.
Sin embargo, se debe reforzar además el considerar, en los
estudios comunicológicos nacionales, los aportes latinoamericanos en cuanto a
la heterogeneidad de la audiencia, debido a que por nuestras características
socio-políticas, hemos desatendido las mediaciones que condicionan todo proceso
de recepción de los mensajes.
En este sentido, convendría reasumir a la familia y a la
comunidad como parte del complejo entramado que condiciona el proceso y, mejor
aún, asumirlas como receptores en sí mismos, ello si se conoce que los
conceptos con que las personas piensan y construyen sus elaboraciones mentales
particulares los proporciona la sociedad, o lo que es lo mismo, “la sociedad
proporciona una representación colectiva, una matriz a partir de la cual las
personas producen sus representaciones individuales” (Herrera; 2001: 22); pero
que en la comunidad se encuentran tanto los recursos de grupo como los
individuales.
Estudiar la recepción desde las prácticas cotidianas y
tomando en consideración la diversidad de la audiencia en su propia unidad,
contribuye a readecuar las políticas comunicacionales de los medios
cubanos.
La conciliación de los intereses estatales y los grupales no
está reñida con la acepción de comunicación asumida como válida y que se aviene
a las características de la sociedad cubana, construida como “comunidad
democrática”. Convendría, no obstante, convertir a los Medios cubanos en
verdaderas fuentes de comunicación masiva y no sólo en difusores unidireccionales
de información. La información sería el instrumento a través del que se
estructuraría el proceso con la participación plena de todos sus actores.
Este planteamiento remite a la necesidad de que en el
proceso comunicativo, visto desde la fórmula del EMIREC, se logre la
integración de las estructuras semiótica, sintáctica, semántica y pragmática a
las que Manuel Martín Serrano hiciera alusión.
En la práctica social podría operarse una redención de los
medios, al colocarlos como elemento mediador en el proceso de extensión de
comunicarse a la macrosociedad.
Es significativo señalar que en la bibliografía consultada
se generalizan la investigación crítica de audiencias, el análisis de la
recepción y la necesidad de integrar
diferentes fuentes teórico - metodológicas, que consideran al público como agente de producción del sentido.
La actividad interpretativa de los receptores es analizada
con referencia al sistema sociocultural
circundante, el cual se concibe como una configuración histórica de prácticas
sociales, de contextos de uso y de comunidades de interpretación.
Es de vital importancia el empleo de la etnografía crítica
en los análisis de recepción y de la investigación crítica, ya que la misma
permite arribar a un conocimiento mucho más profundo e histórico, que describa
los detalles de los acontecimientos de la vida de los miembros de la comunidad,
la conducta de los mismos, así como las expresiones y significados de la
cultura y en la que la actividad de la audiencia se vincule ante todo, hacia
las estructuras y procesos político-sociales.
Este enfoque analiza la variedad de apropiaciones que los
diversos grupos sociales hacen de los consumos culturales que perciben de los
medios y muy especialmente de un Telecentro provincial.
Según el autor de la investigación el proceso de recepción
es la interacción que se establece entre el sujeto y el contenido del mensaje
que se le transmite por cualquier medio, la cual es permeada por las
características individuales y socioculturales que determinan su manera de
pensar y de ver televisión.
1.2- Nivel de impacto de la televisión en sus públicos.
Las actividades que se desempeñan en la cotidianidad social
necesitan de un reconocimiento por parte de todas las personas para mantenerse
al corriente de lo que suceda a su alrededor, existen entidades encargadas de
desarrollar estas funciones, entre estas se encuentra la televisión.
La televisión transcurrió por un proceso de desarrollo hasta
convertirse en el medio de difusión masiva más empleado en el mundo. Las
primeras transmisiones experimentales fueron en “Estados Unidos en julio de
1928 cuando desde la estación experimental W3XK de Washington, Jenkins comenzó
a transmitir imágenes exploradas de películas, porque en sí, la Televisión es un
sistema de comunicación consistente en la transmisión a distancia de imagen y
sonido mediante ondas radio-eléctricas a través del espacio.” (Pronovost; 1995:
47-71)
Aunque los inicios de la televisión fueron en 1928, a partir de los años 50 la televisión se
convirtió en un gran medio de difusión masiva atrayendo la atención de toda la
población, aspecto que le posibilitó posicionarse como el medio más utilizado y
cotizado. El nacimiento de la televisión
está considerado como uno de los grandes hitos del siglo XX. Este medio de
difusión masiva desde su comienzo va a actuar como agente de cambio en la
sociedad, indica patrones de hábitos y conductas.
“Las primeras emisiones públicas de televisión las efectuó
la BBC en Inglaterra en 1927 y la CBS y NBC en Estados Unidos en 1930. En ambos
casos se utilizaron sistemas mecánicos y los programas no se emitían con un
horario regular. Las emisiones con programación se iniciaron en Inglaterra en
1936, y en Estados Unidos el día 30 de abril de 1939, coincidiendo con la
inauguración de la Exposición Universal de Nueva York. Las emisiones
programadas se interrumpieron durante la II Guerra Mundial, reanudándose cuando
terminó”. (Pérez; 2009: 89)
Los avances en la investigación de tres ámbitos científicos
diferentes hicieron posible convertir la televisión en una realidad
independiente: el primero, la fotoelectricidad, o capacidad de algunos cuerpos
para transformar la energía luminosa; el segundo, los procesos de análisis
capaces de descomponer una fotografía en líneas y puntos claro y oscuros, y
restituirla después a su forma original; el tercero, los adelantos en la
manipulación de los haces de electrones, que harían posible repetir este
proceso de descomposición y restitución de imágenes a veinticinco veces por
segundo.
La creación de la televisión respondió primeramente a ser un
servicio público que permitiera solo la comprobación de documentos, el envío de
planos o imágenes necesarias para trabajos técnicos o para la simplificación de
trámites burocráticos. Después de analizar el impacto que ejerció en el
público, se pensó de otra manera atendiendo a las funciones que podría
desarrollar desde lo comercial, político y económico.
En muchos países de América Latina la televisión se
introdujo por las potencias que lo colonizaban, en el caso de Cuba fue por
Estados Unidos, cuyas transmisiones estaban caracterizadas por ser comerciales
y políticas, en cuento a las campañas que se efectuaban.
“Un análisis histórico retrospectivo revela que el primer
control remoto televisivo realizado en Cuba se produjo en diciembre de 1946,
durante la demostración televisiva organizada por María de los Ángeles Santana
y Julio Vega, donde la señal televisiva en circuito cerrado, enlazo dos sitios
ubicados en diferentes municipios de la capital habanera.” (Pérez; 2009: 90-94)
Al inaugurarse la Televisión en la Isla, al igual que
sucedía con la Radio, su contenido era netamente comercial pues su principal
función era la propaganda de las grandes firmas jaboneras, cigarreras y
financieras.
A fines de la década de 1950 la televisión comercial cubría
una cuarta parte del territorio nacional, incluida las seis capitales
provinciales de entonces y se calculaba que había 150 mil televisores en blanco
y negro. Una cadena de microondas en la banda de 6 GHz, capaz de transmitir
simultáneamente dos canales de video de la ciudad de La Habana a la de
Camagüey, así como información de audio en ambos sentidos, se terminaba de
instalar hacia 1957. Ella permitía llevar satisfactoriamente dos programas de
televisión hasta unos 500km de distancia de la capital.
En septiembre de 1957 se inaugura un sistema de
radiocomunicación de banda ancha entre Cuba y Estados Unidos, que incluía un
enlace por dispersión troposférica de alrededor de 300 km sobre el mar. El
sistema se había proyectado de manera que pudiera transmitir un programa de
televisión en uno u otro sentido y hasta 100 conversaciones telefónicas
simultáneamente. Fue el primero de su tipo en que se ensaya con éxito la
transmisión directa de la señal de televisión por frecuencias ultra elevadas.
Los capitalistas cubanos mediante inversiones propias y con
ayuda y financiamiento norteamericanos participaron en la adquisición de
plantas de televisión lo que convirtió a la nación en el de mayor número de
emisoras de televisión por millar de habitantes en toda América Latina. Se
trataba de un servicio privado con intereses comerciales de modo que en 1959 la
televisión transmitía de 5 y media a 6 horas por los canales 4 y 2 con un
10.25% de información, un 6.72% de educativa y otras misceláneas como charlas
religiosas, cocina, programas de belleza.
Desde el primero de enero de 1959 hasta 1962, la Radio y la
Televisión recorren un corto espacio de tránsito caracterizado por el paso de
los medios de propiedad privada a la propiedad estatal, condicionado por todas
las transformaciones sociales que propició el triunfo de la Revolución.
A partir de 1959 en la televisión se reubicaron transmisores
en distintas localidades de interior, se fundieron emisoras para dejar dos
canales que cubrieran la mayor área nacional posible, y se generalizaron las
transmisiones de control remoto. Se desarrollan laboratorios de cinematografía
y se dan los pasos hacia la televisión a color. En 1968 se fundó Tele Rebelde
en Santiago de Cuba, instalándose transmisores en lugares apartados como
Baracoa, Nicaro y Moa.
El 24 de mayo de 1962 se crea el ICR, organismo que tiene
como objetivo controlar, orientar y difundir en Cuba todas las emisiones de
radio y televisión. Con la creación del ICR culminó una etapa de ajustes y
ambos medios se orientan hacia el uso centralizado y razonable de estos en
función del desarrollo social. Se introdujeron nuevos equipos, se
redistribuyeron los transmisores, se aumentó la potencia y el grado de
servicio.
En el Informe Central presentado en el I Congreso del
Partido Comunista de Cuba, en 1975, el presidente cubano Fidel Castro Ruz
planteó:
“En 1959 el monopolio de la radio y la televisión, con el
respaldo de firmas norteamericanas y capitales nacionales, mostraban un sólido
andamiaje. Se había iniciado la venta de libretos y cintas grabadas de
programas a más de diez países de América Latina, y con esto la radio
capitalista de Cuba era una fuente de deformación y penetración ideológica no
solo para Cuba, sino que se extendía a otros pueblos.
Siete canales de televisión, seis de ellos en La Habana, de
los cuales dos tenían teóricamente alcance nacional, cinco cadenas nacionales
de radio, quince emisoras provinciales y noventa locales, constituían el
régimen anárquico que bajo la libre prensa envolvían los medios de comunicación
masiva.” (Castro; 1975: s/p)
Con la nueva estructura Político – Administrativa en 1976 y
a propuesta de los acuerdos del Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba,
el ICR pasó a ICRT con novedosas formas de trabajo. En la actualidad la
Televisión cubana cuenta con cinco canales nacionales y Cubavisión
Internacional con una programación 100 por ciento a color.
Entre 1976-1980 los nuevos equipos y estudios instalados
hacen posible que la televisión –ahora estatal y no comercial- llegue a cubrir
prácticamente todo el territorio nacional, por este tiempo también se fusionan
los dos canales existentes y sale Tele Rebelde para toda Cuba, así se
aprovechaba mejor el equipamiento y el recurso humano.
El carácter general de la radio y la televisión en Cuba está
diseñado bajo el rubro de la educación permanente. Los programas tienden a la
superación multifacética del hombre, por ello tienen una marcada tendencia a la
cultura, la recreación, y en estos últimos años, centrados en la educación con
las variadas y estudiadas propuestas de Universidad para Todos, y dos Canales
Educativos en aras de lograr la mayor cultura general integral de la población
cubana que hoy cuenta con los mayores índices en América Latina de superación
cultural.
El panorama actual de la televisión cubana es el siguiente:
desde La Habana emiten sus señales, siete canales: Cubavisión, Tele Rebelde
y Multivisión, todos de cobertura
nacional y con contenido generalista, pero más centrado en el deporte el
segundo; Canales Educativos 1 y 2, que como sus nombres lo indican, difunden
programación educativa, transmiten en UHF y tienen una cobertura que llega a
casi todo el territorio nacional; Cubavisión Internacional, que transmite la
programación vía satélite al mundo; y por último el Canal Habana de contenido
generalista y cobertura capitalina, previendo extenderse a su vecina provincia
Habana.
De cobertura provincial y municipal:
Catorce Telecentros provinciales, incluido el del Municipio
Especial Isla de la Juventud. Desde las capitales de provincia difunden a
través de sus señales, la producción propia con contenidos locales y
nacionales.
Telecentros Municipales: Estas estructuras
productivas/difusivas surgidas en el año 2005, ya hoy suman treinta sedes que
orientan su gestión al entorno comunitario. A ello habría que sumar las 71
corresponsalías que también incorporan las nuevas tecnologías de la
Comunicación.
La Televisión constituye uno de los medios de difusión
masiva más utilizados en la actualidad, es un importante elemento en el proceso
de socialización de las personas. Considerado desde sus funciones sociales,
toma parte en los procesos de comunicación social porque la información que
trasmite busca causar efectos en la teleaudiencia.
La Televisión es uno los principales medios que presenta
múltiples facetas de interés general para los individuos porque refleja todo el
acontecer de una nación y del mundo. En Cuba, pese a la inserción actual en
nuestra sociedad de múltiples expresiones audiovisuales generadas por las
nuevas tecnologías, para millones de cubanos, ver Televisión es una preferencia
y necesidad condicionada por diversos factores materiales y objetivos que
demuestran al uso de este medio como una de las prácticas culturales de mayor
relevancia.
En tal sentido el Instituto Cubano de Radio y Televisión ha
trazado una política que rige el funcionamiento de estos medios en Cuba y que
es expuesta a continuación.
1.2.1- Política del Instituto Cubano de Radio y Televisión
“Según la política del ICRT se establece que la televisión
debe Influir activamente en la formación de valores; ser un instrumento de
orientación revolucionaria y político- ideológico a todos los niveles; buscar
su diseño de imagen institucional: idiosincrasia y rasgos característicos de la
tradición histórica- cultural; transmitir una programación que se acople a los
intereses, gustos, hábitos, nivel cultural y estilo de vida de la población
territorial; articular estrategias y necesidades de su programación en correspondencia
con su objetivo social y la política de programación vigente, transmitir
programas informativos, recreativos, culturales, educativos y variados enviados
por la televisión cubana y los telecentros.” (En Herrera; 2008: 40)
Esta política se desarrolla con el fin de crear un medio que
permita incrementar la cultura de los televidentes, les ofrece las herramientas
para su desempeño en la sociedad, incide en los hábitos, conductas y actitudes
por la que se rigen los ciudadanos para intercambiar con los demás individuos.
Debido a que es un medio funcional, contribuye a través de su programación a la
formación de una sociedad mejor.
1.2.2- Surgimiento y desarrollo de los Telecentros o
televisión territorial
Con la inauguración en Santiago de Cuba, del canal Tele
Rebelde, en Julio de 1968, se inició en Cuba la televisión territorial.
Tele Rebelde comenzó a transmitir programación propia
dirigida específicamente para su provincia, pero su señal llegaba hasta Pinar
del Río, así que podía ser recepcionada prácticamente en toda la Isla. Luego,
como parte del canal oriental, en Diciembre de 1976 se pusieron en marcha los
estudios de televisión de la ciudad de Holguín, en la propia provincia.
En 1982 se tomó la decisión de convertir a Tele Rebelde en
un canal nacional que transmitiera desde La Habana, y al canal de Santiago de
Cuba y Holguín en dos telecentros territoriales que trasmitieran para sus
respectivos territorios. A la vez, estos canales provinciales producirían
frecuentemente programas para el canal nacional.
Al año siguiente se dio otro paso hacia el perfeccionamiento
de la Televisión Cubana: establecer una corresponsalía de televisión en cada
una de las catorce provincias y en el municipio especial Isla de la Juventud,
de acuerdo con la nueva división político administrativa del país adoptada en
1976. Para garantizar el procesamiento y envío de las informaciones a La Habana
se crearon tres centros regionales de información: Villa Clara, en noviembre de
1984; Pinar del Río, en abril de 1985; y Camagüey, en junio del mismo año.
En 1986, según el lógico proceso de desarrollo de la
Televisión territorial, los centros de información regionales se convirtieron
en telecentros provinciales. Así, en abril de este año Cuba contaba ya con
cinco telecentros a los que se unieron tres más en los años siguientes.
A fines de 1986 ya la señal de cada uno de ellos se extendía
hacia las provincias más próximas, donde aún no existían instalaciones de
Televisión. En este, año todos los telecentros creados hasta entonces recibieron
los nombres que poseen en la actualidad.
“Entre los objetivos que animaron la fundación de los
telecentros se encontraban los de ofrecer a los televidentes de los diferentes
territorios una programación de su interés, que abordara cuestiones de su realidad
inmediata, de su entorno provincial, promover los valores históricos,
culturales y científicos de cada localidad, así como propiciar la presencia en
la televisión nacional de programas elaborados en las provincias.” (Herrera;
2008: 56)
La programación de la Televisión, según el ICRT, está
compuesta por un conjunto de espacios que tienen como intención “contribuir de
manera efectiva al importante proceso que persigue el desarrollo de la Cultura
Integral, con productos capaces por sus atractivos artísticos y de contenido de
ser vehículos adecuados para la transmisión de valores, conocimientos y
elementos que fortalezcan la Identidad Nacional.” (En Herrera; 2008: 41).
Esto es aplicado a la programación de los telecentros donde
predominan los materiales informativos, pero también se producen y difunden
programas musicales y, en menor escala, programas para niños y dramatizados
para adultos.
En el horario de transmisión se inhabilita Tele Rebelde para
la región que cubre cada telecentro, pues estos utilizan los mismos
transmisores del canal nacional.
Las corresponsalías provinciales de la Televisión Cubana,
que son quienes proporcionan las noticias tanto a los telecentros como a La
Habana, están dirigidas por cada telecentro y utilizan los servicios técnicos de
este, aunque metodológicamente se rigen por los servicios informativos de la
Televisión Cubana.
Inicialmente los telecentros ofrecían un programa único: una
revista variada que transmitía noticias, música, reportajes y entrevistas. Hoy
incursionan en todos los géneros y en ocasiones se destacan. Por su parte, los
canales nacionales han televisado algunos de estos programas sobresalientes.
La mayor parte de la programación de los telecentros se
produce en vivo. También se trabaja la técnica del vídeo- tape y todos los
programas se hacen en colores.
Luego, con el propósito de incrementar la calidad artística
de la programación territorial televisiva, estimular la labor creadora de los
realizadores y contribuir a divulgar las mejores producciones, el ICRT auspició
la celebración del primer Festival Nacional de Telecentros. El mismo se realizó
en la ciudad de Holguín los días 18, 19 y 20 de mayo de 1990.
Nuevas ediciones han sucedido a esta, las que, a la vez, han
sido testigo del nacimiento de los seis últimos telecentros provinciales que
fueron creados en Cuba.
El 9 de mayo de 1995 abrió CNC Granma. Tres años más tarde
le continuó Centro Visión Yayabo, en Sancti Spíritus, y en el ’99 se sumaron TV
Yumurí y Tunasvisión el 10 y 30 de diciembre, respectivamente. Por último, al
año siguiente, el 5 y 6 de septiembre, en ese orden, se integraron Perlavisión
y TV Avileña para completar la gran red de canales provinciales de la
Televisión Cubana.
La televisión es un medio de comunicación muy empleado en
Cuba para formar valores en la sociedad, fundamentalmente sus funciones se
basan en educar a los ciudadanos, para desarrollar esta meta de una forma más
efectiva se han creado diferentes telecentros en todas las provincias del país.
Los telecentros surgen como parte de un modelo comunicativo donde la
participación de la localidad desde el momento mismo de su instalación,
constituye uno de los requisitos fundamentales para su reconocimiento entre la
audiencia.
Los canales provinciales o territoriales parten de la necesidad
de mantener informados a los televidentes de lo que sucede en el territorio y
promocionar más las labores educativas que allí se realizan, las cuales forman
patrones a seguir.
Se trata y en esto es muy acertado Kaplún (2004), de medios
de comunicación popular: medios que promueven una real participación entre la
gente que defienden sus intereses, que hablan de sus problemas e inquietudes y
con su lenguaje. Medios que pueden ser realizados o utilizados por los grupos y
organizaciones populares.
La televisión comunitaria en la Isla se rige por las
políticas del ICRT, cada telecentro debe adecuar su producción a los requisitos
que existan para la puesta en pantalla de los programas. Las políticas
propuestas se ejecutan con el objetivo de realizar una programación orientada a
informar sobre los acontecimientos provinciales y municipales, promover la
idiosincrasia del territorio donde está enmarcada y entretener a la audiencia.
De acuerdo a las características de la televisión es uno de
los medios de mayor influencia en las sociedad, teniendo en cuenta los
principios por los que se basa el sistema socialista que tiene como bandera la
verdad, todas las informaciones que se enuncian en los medios son muy bien
recibidas por la población, he ahí la importancia de realizar un buen trabajo
televisivo.
La televisión tiene una gran preferencia en la sociedad
cubana actual, tiene un carácter socializador e influencia en las audiencias
que la consumen, por lo que conocer sus usos se hace necesario para comprender
mejor las dinámicas socioculturales de cada comunidad.
La producción y emisión de productos comunicativos para los
límites de una comunidad a partir del empleo de una tecnología apropiada o
sostenible, en términos de facilidad de dominio por los actores locales que han
de trabajar con ella y de reales posibilidades de reparación y mantenimiento
locales, distinguen a las televisoras, reconocidas como «alternativas» dentro
del contexto comunicativo actual (Gumucio; 2008: 10).
Las televisoras deben contar con equipos técnicos que
respalden la producción de los programas, pero a pesar de ello uno de los
factores más importantes es el intercambio con la sociedad, pues de acuerdo a
sus inquietudes y sugerencias, a través de la programación se les da respuestas
a sus necesidades. La labor desempeñada por los telecentros implementa altos
niveles de participación en los receptores, además de dotar a la audiencia de
conocimientos útiles para su desarrollo social.
En coincidencia con Berger (en Machado, 2009) se puede
afirmar que para ellas, más importante resultan las prácticas comunicativas y
la autosuperación comunitaria que ocurren mientras se gesta la programación
televisiva que la producción misma.
La televisión comunitaria potencia las capacidades de los
diferentes actores de la comunidad para comunicar, solucionar problemáticas
locales y contribuye con la superación profesional de trabajadores,
colaboradores y de la comunidad en general. Previo a las horas semanales de
transmisión, en un horario y canal radioeléctrico propio, diseñan una
programación que responde a la demanda local de temáticas informativas, de
divulgación de la cultura y el arte ciudadanos, de las tradiciones autóctonas y
de la necesidad de transmitir contenidos educativos o de crítica social que
contribuyan al desarrollo de la comunidad.
A partir de alianzas con diferentes organismos locales, el
canal divulga anuncios de interés público referidos al funcionamiento de
instituciones, emplean programas cuyos formatos responden a las posibilidades
creativas y condiciones de trabajo de las televisoras y su personal.
Entre los telecentro del país se encuentra TunasVisión que
ocupa un lugar preponderante en la provincia, no solo por sus funciones básicas
o tradicionales informar, distraer, sino también por su influencia en las
actitudes. Se destaca el papel que desempeña al definir el entorno más allá del
núcleo familiar o social que nos rodea, más allá de las actividades que debemos
realizar diariamente. La sociedad depende de la televisión para estar
informados acerca de situaciones, personalidades y asuntos hacia los que se
experimentan sentimientos de apoyo o rechazo.
La labor de los profesionales de la información y el
funcionamiento de las instituciones comunicativas constituyen un factor
determinante en la construcción de la realidad de los individuos a partir de
las noticias emitidas. El telecentro TunasVisión es una organización que incide
en la audiencia, teniendo en cuenta que
brinda información, conocimiento y entretenimiento a la población tunera
a través de sus productos comunicativos.
Los programas que transmite el canal siempre tienen una
finalidad educativa, la parrilla está compuesta por veintiún programas con
diferentes funciones, de orientación a la familia, informativo, histórico –
cultural, campesino, medio ambientalista, de salud, infantil, juvenil, musical,
cultural, de crítica y opinión, científico – técnico, deportivo y
cinematográfico.
Los medios de comunicación proporcionan modelos de identidad
a diferentes niveles: personales, profesionales, culturales. También son unos
de los principales constructores de estereotipos sociales y de la identidad
cultural. En este proceso generan y utilizan un determinado lenguaje,
transmiten proposiciones teóricas y conocimientos estructurados e instauran
referentes simbólicos.
La televisión tiene la posibilidad de llevar ante los ojos
de un público de espectadores cosas que puedan ver en cualquier sitio, desde
cualquier lugar y distancia. Y en la televisión el hecho de poder observar y
escuchar los disímiles acontecimientos a la vez es un factor positivo para
mostrarle al televidente qué es lo mejor, y a través de qué acciones se
enriquece como ser humano, incidiendo directamente en sus valores y a la vez
educándolo.
La educación implica favorecer el desarrollo integral de la
persona partiendo de sus propias necesidades, apoyando su crecimiento físico y
psíquico, permitiendo el ejercicio de todo un potencial de habilidades,
sirviendo a una socialización que haga consciente al individuo de su papel en
el mundo y de la necesidad de relacionarse con los demás desde la solidaridad,
el respeto y la tolerancia. Educar es comunicar el afecto, es también ayudar a
construir la sensibilidad, fomentar la creatividad, formar la autoestima y
enseñar a mirar el mundo desde la emoción y, al mismo tiempo, dar estímulos
para que la propia persona sepa canalizar esas emociones y vivir en sociedad.
Para el autor de esta investigación el nivel de impacto de la televisión en sus públicos se refiere
al modo en que se articulan los vínculos entre el medio televisivo y sus
públicos; contexto de su producción y recepción, así como, a las mediaciones
que intervienen en esa interacción. Se destacan en tal sentido el sistema
macrosocial, el entorno mediático institucional y el propio público.
CAPÍTULO II. EL SISTEMA DE PRODUCCIÓN DEL CANAL TERRITORIAL
TUNASVISIÓN Y SUS FUNCIONES INFORMATIVAS, EDUCATIVAS Y RECREATIVAS DENTRO DE LA
SOCIEDAD TUNERA.
2.1 Caracterización del Telecentro TunasVisión
El Telecentro TunasVisión es la institución base del sistema
de la Televisión en la provincia de Las
Tunas, tiene su ubicación permanente en calle 42 S/N, Reparto Santo, y se
subordina al Instituto Cubano de la Radio y de la Televisión.
Surge oficialmente el 30 de diciembre de 1999. Tiene sus
orígenes en el año 1969, cuando el periodista Ángel Luis Beltrán Calunga y el
camarógrafo José Lobón Palau inician las
actividades de información televisiva
como parte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana. Más tarde se
incorpora a este equipo reporteril, el periodista Naranjo Rosabal, procedente
de la Radio, quien a través de Tele Cristal cubría los requerimientos
informativos del territorio. También formó parte en el transcurso de formación
de la TV en el territorio el periodista Joel Lachatagnerais Popa, Isidro
Rodríguez García, como chofer, Ramón Acosta Bernal, de editor y Valentín Barrueta, de camarógrafo.
El Primero de septiembre de 1983 se inaugura un local como
sede de la corresponsalía de la que también formó parte el periodista Ubiquel Arévalo.
Posteriormente se incorpora como corresponsal nacional y jefa de la
corresponsalía la periodista Rafaela Balanza Recasén, auxiliada por la
periodista Damaris Zamora Escanel y la asistente Eloísa Mendoza.
Por el esfuerzo de muchos compañeros que durante años
desarrollaron el proceso de formación de la Televisión y con la acción del
Partido, el Gobierno y otras instituciones, se da inicio a la construcción del
actual Telecentro Provincial.
TunasVisión nace del esfuerzo de muchas personas, del apoyo especial
del entonces Primer Secretario de Partido, Misael Enamorado, del Presidente del
Gobierno Rafael Peña, del Vicepresidente Manuel Fon, y de otros dirigentes de
la provincia y del país.
Con recursos del territorio y el empeño de los constructores
del MICONS se hizo una realidad la obra. En ese entonces se contaba con una
cámara y dos cubículos de edición entregados por el Presidente de la República
Raúl Castro Ruz, en aquel entonces Ministro de las FAR.
En 1999 el país entrega cuantiosos recursos para completar
el sistema de la Televisión y TunasVisión es dotada de una moderna tecnología
digital. Es así que el 30 de diciembre de 1999, a las 4:30 pm la señal del
canal de los tuneros irrumpe en los telerreceptores, y se
convierte en un sueño hecho realidad.
Desde sus inicios ha sido reflejo del quehacer cotidiano del tunero con una
programación educativa, de
entretenimiento y orientadora. Desde
entonces su slogan ha sido “Somos la imagen que usted protagoniza”.
Está integrado por un colectivo creativo, que pone todas sus
aptitudes y potencialidades en función de la realización individual y
colectiva, comprometido en el desarrollo y la perdurabilidad de los rasgos que
identifican a los cubanos.
La constitución del Telecentro Provincial TunasVisión tiene
sus antecedentes legales en la Resolución Nro. 263 del 1 de diciembre de 1999
del Ministerio de Economía y Planificación, mediante la cual aprueba y autoriza
la creación del Telecentro como unidad presupuestada con denominación legal subordinada al ICRT, y con el interés de satisfacer las
necesidades informativas, educativas, culturales, y de entretenimiento de la
población del . Se registra el 20 de enero del 2000 como unidad presupuestada
ante el Comité Estatal de Estadística.
ESTRUCTURA
Para el cumplimiento de las misiones que a tenor del objeto
social y como entidad del ICRT y sus vínculos con la dirección del Partido
tiene TunasVisión cuenta con la siguiente estructura organizacional:
- Director
General.
- Departamento
de Programación e Información.
- Departamento
de Técnica y Realización.
- Departamento
de Administración.
Además lo conforma el canal territorial Canal Azul, de
Puerto Padre y las corresponsalías de los municipios de Amancio y
de Colombia. El Canal Azul está subordinado directamente al Director
General y las corresponsalías al Departamento de Programación e Información.
Cada división estructural del Telecentro cuenta con una
plantilla aprobada mediante el documento oficial P2, el cual en ningún momento
podrá ser modificado sin la aprobación del Comité Central.
Posee un total de 127 trabajadores, de ellos 60 son mujeres y 67
hombres. Técnicos suman 32 y profesionales
49.
Nivel Escolar: universitario en el departamento de
Programación e Información y Pre-universitario en los departamentos Económico y
Administrativo.
Las políticas por las cuales se rige esta institución son
las planteadas por el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Su parrilla de programación está conformada por 21 espacios
que reflejan la vida económica, política y social de los ocho municipios
tuneros. Es el Telecentro del país con la mayor cantidad de programas; de
ellos, cinco son de carácter informativo (representa el 56 por ciento de la
transmisión general), con una frecuencia
semanal y uno de ellos con transmisión quincenal.
El Telecentro elabora un plan de grabación y un plan de
transportación semanal con el objetivo de optimizar el trabajo de la técnica y
el transporte, puntos débiles en la actualidad. Su cronograma de trabajo está
compuesto por: grabaciones en exteriores y en estudio, edición no lineal en el
AVID y pases a distintos espacios nacionales.
El día se divide en dos jornadas para el trabajo en edición:
de 7:00 de la mañana a 4:30 de la tarde, y de 4:30 de la tarde en lo adelante.
Se trabajan las líneas temáticas que orienta la dirección
del Partido y el ICRT, y otros temas de interés.
En la elaboración del plan de trabajo semanal participan
todos los trabajadores del Departamento de Programación e Información para
aportar temas de interés social.
Se promueven y
divulgan las campañas, jornadas y
aniversarios, a través de una programación diseñada semanalmente a tales
efectos.
Comparativamente, la programación del Telecentro fue
considerada una de las más integrales y de mejor calidad por parte de la
Dirección Nacional de Telecentros. En su realización intervienen cuatro
asesores, doce locutores (habilitados en la parrilla) y ocho directores de programa.
Frecuentemente se solicita la asistencia de especialistas de otros medios.
Objeto social
- Producir
programas, menciones, materiales noticiosos y transmisiones de cualquier
naturaleza para ser transmitidos por los canales nacionales, por iniciativa
propia y mediante la contratación de otros organismos y personas jurídicas.
- Efectuar
producciones, servicios o informaciones para uso de otros organismos y
entidades.
- Concertar,
previa aprobación del ICRT los instrumentos de colaboración con entidades
extranjeras y ejecutar las actividades que le fueran asignadas en los
instrumentos internacionales, bilaterales en los cuales el ICRT forma parte.
- Atender
y controlar desde el punto de vista administrativo y técnico las
corresponsalías del noticiero nacional de televisión que les están
subordinadas.
- Realizar
y comercializar producciones y coproducciones en sus soportes técnicos en
moneda nacional a las personas naturales y jurídicas y en moneda libremente
convertible a las personas naturales y jurídicas extranjeras.
- Ofrecer
los servicios que requieren las producciones audiovisuales en moneda nacional.
- Brindar
servicios de asesoría técnica en materia audiovisual a personas jurídicas
cubanas, en moneda nacional y a personas naturales y jurídicas extranjeras en
moneda libremente convertible.
- Obtener
derechos editoriales de las producciones musicales y de las obras audiovisuales
que se realizan y comercialicen en moneda nacional, y de personas naturales y
jurídicas extranjeras en moneda libremente convertible.
- Comercializar
de forma mayorista y minorista spots publicitarios en moneda nacional y en caso
de personas naturales y jurídicas extranjeras el cobro se efectuará en moneda
libremente convertible.
- Brindar
servicios de cafetería y comedor a sus trabajadores en moneda nacional.
El objeto social del telecentro TunasVisión aparece recogido
en la Resolución Nro. 439 de diciembre del 2004 del Ministerio de planificación
y Economía.
Misión
- Reflejar
de una manera sencilla, amena, clara, variada el quehacer cotidiano del tunero
con una programación informativa, educativa y de entretenimiento que garantice
la preferencia creativa utilizando los recursos para lograr la imagen que usted
protagoniza como eslogan a partir de los principios revolucionarios. Además de
Organizar, ejecutar y controlar la política de programación en función de
viabilizar las funciones ideológicas, educativas y culturales del Telecentro al
servicio del territorio.
VISIÓN
- Ser la
imagen de la preferencia del pueblo tunero.
- Defender
la cultura y la identidad del territorio.
- Formar
parte del proceso de preparación y superación educacional, cultural, social y
político-ideológica de la población del territorio.
- Dar a
conocer y recrear la realidad del territorio a través de sus transmisiones
diarias.
- Coadyuvar
a fomentar hábitos y gustos culturales y artísticos en la población.
- Promover
en nuestros espacios la literatura y demás manifestaciones artísticas del
territorio para el enriquecimiento espiritual de nuestros ciudadanos.
- Mostrar
las manifestaciones deportivas y artísticas como práctica sana para el
desarrollo personal, la recreación y el esparcimiento.
2.2 Análisis de la programación del Telecentro TunasVisión
dirigida a los televidentes
El Telecentro TunasVisión ofrece una programación variada
con el objetivo de informar y entretener a la población tunera, sus espacios se
clasifican en informativo, cultural, musical, juvenil, campesino, infantil,
histórico – cultural, de orientación a la familia y científico – técnico. Para
desarrollar un análisis de toda la programación y valorar cuán efectiva es la
puesta en pantalla para la población fue necesario realizar una investigación
que respondiera a estas características.
La programación de la semana del Telecentro es transmitida
por el canal 13 encadenado con Tele Rebelde; sale al aire a partir de las 12:00
pm a 12:30 pm y de 4:30 pm a las 6:00 pm y de viernes a domingo, la puesta en
pantalla es nocturna de 8:30 pm a 11:00 pm
y solo se puede visualizar en el municipio Tunas por el canal 65.
TunasVisión cuenta con una parrilla de 21 programas descritos en el anexo XVI.
2.3 Análisis de los resultados
La muestra permitió conocer
el nivel de
recepción, aceptación y
satisfacción de la
teleaudiencia de la provincia de
Las Tunas.
El estado de opinión y los hábitos que se manifiestan al
investigar científicamente el grupo pueden estimarse como proporcionales o
equivalentes a los de toda la población. Se debe, para lograr resultados
precisos, aplicar reglas de selección y estadísticas y elaborar correctamente
los cuestionarios para precisar aportes significativos.
En el proceso investigativo se utilizaron diferentes
técnicas cualitativas y cuantitativas que posibilitaron la descripción y evaluación
del objeto de investigación, entre
ellas se
encuentran la revisión
bibliográfica, dos encuestas aplicadas en los ocho municipios tuneros y
entrevistas a expertos, funcionarios y periodistas de renombre y trayectoria.
El estudio se
prolongó durante los meses de
noviembre de 2013 a febrero de 2014. Se realizó la selección de los
informantes divididos en dos categorías. Los especialistas integrados por
personal vinculado de
forma directa al
trabajo de la
Televisión en la provincia, la
dirección de las corresponsalías y Telecentro municipal, y de la otra parte los
televidentes o posibles receptores de la señal territorial y su
correspondiente parrilla de
programación.
El trabajo investigativo de estas dos categorías se
enfocó de manera específica e intencional
en la programación del Telecentro TunasVisión.
La preferencia por la metodología cualitativa está
condicionada porque el objetivo de la presente tesis no es identificar
regularidades cuantificables, sino que por el contrario, se trata de realizar
un análisis de los sentidos y significaciones sociales implicadas en el estudio
de recepción, aunque para ello es necesaria la utilización de la metodología
cuantitativa para poder tabular las técnicas y comprender a partir del análisis
de esos datos los significados, el mundo simbólico, para acceder no desde la
exterioridad, sino desde una interioridad.
Se empleó la triangulación de datos, en la que se incluyó a
todo el equipo de los programas, especialistas de Televisión y televidentes.
En lo referente al procesamiento de la información, primeramente fue comunicado a la Directora
Provincial de la TV en Las Tunas Iliana Toirat Ruiz el tema propuesto a
investigar, la que mostró interés sobre la iniciativa que contribuirá a dinamizar
el sistema de producción y el trabajo de emisión del Telecentro Provincial en
todo el territorio tunero.
Posteriormente
se pasó a
la revisión bibliográfica
y documental para
poder analizar las principales temáticas abordadas en los 21 programas
que integran la parrilla, así como también su reseña histórica, equipo de
trabajadores y balance informativo.
Debido a que el nivel de interpretación de la realidad de
cada ser humano varía en dependencia del nivel de madurez que posea y esto casi
siempre va asociado con el crecimiento físico y cognitivo, se aplicaron dos
encuestas (ver anexos I y II), la primera a 480 individuos mayores de 15 años
de edad de toda la población de la provincia
y la segunda dirigida a 145 infantes comprendidos entre los 7 y los 14
años de edad.
Las encuestas permitieron conocer los criterios, opiniones y
sugerencias del televidente tunero y sobre qué elementos hay que tomar en
cuenta para concertar esos públicos o televidentes con las preferencias
que manifiestan en relación al sistema de producción que reciben de
TunasVisión; así como qué piensan las niñas y los niños respecto al único
programa infantil que posee este Canal.
La entrevista semiestructurada (anexo III) fue aplicada de
manera anónima a un total de 50 individuos, de ellos 20 trabajadores del
Telecentro tunero, 7 especialistas de la prensa (uno por cada municipio
excluyendo el cabecera), 13 individuos de diferentes sectores y 10 televidentes fijos de TunasVisión que se vinculan
con el medio confirmados de antemano.
La consulta a cinco expertos se aplicó en la ciudad de Las
Tunas tras previo diálogo coordinador por parte del autor de esta
investigación. (Anexo IV)
En lo referente a la Guía de Observación (anexo V) se aplicó
de forma sistemática durante los cuatro meses de estudio. Esta técnica permitió
desde la óptica analítica conocer
retos, dificultades y
logros en el
proceso de edición y
transmisión de TunasVisión.
La retirada del campo se produce una vez obtenida la
información a partir de las técnicas y métodos. Es entonces que se procede a
decodificar cada una de las categorías de respuestas, se utilizó la
triangulación metodológica, luego de tabular mediante sistemas de procesamiento
computarizado las frecuencias
de aparición de las respuestas, se procesan las preguntas y
las observaciones realizadas. Se
obtienen finalmente los resultados de
la presente investigación.
2.3.1 La encuesta, principales resultados.
2.3.1.1 Encuesta a la población mayor de 15 años de edad
Para la aplicación
de la encuesta y la selección de la muestra se tuvo
en cuenta que la provincia de Las Tunas posee una población con cinco años de edad en adelante de 507 mil 901
habitantes (ver anexo VIII), distribuidos por los municipios Manatí (29 mil
169), Puerto Padre (87 mil 158), Menéndez (47 mil 646), Majibacoa (40 mil 634),
Las Tunas (189 mil 660), Jobabo (44 mil 164), Colombia (31 mil 112) y Amancio
(38 mil 358).
La muestra quedó conformada por un total de 480 individuos
mayores de 15 años y se distribuyeron por los diferentes municipios buscando
una representatividad en función del total poblacional que poseen, agrupándolos
del modo siguiente: Jesús Menéndez, Majibacoa, Jobabo y Amancio, 45, por cada
uno, Manatí y Colombia 35 habitantes por cada uno, Puerto Padre 80 y en el
cabecera 150 debido a que es el de mayor densidad poblacional.
La técnica de la
encuesta indaga sobre la aceptación o no de la puesta en pantalla, las
frecuencias en que los tuneros ven el Canal, intereses de temáticas a
visualizar desde la perspectiva de los televidentes, formas de recibir la
imagen y la señal y otros temas.
Datos generales: sexo, edad, escolaridad, ocupación:
Fueron encuestados 257 (54 %) individuos del sexo femenino y
223 (46 %) del masculino. Del toral, 171
(35,6 %) están comprendidos entre las edades de 36 a 45 años; 119 (24,8
%), de 26 a 35 años; 111 (23,1 %), de 16 a 25 años; 79 (16,5 %), con más de 45
años. (Ver anexo XIV)
El 19,6 por ciento de
los que respondieron la encuesta son
universitarios; el 14,4 están graduados
de Duodécimo grado; el 31,5 tienen el Noveno grado vencido; el 25,6 son Técnico
Medio; y solo el 9 por ciento tiene concluido el Sexto Grado. (Ver anexo XIV)
De los encuestados son trabajadores estatales el 43,5 por
ciento (209); el 17,1 por ciento resultaron ser estudiantes (82); el 16,7 por
ciento son amas de casa (80); el 11,7 por ciento ya están jubilados (56); el
5,8 por ciento resultaron ser trabadores por cuenta propia (28) y el 5,2 por
ciento no tienen vínculo laboral (25). (Ver anexo XIV)
Nivel de teleaudiencia del Canal:
Cuando se valora la primera pregunta del cuestionario
referente a si recepcionan el canal TunasVisión el análisis de los datos arroja
que 430 (90 %) de los que respondieron el cuestionario afirman ver el
canal; y solo 50 (10 %) no lo ven. (Ver
anexo XV, tabla 1)
Las principales respuestas de quienes negaron ver el Canal
refieren en primer lugar no poseer tiempo suficiente para ello ya que el
trabajo se lo impide; en segundo término,
porque no les alcanza el tiempo cuando llegan al hogar y en tercer lugar
porque tienen otras opciones, entre las
que mencionan: los Canales Nacionales, y
el uso de DVD en casa y de las
computadoras.
Al analizar la muestra tomada por municipios se observa que
es muy pequeña la cifra de personas que dicen no ver el Canal, las más representativas de ellas fueron
Puerto Padre y “Jesús Menéndez”, debido
a la existencia de su Canal territorial en el primer caso, y por la influencia
que ejerce TeleCristal en el segundo municipio, por lo tanto se puede afirmar
que TunasVisión posee un alto nivel
de teleaudiencia.
Frecuencia con que ven la programación los televidentes:
En cuanto a la frecuencia con que se observan los programas
del Telecentro 231 individuos indicaron la opción A veces lo que representa el
48,1 %, 88 (18,3 %) declararon verlo Siempre, 59 respondieron Pocas veces, siendo el 12,3% y por Casi nunca optaron 52
para un 10,8 % del total. (Ver anexo XV, tabla 2)
La respuesta que predominó fue A veces, esto radica en los
hábitos de vida del tunero, según plantea en sus estudios el Centro de
Investigaciones Sociales, que en su mayoría trabaja y llegan a los hogares en
los horarios de la tarde, momento que dedican a los quehaceres hogareños,
coincidiendo con el horario de transmisión de TunasVisión.
Si se tiene en cuenta que las respuestas que aseguran verlo
A veces y Siempre, representan el 66,4 por ciento de los encuestados, entonces
se puede concluir que en la población tunera es mayoritaria la cantidad de
televidentes que ven con frecuencia TunasVisión.
Percepción por parte de los televidentes de la calidad de
los programas:
La tercera pregunta del cuestionario estuvo dirigida a medir
cómo perciben los televidentes los diferentes programas que integran la
parrilla de programación del Canal Territorial, a través de su evaluación
personal en una escala del 1 al 10 (ver anexo XV, tabla 3).
De ahí que se concluya que LTV Noticias y LTV Resumen son
los programas con mejores puntuaciones de calidad, con un total de 300 y 295
encuestados por cada uno con la máxima calificación, seguidos de Abriendo la
Tarde con 280, Déjate Ver, 279, y Pincel
Mágico con 278.
Quiéreme Entera y Visión Diversa resultaron ser los
programas con peores puntuaciones, solo fueron evaluados de 10 por 99 y 87
personas cada uno.
Esto demuestra que
los televidentes están atentos a la propuesta televisiva y no se comportan como
un ente pasivo sino que evalúan todo el tiempo la forma en que se les está
suministrando el mensaje. Que solo cinco programas de una parrilla de 21
recibieran la máxima calificación y ninguno sobrepasara el 30 por ciento en la
calificación de nueve, deja en evidencia que la percepción de la calidad de los
programas por parte de los televidentes no es buena.
Es importante precisar que en los casos de Casi como ayer y
Ultrasonido, también resultaron menos favorecidos (101 y 100 respectivamente)
porque solo fueron evaluados por los encuestados en el municipio cabecera,
debido a que estos son transmitidos en el horario nocturno del fin de semana,
tiempo en el que el Canal utiliza la frecuencia de transmisión del Canal 65 y
solo tiene un alcance local, no
provincial, lo que justifica también la mala calidad de la señal durante este
horario de transmisión en los límites de la ciudad cabecera.
Preferencia de los televidentes
La cuarta interrogante y sus incisos está encaminada a medir
el nivel de preferencia que presentan los televidentes respecto a la parrilla
del Canal; por ello al preguntárseles
qué programa prefieren (ver anexo XV, tabla 4)
las respuestas permitieron analizar que LTV Noticia es el programa más
popular entre los tuneros, al despuntar con un 22,8 por ciento, seguido por
Déjate Ver con un 13,7 por ciento de los encuestados y luego LTV Resumen con un
9,1 por ciento. Los menos favorecidos resultaron Primer Tiempo con un 0,2 por ciento,
Visión Diversa, con un 0,5 por ciento y Cinepuntonet, Las Buenas Ideas y
Efemérides, los tres con un 0,7 por ciento.
En cuanto al inciso a de la pregunta 4 (ver anexo XV, tabla
4a), dedicado a los programas que no prefieren los televidentes en De Tarde en
la Campiña lo seleccionaron 58 personas representando el 13,5 %, Fresco y sin
cortar , 19 para un 4.4 %, A través de la Música 16, para un 3.7 %, Comunicarte
15, para un 3.5 %, Déjate Ver 13, para un 3 %, Efemérides 12, para un 2.8 %,
Casi como ayer 8, para un 1.9 % y Cinepuntonet 7, para un 1.6 %.
Esto permite concluir que los programas informativos y las
revistas de orientación resultan los preferidos de los televidentes tuneros.
Al indagar en qué desearían que no formara parte de la
parrilla de programación en el inciso b de la cuarta pregunta el 53 % de los
encuestados plantea que De tarde en la Campiña, lo que se corresponde con los
incisos anteriores; el 51 % plantea que deje de ser grabado Latir del Pueblo y
otro 71 % aluden a que deberían analizarse algunos conductores del sexo
masculino que no poseen una buena proyección en pantalla, señalando entre los
ejemplos a De Tarde en la Campiña, Déjate Ver y LTV Noticias.
Programas que más ve.
El análisis de la pregunta 5 (ver anexo XV, tabla 5) referente
a los programas que las personas investigadas declaran consumir, se comportó de
la siguiente manera: LTV Noticias con 196 declaraciones para un 45,6 %, le
sigue Abriendo la Tarde con 100 personas, el 23,3 %, continúa Casi como ayer,
con 98 votaciones para un 22,8 %, Déjate Ver con 60 lo que representa el 14 %,
Ultrasonido 44, que es 12,2 %, LTV Resumen con 43 que representa un 10 %, Pincel Mágico con 42 para
un 9.8 % y Latir del Pueblo 41, para un 9.5 %. (Ver el resto de los resultados
en anexo XVI, Tabla 5).
Luego de realizar un estudio de los programas mencionados se
obtuvo como resultado que el programa LTV Noticia es el preferido por los
televidentes con 196 aprobaciones que significa un 45,6 %, seguido de Abriendo
la Tarde y Casi como Ayer. Según esta valoración son menos vistos Efemérides,
Primer Tiempo y Visión Diversa.
Destacar que de una forma u otra todos los programas son
consumidos por los televidentes, pero se hace necesario un análisis del estilo
de aquellos que no han sido muy favorecidos de manera que jueguen el rol para
el cual fueron creados: satisfacer las necesidades estético-informativas de los
tuneros.
En la pregunta 7, referida a conocer que otras secciones les
gustaría que tuvieran los programas, las respuestas redundaron en función de
los intereses de los diferentes grupos etarios, de ahí que los jóvenes
comprendidos entre los 15 y 25 años de
edad piensen que deberían incluirse secciones sobre:
Entrevistar más a personas de la calle y de los municipios,
la homosexualidad como diversidad sexual sin prejuicios, las enfermedades de
transmisión sexual y su prevención, la vida de los jóvenes en la sociedad
actual, secciones de cocina, de música Rock y de Rock Pop y modas, consejos de
belleza (cuidado de cutis, pelo, piel, peso corporal), entrevistas a los
jóvenes en las escuelas, universidades, en la calle; pequeños cortos
infantiles. Fresco y sin cortar debe tratar más el tema de las relaciones en
pareja, que hablen de deporte y la
música clásica, un programa de música donde se trataran programas de
adolescentes, las efemérides del día siguiente, competencia de deportes
infantiles. En Consulta debe ser más profundo y al mismo tiempo más ameno y
asequible a la generalidad de la población.
Los que se encuentran en el rango entre los 26 y los 45 años
consideran que deben incluirse: sugerencias actuales, entrevistas, crítica
social, temas educativos- participativos, opiniones sin prejuicios, llegar más
a los municipios y que los programas tengan más vínculo con el pueblo,
secciones deportivas y de trabajo en el hogar desde la experiencia
tunera, insertar programas dedicados a reconocer la labor de maestros, sobre la
ética en las personas, psicología, e información sexual y preventiva.
Solicitan además que los programas históricos se deben
acercar más a la localidad y a los municipios, consejos sobre el buen vestir,
promoción de actividades de las Casa de
Cultura y movimiento de artistas aficionados, psicología en los niños y
violencia familiar, consejos útiles sobre carpintería y trabajos en el hogar,
retomar programas como Km0, una revista de utilidades para la casa y Amigos por
correspondencia, espacios con peñas de diferentes géneros, celebridades
tuneras, comentarios culturales, periodísticos, secciones sobre fútbol, y recuerdos deportivos.
Los adultos mayores de 45 años consideran que las secciones
de los programas de TunasVisión deben ser enriquecidas con más programaciones
infantiles, realizar actividades para la recreación y el disfrute de los
pequeños de la casa, secciones sobre información al pueblo de cursos y plazas
vacantes en diferentes empresas, diversificar el área de realización de
programas: Casi como ayer se podría
realizar en los municipios como lo hace
De tarde en la Campiña, además de
temas relacionadas con el arte,
enfermedades de baja prevalencia, la inclusión en la sociedad de personas con limitaciones
físicas, comentarios sobre la música, y que den a conocer al pueblo las
ilegalidades vigentes en el orden económico, político y social.
Además, secciones que tuvieran más intercambio con los
jóvenes músicos actuales, que divulguen las legislaciones vigentes en los
organismos de la Administración Central del Estado, que se utilicen títeres en
el programa infantil, la actividad de
los obreros agrícolas y su importancia en la actualidad, hacer más programas
para los niños, secciones de tejido, visitar y reflejar más la realidad de los
centros de trabajo, consejos de peluquería, acerca de cómo los padres deben
educar a los hijos sobre todo cuando estos son hiperactivos, que Latir del
Pueblo sea en vivo y no grabado.
Es importante insertar secciones sobre algunas conductas
asumidas por el adulto mayor y el apoyo de la familia sobre las decisiones de
los abuelos, curiosidades, la defensa del idioma, videos de música del ayer,
programas que reflejen la cotidianidad, sabiduría popular campesina para el
adulto mayor. Que Del dicho al hecho refleje las realidades tal y como son. Que
los conductores, sobre todo el de Déjate ver y el De Tarde en la Campiña, sean
más agradables visualmente, menos “plásticos” y exagerados.
Como se puede apreciar es diverso el campo temático que
proponen los televidentes, lo que muestra a un tunero necesitado de
información, ávido de conocimiento y que busca en su televisora el medio no
solo para instruirse sino también para recrearse. De manera general se puede
decir que la teleaudiencia está necesitada de que la escuchen, de verse, de
resolver sus problemas tanto personales, como familiares como sociales, esto lo
demuestra la insistencia en los programas de participación donde se escuche a la
población sin importar la edad, pero al mismo tiempo demuestra que el tunero es
un ente activo frente al mensaje televisivo y confía en el Canal Territorial y
lo siente como suyo.
Utilidad de las temáticas tratadas en los programas de
TunasVisión para los televidentes.
Al responder la pregunta número 8 (ver anexo XV, tabla 7)
referente a la utilidad de los temas del Canal el 52,7 por ciento respondieron
A veces, el 27,7 por ciento Afirmó y solo el 9,2 por ciento Negó la utilidad
temática de la programación del Telecentro tunero.
Esto demuestra que todavía la parrilla de programación de
TunasVisión no satisface la diversidad temática que necesita la población
tunera, las respuestas emitidas por los encuestados en la siguiente pregunta
(9) demuestran esta afirmación, pues emitieron tantos temas como propuestas de
secciones propusieron en la pregunta 7, datos que por resultar muy parecidos
debido a la estrecha relación entre ambas preguntas, no serán expuestos para
evitar redundancias pero pueden consultarse en el anexo XV, tabla 8.
Evaluación de la calidad de la señal televisiva
En la décima interrogante (ver anexo XV, tabla 9) es
evaluada la calidad de la señal televisiva de Regular por 195 individuos (45
%), de Mala por 85 personas (20 %), de Pésima por 81 encuestados (19 %) y de
Buena solo 69, lo que representa el 16
%.
Esto demuestra que la señal por la que está transmitiendo
TunasVisión no está llegando con la suficiente calidad al televidente, lo que
afecta en gran medida la percepción que de la imagen del Canal pueden hacerse
los tuneros.
Tipo de antena receptora en los hogares.
Previendo estos resultados en la encuesta se incluyó la
interrogante once (ver anexo XV, tabla 10) relacionada con el tipo de antena
que usan los televidentes en sus televisores para captar la señal y de este
modo comprobar si el problema radica en el equipo receptor, o en los encargados
de llevar la señal hasta los hogares tuneros.
Para ello se tuvo en cuenta como tipos de antena la de
bigote y la de exterior, porque la primera dificulta la captación de la señal
mientras que la segunda es muy eficiente en este sentido. Además, el
investigador le explicó a cada encuestado las características físicas que
debían cumplir estos tipos de receptores para poderlos identificar, buscando
que no fueran improvisados.
Los resultados demostraron que en el 65 por ciento de los
encuestados el tipo de antena empleada es la de exterior, esto representa un
total de 281 personas de las 430 que afirmaron ver TunasVisión y el 35 por
ciento, 149 individuos, aseveró poseer antenas de bigote.
Esto manifiesta que la mala calidad de la señal no determina
negativamente el nivel de selección y/o aceptación por parte de los públicos y
que la tecnología usada en sus hogares para captarla señal no es la responsable
de su mala factura.
Medida en que el Canal cumple las expectativas de los
televidentes.
Al responder en la duodécima interrogante (ver anexo XV,
tabla 11) en qué medida TunasVisión
cumple las expectativas informativas y de entretenimiento como Canal Territorial
que es el 57 % (245) consideró que lo hace de Alguna forma, el 25.1 % (108) En
gran medida y solo el 17.9 %, 77 personas, consideraron que No la cumple.
Estos resultados son muy alentadores porque aunque la gran
mayoría no demuestra una plena satisfacción con el Canal, queda en evidencia
que TunasVisión se acerca a lo que los televidentes aspiran de él.
Teniendo en cuenta que la suma de los que respondieron de
alguna forma y en gran medida contempla un total de 82,1 % de los encuestados,
lo que permite formular que el nivel de satisfacción de los públicos de
TunasVisión es mediano.
Preferencia de horario para visualizar la programación.
En cuanto al horario preferido por los televidentes para ver
TunasVisión, en la pregunta 13 (ver anexo XV, tabla 12) los encuestados
demostraron con un 37,7 % (162) que en la tarde, seguido por al mediodía con un
25,8 % (111). El 25,6 %, 110 individuos, marcaron los dos horarios, o sea en la
tarde y al mediodía, el 4,4 % (19)
indicaron en la noche, el 3,3 % (14) prefieren los fines de semana y el 3,3 %
(14) se decidieron por en la tarde y en la noche.
Estas respuestas permiten aseverar que los horarios de mayor
consumo del Canal por parte de los tuneros es el de la tarde, esto está dado
porque el 43,5 % de los encuestados son trabajadores. En el caso de las
selecciones relacionadas con la noche y los fines de semana son menos
beneficiadas porque el Canal solo transmite en el horario nocturno los fines de
semana y lo hace para la ciudad de Las Tunas.
De aquí también se infiere que TunasVisión posee un alto
nivel de teleaudiencia, pues la mayoría de las respuestas aseguran ver
TunasVisión aunque no exista una homogeneidad en las preferencias de los
horarios.
Calidad de la conducción.
En la pregunta 14 (ver anexo XV, tabla 13) los encuestados
tuvieron la posibilidad de evaluar la calidad de la conducción de los
presentadores del Canal, al respecto el 46,7 %
consideró que la conducción es Regular, el 31,9 % Buena, el 14,9 % Mala y
el 6,5 Pésima.
Un total de 93 individuos que representan el 22 por ciento,
expresaron criterios valorativos en esta pregunta respecto a la calidad de los
conductores, a pesar de que la encuesta no lo pide en ninguna de sus
interrogantes, considerados muy valiosos a la hora de analizar los resultados
debido a la solidez de los criterios que permiten tener una idea más general
sobre lo que opinan de los conductores de TunasVisión.
Los principales criterios refieren que la conducción es
regular ya que algunos de los conductores deben prepararse mejor, no siempre
llegan al público, les falta experiencia; el léxico y la dicción no es la
adecuada, les falta profesionalidad; deben de mejorar la imagen que proyectan,
carecen de carisma y de imagen televisiva y no cuidan las improvisaciones que
no siempre quedan bien.
Percepción que poseen los televidentes de la imagen de
TunasVisión.
La pregunta 15 (ver anexo XV, tabla 14) permite a los
televidentes evaluar la imagen que proyecta TunasVisión, 430 encuestados
afirmaron consumir la programación de TunasVisión, de ellos 188, el 43,7 %,
evaluaron la imagen del Telecentro de Buena, 163, el 37,9 % de Regular, 45
consideraron que es Mala para un 10,5 % y 34 la evaluaron de Pésima, para un
7,9 %.
Estos resultados demuestran que la imagen que proyecta el
Canal en sus televidentes es positiva.
Propuestas de cambio.
La última interrogante del cuestionario estuvo dirigida a
que los televidentes propusieran ideas para mejorar el trabajo del Canal, fue
respondida por un total de 389 personas, los que representan el 90,5 % del
total.
Las principales propuestas están relacionadas con el trabajo
para mejorar la locución o conducción de los diferentes programas, pues existe un criterio casi generalizado en que les falta
preparación, y que deben mejorar la
forma de proyectarse, crear una mejor imagen. Sugieren para las personas que
van a ser entrevistadas pasen por un proceso de selección, y una mejor preparación en los temas, pues cometen
errores en las informaciones que transmiten.
Lo mismo sucede con la escenografía, la luces y el vestuario,
consideran que pueden ser cambiados o mejorados, que deben buscarse soluciones
artísticas más frescas y agradables.
La programación debe ser más variada y dinámica, utilizar
elementos que atrapen al público. Hay que otorgarle mayor dinamismo y adecuarla
más a la vida de los tuneros de los municipios, sacarla del estudio y
adentrarse en el quehacer de la gente en su cotidianidad y en su entorno.
Buscar una mayor representatividad de los municipios y de sus comunidades.
También refieren que la dirección de los programas debe ser
mejorada, algunos reconocen y celebran el trabajo de Edy Crespo, Waldina
Almaguer y la directora de Pincel Mágico.
Hacer del Canal un producto más utilitario, con comerciales
y actualidades de la comunidad o la localidad es reclamo de los televidentes.
Se solicita personificar TunasVisión como Canal y pueda ser
disfrutado las 24 horas por una sola señal que no sea TeleRebelde de modo que
no se afecten las trasmisiones; que se realicen más programas para jóvenes
donde se proyecten series, películas musicales y novelas, además de pensar en
los diferentes grupos etarios y preferencias a la hora de planificar su
programación.
Los informativos necesitan ser más dinámicos, ofrecer la
noticia con otro toque y originalidad. Se reconoce el trabajo de Nuriam Sayas.
Que la dirección del Telecentro realice una mayor gestión
administrativa para poder mejorar la situación tecnológica que presentan,
implicando en ello al Partido y al Gobierno provinciales y municipales.
Al referirse a Latir del Pueblo proponen que deje de ser
grabado y que pase a formar parte de la programación del Telecentro como un
programa en vivo.
En el caso específico de los tuneros que pueden disfrutar de
la programación del fin de semana aconsejan que no se repitan tantos programas,
sino que se creen nuevos en función de los intereses del público y que en el
caso específico de Casi como ayer no necesita mantener ese estilo de
espectáculo, eso puede dejarse para el verano, mientras puede realizarse con
locución en off y los videos, deberían buscar soluciones artísticas que
refresquen la imagen que proyectan todos los que integran el programa, incluido
el público, que parecen maniquíes
impuestos y casi siempre se trata de las mismas personas dando la impresión de
que es grabado. Necesita ser más dinámico.
Las sugerencias demostraron que se está en presencia de un
espectador crítico y activo, identificado con su Canal, dispuesto a cooperar
para que cumpla con su función social y verse identificado a través de la
programación.
Cuando se valoran y comparan los datos anteriores se
concluye que potencialmente los televidentes conocen del Telecentro, lo
consumen y desean tener en él un medio ideal para satisfacer sus inquietudes
informativas y de gusto estético.
Ello demuestra que las temáticas que se presentan en los
programas de TunasVisión siguen siendo insuficientes, a pesar de que muchas de
las que señalan los televidentes se abordan en alguna medida, lo que requiere
del dinamismo, la inteligencia, la audacia, la integralidad y la
profesionalidad del personal vinculado
directamente con la política editorial del Canal Territorial TunasVisión para
implementar las recomendaciones que de este estudio se derivan.
2.3.1.2 Encuesta a niños entre los 7 y 14 años de edad
Para conocer desde su visión del mundo, los criterios de los
niños y las niñas respecto al canal y al
programa infantil Pincel Mágico fue necesario elaborar una encuesta (Ver anexo
II) con características específicas que le permitieran una mayor
comprensión.
En el total de esta muestra se incluyeron 145 infantes, 15
por cada municipio, excepto en el cabecera donde la cifra ascendió a 40
párvulos, y arrojó los siguientes resultados:
De los 145 niños encuestados, 122 respondieron que Sí veían
TunasVisión que representan el 84 %, y No, 23 para un 16 %, cifra
representativa para esta edad.
De acuerdo a estos datos se puede afirmar que la mayoría de
los niños observan el programa Pincel Mágico, que representan el 84 % de los
encuestados. Este dato demuestra que el programa cumple con uno de los
objetivos para el que fue diseñado.
En correspondencia con la muestra seleccionada observan el
programa Siempre, 14 que simboliza el 10 %; Casi siempre, 37 constituyendo el 26 %; A veces,
61 significando el 42 %; y Pocas
veces, 9 que es el 6 %. De los 145
encuestados, respondieron 122 que significa el 84 % y dejaron de hacerlo 23,
siendo el 16 %.
Aunque en la primera
interrogante se comprobó que existe un por ciento alto de niños que disfrutan
del programa, no sucede así la frecuencia con que lo hacen, pues en la mayoría
de los casos observan el programa a veces, esto significó un total de 61 para
un 42 %. Por ello se debe contribuir a que haya una mayor audiencia, pues
siempre se trabaja sobre la base de la perfección, pero este resultado indica
que de una manera u otra los niños se interesan por observar el programa.
Evaluaron de Bien a Pincel Mágico 112 niños que expresan el
77 %; Regular, 10 reflejando el 7 %. En
total respondieron 122 que representan el 84 %, y no lo hicieron 23, que significa el 16 %.
Lo que más gusta de Pincel Mágico: la colaboración de los
payasos y las curiosidades. La parte en la que dibujan los niños. Tonguita y
Papote son los personajes preferidos
Sugerencias: “que den más información histórica”. “Que lo
dieran más tarde que el horario habitual”. “Que hicieran el programa en las
escuelas”.
Los temas de Pincel Mágico son útiles Siempre para 94 niños
que simbolizan el 65 % y A veces, 28,
para un 19 %. Calificaron los temas del programa 122 infantes que
expresan el 84 % y no lo realizaron 23,
que constituyen el 16 %.
¿Temas que se deberían de tratar?:
Acerca de cómo viven los niños en otros países; sobre los
magos, los animales de otras
latitudes, los peloteros, los insectos perjudiciales para el hombre, el uso racional del agua y la formación
vocacional a edades tempranas.
Abordar más temáticas relacionadas con la medicina, playas,
el cuidado de los animales, de la piel
y del cabello humano, el medio ambiente, los bosques y las manifestaciones artísticas.
El 77 % de los encuestados evalúa el programa como positivo
por lo que se cumple una misión muy importante, llegar al receptor y satisfacer
sus necesidades audiovisuales. El producto comunicativo por sí solo no tiene
valor hasta que se lo atribuya el público destino.
Entre los elementos que componen el programa, el de
preferencia es la actuación de los payasos,
que representan sinónimo de alegría y diversión entre los niños. En
cuanto a lo que desearían cambiar algunos enuncian que nada, otros el horario
de salida al aire y obtener más informaciones históricas. Atendiendo a estos
criterios la realización del programa es muy efectiva pues su público destino
tiene muy pocas inconformidades en cuanto a lo expuesto y ofrece una serie de
temas para enriquecerlo.
Los temas tratados en Pincel Mágico son útiles para los
niños siempre en un 65 %, elemento que evidencia el valor transformador del
programa pues contribuye a la formación de valores en los niños y en las niñas
a través de diversas temáticas que reflejan su realidad.
2.3.2 La entrevista
semiestructurada
Otra de las técnicas utilizadas fue la entrevista
semiestructurada (ver anexo III), la cual parte de una pauta o guía de
preguntas con temas o elementos claves que se necesitan profundizar luego de
una exploración previa con los informantes.
Esta entrevista se aplicó a un total de 50 individuos, de
ellos 20 trabajadores del Telecentro tunero, 7 periodistas de la televisión
(uno por cada municipio excluyendo el cabecera buscando un balance territorial que propicie una mayor
representatividad al estudio), 13 individuos de diferentes sectores y 10 televidentes de TunasVisión que se
vinculan con el medio confirmados de antemano.
El número 50
se determinó aplicando el
criterio de muestreo
intencional. En esta cantidad
se adoptó un
criterio cualitativo de
selección, donde se procuró incluir a personas
que pudieran representar
a uno y otro sexos, así como los
grupos etarios de jóvenes, adultos y
adultos mayores.
Las mismas fueron anónimas y solo especificaron el sexo, la
edad y la ocupación: 27 mujeres y 23 hombres. Trece de ellos tienen entre 16 y
25 años; 20, entre 26 y 40 años; 12, entre 41 y 55 años; y 5, más de 56 años.
De los 50 entrevistados: 2 son estudiantes; 40 trabajan; 3 amas de casa; 4 jubilados; y uno sin vínculo laboral alguno.
Las preguntas que forman parte de las entrevistas
semiestructuradas fueron formuladas para analizar el significado que tiene el
Telecentro TunasVisión para los interpelados, cómo influye en las prácticas
cotidianas de las personas seleccionadas y que sugerencias podrían emitirse,
según el criterio de los informantes, para que TunasVisión sea mejor recibido
por su público.
Las entrevistas se realizaron entre noviembre de 2013 y
enero de 2014.
Las preguntas abiertas le imprimieron el carácter
cualitativo de la entrevista, expresado en las que se recoge la libre expresión de los 50 entrevistados.
Opinión que poseen los televidentes del Telecentro.
El 100 por ciento de los entrevistados considera que TunasVisión
es el reflejo del quehacer del tunero, de una provincia, de su acontecer,
aunque el 90 % aclara que esto no se logra siempre por ser un Canal bastante
citadino debido a que no existe una marcada presencia de los municipios en la
programación.
El 100 por ciento de los interpelados manifiestan que podría
ser mucho mejor, pues aunque su programación es bastante variada aún necesitan
limar deficiencias que no deberían obviarse, además existen programas que por
su enfoque carecen de interés y trascendencia, ya que usan el mismo discurso descontextualizado de años
precedentes y son la negación de la evolución estético-informativa del
Canal, pues informativamente aportan muy
poco.
Principales problemas de los que adolece el Canal
De los 20 entrevistados en el telecentro tunero, 19
consideran que el Consejo de Dirección no tiene toda la preparación y solidez
necesaria para enfrentar el trabajo del Canal, especificando que no se concibe
que un Jefe de Programación e Información sea un Técnico Medio en Informática,
posea un desconocimiento total del medio y no muestre interés por la
superación.
Además sostienen que no existe la cantidad de computadoras
suficientes para potenciar una mejor realización del producto audiovisual y que
en el Departamento de Programación e Información tampoco existe una máquina
donde los directores puedan trabajar.
Existen graves problemas con la climatización, incluso
dentro del área técnica, y con la iluminación tanto en interiores como en
exteriores.
Aparecen contradicciones técnicas entre lo analógico y lo
digital a partir de la inserción en el proceso de la Isla Digital.
A los asesores les falta preparación y existe descontento
entre ellos porque el régimen de trabajo que les implantan no les permiten
desarrollarse; deberían tener horario abierto y no considerarlos personal de
oficina para que puedan participar en las grabaciones y procesos de edición.
Es considerable el modo en que los entrevistados analizan la
parrilla de programación de TunasVisión, considerándola poco atractiva o que
“no es todo lo atractiva que pudiera ser”,
teniendo en cuenta el potencial de los realizadores. Refieren que los
conductores en su mayoría no poseen la preparación necesaria, no resultan
carismáticos, adolecen de la improvisación, no siempre proyectan una imagen
adecuada y que existen programas como Déjate Ver donde no es necesario el
empleo de dos conductores.
Aluden a que el resultado final que es la puesta en pantalla
denota pobreza tecnológica, esto lo corroboran los entrevistados del medio en
cuestión quienes aseguran la presencia de “serios problemas técnicos” o “pésima
situación tecnológica” lo que afecta la puesta en pantalla, y aluden, además, a
la carencia de transportación que limita la producción. Ejemplifican con que
solo existen dos cámaras de casete para todos los periodistas y directores de programas y una de tarjeta
digital que llegó recientemente y que hubo momentos en el 2012- 2013 que había
una sola apta para hacer entrevistas, pues la otra era silente.
Los problemas de transporte
son muy serios. De tres vehículos
solo funcionan dos. Estos tienen capacidad solamente para 4 personas, los
programas que tienen en su equipo de realización más de 5 integrantes, como
es el caso del campesino De Tarde en la
Campiña, que lleva más de 10
realizadores, tienen que apelar a la voluntad de la Asociación Nacional de
Agricultores Pequeños (ANAP) para sostener el
espacio.
A ello se suman las inconformidades con el trabajo de luces,
vestuario, escenografía, cámara, edición, en fin un sin número de cuestiones
técnicas y de detalles estéticos que contribuyen a demeritar la calidad de los
programas, sus conductores y la dirección de los mismos.
Detallan con precisión problemas como la falta de la crítica
constructiva, carencia de opinión propia en los periodistas sobre los temas que
abordan, desbalance territorial con una
mayor representatividad del municipio cabecera y hasta deficiencia léxica de
los conductores.
Poca presencia
de la vida
en las comunidades de los
municipios, en lo que claramente
incide la ausencia
de un transporte propio y la
pobreza tecnológica.
El 100 por ciento de los trabajadores del Telecentro
plantean que no hay recursos materiales para la escenografía, pero que el
personal que la diseña sí posee talento y capacidad para hacerlo. En cuanto a
las cámaras reflejan que son pésimas, algunas poseen 15 años de uso, solo hay
dos en el estudio y no son todo lo profesionales que se necesitan, las luces
son muy pocas y obsoletas.
Plantean que el área técnica se ha deprimido mucho por la
sobre-explotación de las cámaras. Hoy
las dos corresponsalías del sur (Jobabo y Amancio) no poseen este equipamiento
para realizar los reportes hacia la programación provincial. Están trabajando
con cámaras fotográficas y así logran, sobre todo Amancio, mantener el estatus
de corresponsalía.
En cuanto al sonido plantean que la consola es muy vieja y
las referencias del estudio son pésimas, así como que no existe la cantidad de
líneas y micrófonos que se necesitan.
En cuanto a las consideraciones de si TunasVisión es un
reflejo de la realidad sociocultural, económica y política del tunero
existieron divergencias, el 58 % (29) respondió afirmativamente y el 42 % (21)
lo negó. Los que afirmaron expusieron que en sentido general existe una
realidad mostrada, lo que no es una satisfacción de lo que realmente pudiera
ser; mientras los que negaron opinaron,
que para ello le falta ahondar en temas que el pueblo
necesita ver reflejados en su Telecentro: la vida del tunero en sus diversos matices; pero sobre todo, ser un
vehículo de orientación y espejo de la realidad del momento.
Algunos consideran que en medio de tantas limitaciones
tecnológicas, que incluye también pésima escenografía el Telecentro sí refleja
el quehacer del tunero, la parrilla de programación está ajustada a las necesidades e intereses de la
población y que podría reforzarse más con otro espacio infantil y el histórico
que ya no se ha podido seguir haciendo
de manera dramatizada por la situación del parque tecnológico.
Según el 100 % de los consultados, el Telecentro sí muestra
la suficiente capacidad para profundizar en el análisis de las temáticas que
plantea en cada uno de sus programas, pero consideran que no pueden estar
satisfechos; reiteran que se debe trabajar con algunos conductores para que
hagan de estos temas un elemento más digerible para todos los públicos.
En cuanto a si existe o no un equilibrio de calidad en los
trabajos que se presentan en el Canal, el 90 % plantea que sí, y los
trabajadores del Telecentro expresan que no se hace un análisis de este aspecto
por parte del Departamento de Programación e Información.
Según las opiniones de un 10 % de los muestreados hay
programas buenos, pero otros no logran el equilibrio entre lo que se escribe en un guión y lo que
se traslada a la realidad concreta del espacio. Existen caras que se repiten en
muchos espacios, y eso sobresatura al televidente. Debe trabajarse más la publicidad comercial.
La programación de cambio es reiterativa. Casi nunca se promocionan internamente
los propios programas del Telecentro,
hay programas que se mueven de horario y desorientan al televidente.
Lo que más molesta del trabajo del Canal es:
Según los trabajadores del Canal: las formas de pago, las
imposiciones, las mentes cerradas, el favoritismo de unos sobre los otros, el
egoísmo para la utilización de la técnica, la tendencia a manifestaciones de
individualismo, la estructuración y organización del Departamento de
Programación e Información, el deficiente estado de la técnica, la
obsolescencia de la tecnología empleada, la
dependencia del transporte de
otras entidades que les limita mayor
movilidad, el desconocimiento de la disciplina tecnológica, consciente e
inconscientemente; la dependencia de
Tele Rebelde y el Canal 65 como medio para transmitir la señal, el poco tiempo
de salida al aire y la falta de precisión y previsión de algunos dirigentes.
Según el resto de los entrevistados: el trabajo de algunos
conductores, los cortes bruscos a la programación, la mala calidad de la señal,
la escenografía, los sets para las entrevistas, el desbalance territorial por
la ausencia de los municipios en su programación, la falta de la crítica
constructiva, la carencia de opinión propia en los periodistas sobre los temas
que abordan, la ausencia de trabajos realizados por las corresponsalías de
Jobabo y Colombia y el Canal Azul, el mal estado técnico de las
corresponsalías, la ausencia de corresponsalías en los municipios y la ausencia
de un sistema de retroalimentación efectiva con los televidentes.
Lo que más satisface:
Según los trabajadores del Canal: la labor que realizan por
encima de todo, que el personal del área de Programación e Información tiene
pleno conocimiento de sus funciones, la disposición del colectivo en término de absoluta incondicionalidad, el
apoyo mutuo en el cumplimiento de las tareas asignadas, la respuesta del
Departamento de Producción y Técnica, su vinculación y retroalimentación con
las entidades y organizaciones en el territorio.
Según el resto de los muestreados: el sello
de identidad en
cada imagen proyectada, la
sistematicidad del Canal, el esfuerzo de los trabajadores del Telecentro por
mantener informada a la población tunera sobre todo en tiempos de catástrofes
meteorológicas.
De manera general el 100 % de los interrogados reconoce que
a pesar de los problemas existentes el Canal contribuye a su formación
profesional y personal; incluso los propios trabajadores reflexionan que desde
sus inicios la capacitación ha sido el plato fuerte y que sin eso no hubieran
crecido a lo largo de estos años con tantos premios y reconocimientos. No
obstante reconocen que el Plan de Capacitación del Telecentro es un paliativo,
pero no satisface el ciento por ciento de las necesidades. Es necesario
capacitar más a los locutores y sugieren como cambios a la parrilla de
programación del Canal y a los métodos de trabajo del mismo los siguientes:
- Hacer
diseño de imagen a cada locutor, apoyarse en estilistas para que les oriente
acerca de cómo vestirse para cada ocasión.
- Los
métodos de trabajo de la dirección del medio tienen que cambiar, no se puede
ser impositivo, ni por fuerza, ni
por poder, se debe tener presente que se
trabaja con artistas y eso requiere sensibilidad, comprensión, tacto y
estrategias bien planificadas.
Hay espacios que deben mejorarse, sobre todo los que se
hacen en estudio. Debe aprovecharse más el horario del mediodía, con secciones más frescas y variadas. Es necesario incentivar más el trabajo del
productor de Televisión. Se reiteran mucho los mismos artistas en los programas, hay que buscar talento local
de los municipios, para eso deben fortalecerse los vínculos con las Casas de
Cultura, con la UNEAC y la Asociación Hermanos Saiz y con los diferentes
centros provinciales de las diferentes manifestaciones artísticas.
La parrilla de programación debe ser mejorada, por ejemplo
la transmisión del mediodía tiene que ser más variada, no acogerse a una sola
revista. Si Radio Cuba permite el uso de la señal televisiva de 12:00 m a 1:00
pm de la tarde, ¿por qué solo usar 30
minutos?
Resolver el tema de la salida al aire por la frecuencia de
Tele Rebelde, utilizar por ejemplo el Educativo 1.
Respecto a la programación de la tarde, por ejemplo,
necesita cambios de contenido y forma del Noticiero.
La revista científico técnica Las Buenas Ideas se
concretaría mejor en un programa de 12 minutos, o pudiera ser una temática para
la revista informativa Abriendo la Tarde, pues la provincia no posee un
quehacer que sostenga ese espacio que dura 27 minutos.
Casi como Ayer es un programa musical, no de participación,
debería enfocarse diferente, recesar su idea de show y convertirse en lo que es
durante todo el año y solo adoptar esta forma durante julio y agosto; no obstante,
debe ser perfeccionado, tanto
desde el punto de visto visual como estético, hacerlo más dinámico y creíble,
preparar mejor a las personas que participarán en él, seleccionar el talento a
presentarse en vivo con mucho rigor y variar al público presente.
Comunicarte podría ser de 12 minutos en vez de 27,
eliminando la música que nada tiene que ver con la historia que se cuenta y
alguna que otra sección.
Visión Diversa no tiene sentido de ser cuando ya existe
Latir del Pueblo donde se encuentran las estructuras de poder del territorio, solo
deben dejar de hacerlo grabado y transmitirlo en vivo como en la Radio.
Cinepuntonet es un programa de apreciación cinematográfica,
resulta adecuado para la programación del fin de semana a través del canal 65
en la noche, y el espacio que ocupa actualmente puede dedicarse a tratar el
tema de la identidad del tunero y a los municipios.
Es necesario saber distinguir y valorar las prioridades de
las coberturas que solicitan los organismos. Los trabajos de interés
periodístico no deben quedar relegados a un segundo plano, algunos
incluso, de seguimiento informativo.
Verificar detalladamente la disposición de cada periodista por día, para no
atiborrar o recargar más a unos que a
otros. Mejorar la elaboración del plan de trabajo del Departamento de Programación
e Información y que sus reuniones sean más concisas. Se debe controlar más el
trabajo. Se necesita la adecuada
disponibilidad tecnológica para que el trabajo sea eficiente.
Rescatar la sección del comentario en el Noticiero. Los periodistas han hecho intentos, pero debe
personalizarse esa sección, quizá con la ayuda de especialistas que ofrezcan un
punto de vista desde otra óptica.
Trabajar con más amor y dedicación. Que exista mayor
comunicación entre todos los departamentos para que el trabajo sea positivo.
Mantener la igualdad para todo y no favorecer por compañerismo. Garantizar un
mayor control del cumplimiento de la actividad específica de cada trabajador.
Tener todo el transporte funcionando. Perfeccionar el estilo de dirección
participativo. Buscar nuevas vías que permitan conocer mejor los intereses y
necesidades de los miembros de cada área y de los televidentes.
Mejorar la infraestructura. Trabajar con los cuadros en
cuanto a métodos de dirección, superación del personal joven en materia de
comunicación. Ganar en estabilidad en la Comisión de Calidad de los programas.
Trabajar mejor con los conductores, no solo respecto a su imagen sino también al
uso y cuidado del idioma, la gestualidad, la presencia escénica.
El Telecentro debe
continuar afianzando su labor
mediante un periodismo eficaz, objetivo, veraz, reflejo de la realidad y en
constante vínculo con la población, sin compromisos personales ni repetidor a
ciegas de las fuentes utilizadas. Debe perfilar su trabajo hacia todos
los lineamientos de
la vida económica,
pero con mayor profundización en los sucesos de las comunidades de cada
municipio, sin obviar las cabeceras municipales y provinciales.
A pesar de los señalamientos existe un juicio favorable
sobre el trabajo del Telecentro, sobre todo por los resultados que van
obteniendo: un nivel de teleaudiencia por encima de la media nacional; la
aprehensión de la técnica y los recursos audiovisuales en función del público;
los programas con un buen nivel de realización artística; el interés del personal por su preparación
profesional; los resultados que arrojan
las técnicas de investigación que se aplican; los premios en los concursos y
eventos convocados, etc. El criterio es que hay mucho talento y nivel
profesional para mantener una programación variada, balanceada temática y
genéricamente.
Los directivos de la Cultura en la provincia reconocen el
salto cualitativo y cuantitativo que se ha experimentado en la cobertura a las
actividades y resaltan el papel de TunasVisión como archivo cultural del
territorio. Reconocen el talento de los realizadores y la disposición de cubrir
los eventos culturales y su agudeza para descubrir acciones importantes dignas
de ser publicadas.
Plantean que la UNEAC y el Telecentro tienen un vínculo muy
estrecho y se trabaja bilateralmente. Resaltan que las limitaciones de recursos
condicionan, en alguna medida, el buen desempeño de los trabajadores, el
ascenso que han experimentado en todos los sentidos y las anécdotas que ya se
van acumulando a su alrededor. Para todos resulta significativa la
participación del televidente, cuestionando, proponiendo cosas, alentando, lo
que evidencia la adquisición de una cultura televisiva.
Los trabajadores de la Prensa reconocen el vacío que ha
llenado TunasVisión y su carácter básicamente territorial y comunitario; aunque
la frecuencia con la que colocan la cámara en la calle y la cercanía a la
cotidianidad del tunero aún no satisfagan las expectativas de los televidentes.
Plantean que se pudiera extender a otras zonas de la provincia que han sido
insuficientemente reflejadas; y la necesidad de que el Telecentro también se
haga eco de las inquietudes de la población, por lo idóneo que resulta el medio
televisivo para amputar todo lo que constituya un freno al desarrollo.
Resaltan la variedad de programas como una intención marcada
de representar a todos los sectores sociales y la presencia constante del
pueblo en el Telecentro. Resulta significativo, a su juicio, la habilidad de
los trabajadores del Canal de valerse de todos los mecanismos a su alcance para
llegar con mayor frecuencia a su teleaudiencia, no solo en la cabecera
provincial, sino también en los
municipios a través de las
corresponsalías.
El personal de la cultura aún se siente insatisfecho con la
frecuencia con que se transmiten programas o temas de su sector, en contraste
con el criterio de especialistas de la prensa y otras microcomunidades, que
plantearon una tendencia a concentrarse en dichas temáticas. Esto apunta a que
este sector es uno de los más activos, muy sensible al criterio del público con
relación a su obra y por tanto, necesitado de verse reflejado con mayor
frecuencia en la pantalla.
Lo expuesto aquí corrobora
que a pesar de que el público valora de positivo a TunasVisión existe
una gama de preferencias, criterios y gustos que el Medio debe tener
en cuenta para
enfocar su trabajo
y líneas editoriales
en lo adelante. El empleo de diferentes técnicas
de investigación demuestra la veracidad y cientificidad de los
resultados de este estudio, que hasta aquí justifican el problema, los
objetivos y la idea por defender planteada.
La recuperación de
los modos de
apropiación y consumo
que hacen los públicos en la vida cotidiana, conducen
invariablemente a problematizar el efecto que producen los medios, en este caso
TunasVisión.
Hay rechazos, aceptaciones, opiniones, pero sobre todo, hay
creación de nuevos significados, no como un acto individual, aislado, sino que
está integrado al marco de referencias culturales y al contexto social.
2.3.3 La consulta a expertos
Esta técnica fue aplicada a Iliana Toirac Ruiz, directora
del Canal Territorial TunasVisión; Carlos Andrés Tamayo Rodríguez, presidente
de la UNEAC en la provincia; Adalys Ray
Haynes, presidenta de la UPEC en Las Tunas, Eugenio Ramos González
otrora director del Canal y Jefe del Departamento Ideológico del Buró
Provincial del Partido y a Margaret Balanza Recasén, productora con más de 10
años de experiencia en el Telecentro y antiguamente Directora del Departamento
de Información y del Técnico.
Respecto a si TunasVisión es un fiel exponente de la
realidad sociocultural y política del tunero Eugenio Ramos y Margaret Balanza
plantean que sí, ambos coinciden en que posee una parrilla diseñada para
reflejar al tunero. Margaret especifica que TunasVisión posee un noticiero
LTV Noticias que tiene el peso de lo
noticioso, aunque hay que reconocer que es una provincia que no genera muchas
noticias de impacto; pero cuenta con los mejores profesionales de la
comunicación (periodistas) que muestran en el audiovisual la realidad tunera
(aclarando que no siempre como ellos desean), de igual forma los demás
programas provienen del pueblo, de su quehacer, aunque todavía hay
limitantes, no solo materiales, que no
lo hacen como el canal comunitario que es, además no existe una
representatividad de todos los municipios en nuestro Canal provincial.
Adalys Ray considera que elevar la identidad del tunero y
acercarlo de manera más participativa a los cambios del entorno provincial
forman parte de las funciones de TunasVisión y que el colectivo del Canal cumple con ese encargo cada día, y cada minuto de transmisión.
Aclara que desde el 30 de diciembre de 1999, fecha en que
apareció esa Televisión local, es fiel
exponente de casi toda la realidad
sociocultural y política del tunero y
reitera que ningún proceso de comunicación, como sucede en este caso del
Telecentro mencionado, puede ser felizmente duradero en el tiempo si no cuenta
con el apoyo y la aceptación de quienes han de verse reflejados en pantalla y
en tal proyecto televisivo. Por lo que en su condición de periodista,
observadora e investigadora, afirma que TunasVisión tiene un lugar en la
vida de las tuneras y los tuneros.
Por su parte Carlos Tamayo refiere que es un exponente de la
realidad sociocultural y política del tunero, pero no un fiel exponente porque
para ello tendría que tener recursos que le permitan reflejar la realidad y
llegar a muchos lugares de esta provincia que quizás nunca han salido por
TunasVisión. “La Televisión es una industria que necesita de muchos recursos y
la nuestra, comunitaria, recibió un equipamiento hace algún tiempo, pero se han
deteriorado las cámaras y llega el momento en que hay cosas muy importantes que
suceden y no las reflejan porque no pueden llegar hasta allí”.
En cambio Iliana Toirac de manera muy autocrítica plantea
que “falta camino por andar para llegar a ser un fiel exponente” de esa
realidad, aclara que se realiza un esfuerzo muy significativo atendiendo a la
situación tecnológica que posee el Telecentro y a los recursos humanos con los
que cuenta para reflejar esa realidad sin dejar de reconocer que hay espacios
vacíos en la información. Considera que a veces no son todo lo oportuno en
poder explicar, en poder divulgar porque hay razones de orden objetivas muy
fuertes que impiden ser lo fiel que pudieran ser.
Para Eugenio Ramos la programación del Canal es buena y abarcadora, está en correspondencia con la
Política de Programación del ICRT, que establece que deben existir programas
para los diferentes públicos que conforman nuestra sociedad. En consonancia
afirma Margaret Balanza:
“La parrilla de programación está conformada a partir de lo
que establecen las resoluciones (…) un programa campesino, uno cultural,
interactivo, juvenil, revista de orientación e información…; pero está faltando
la política de programación de guiar con intencionalidad esos espacios que
reflejan al tunero; pero con una mayor intencionalidad y profundidad en lo
que es bueno (…) es buscar con frescura,
inteligencia y técnica novedosos la manera de decir.”
“La intención del canal es la más ambiciosa de la región
oriental, recuerdo reuniones de trabajo
para mantener programas infantiles, especializados, históricos y dramatizados.
Esa es una televisión de lujo para un canal local, y se hace en Las Tunas.
Por esa razón obtuvo y obtiene importantes premios y reconocimientos. Hoy
tengo la mejor opinión del canal. Sin TunasVisión la provincia no sería la
misma. En sus archivos están las imágenes, programas y trabajos periodísticos de lo que era cotidiano que se convirtió en noticia en Las Tunas.” Expresa Adalys Ray
Carlos Tamayo piensa que la programación del Canal es
variada, “el Telecentro de Las Tunas
tiene realizadores que están en una vanguardia en el país. En los Festivales de
la Televisión la provincia siempre obtiene
muchos premios, y si usted lo
compara con otros territorios, pues se
nota que hay un talento artístico con
muchas posibilidades.
Para la directora del Canal la programación es “muy
decorosa, digna, y que se ajusta a los requerimientos de la política de
establecida por el ICRT.
Afirma la directora que: “tendría que reconocer también que
tenemos que mejorar en la realización de
programas mucho más atractivo, y más
objetivos, y que reflejen con mayor
nitidez cualquier temática de la que estemos tratando. Se hace necesario
perfeccionar la manera en se trate el hilo conductor de un tema, (…) no hablo
de tematizar toda la programación, el Canal tiene que perfeccionar su línea
editorial para que desde su línea editorial,
tanto la parte informativa, como
la programación tributen a esa línea editorial. (Iliana Toirac)
Al respecto Adalys Ray considera que TunasVisión también
necesita cambios y sugiere en primer lugar la realización de investigaciones
que abarquen los públicos, las agendas cotidianas y la recepción y en segundo
tratar cada día que la rutina profesional, de llevar la puesta en pantalla no
le permita ver los necesarios cambios.
Además considera que:
Se deben trasmitir solo los programas que enseñen a los
tuneros y tuneros algo nuevo, y aceptar proyectos audiovisuales novedosos.
Necesita la programación dar la sensación de inmediatez y el
frescor de los programas en vivo”.
El cambio es difícil cuando se trata de audiencias, pues cambiar significa que quiénes tenían una
rutina televisiva se encuentran con otro producto para el que no están
preparados.” (Adalys Ray)
Margaret Balanza considera que el Canal hoy se transforma,
“quizás no todo lo que se desea; pero se transforma, aunque para este cambio
tiene que existir un componente especial: sentir como artista, soñar y apoyar
esos sueños amén del presupuesto económico”.
Sugiere que deben existir cambios quizás no en lo
profesional, pero si en la sensibilidad espiritual de quienes tiene la difícil
tarea de dirigir personas inteligentes, que saben lo que hacen, pero igual
necesitan orden, generado con el respeto que da el conocimiento de lo que se hace.
Para Carlos Tamayo el país entero está viviendo un proceso
de transformación, y que el Canal está
en función de una política del Partido para los medios masivos de información y
está propenso a cambios, pero solo aquello que debe ser cambiado.
Entre los cambios que propone como televidente refiere el programa campesino, en el que no aparecen agrupaciones que promueven este
tipo de música, como el conjunto Cucalambé, ni los poetas repentistas
profesionales.
También alude a la diversidad temática, enfocada en función de hacerla asequible para
todo tipos de públicos, aunque el
programa que la aborde esté destinado a uno específico. Se preocupa por los
problemas con la frecuencia por donde es transmitida la señal y la pésima
calidad de esta última.
Solo Eugenio Ramos niega la necesidad de cambios del Canal,
aunque especifica que de existir alguno solo sea
“los que imponga la
dinámica de una programación que no debe permanecer estática. Se debe estar
atento a los cambios, cuando sean necesarios, en conducción. Cuidar la imagen
de cada persona que sale en pantalla, maquillaje, vestuario, no solo elegante,
sino adecuado a cada espacio. Cuidado extremo con el lenguaje, la redacción de
textos en los informativos, la palabra más precisa en cada lugar desde la
sencillez”. (Eugenio Ramos)
Todos coinciden en que el principal problema que afecta al
Telecentro es el tecnológico, Adalys Ray plantea que la Televisión es cara y
necesita tecnología nueva constantemente, y cada vez que una cámara deja de
funcionar, o una computadora se detiene, la puesta en pantalla está en peligro.
No obstante el factor humano también juega un importante
papel, por eso Margaret Balanza expresa que “los problemas son de todo tipo, es
cierto que tenemos una técnica deprimida que cumple 15 años, pero sigue siendo
la misma con que se hacen los programas diarios, por eso pienso que lo
principal está en motivar y tener a un colectivo contento. Tiene que existir
más allá de una voluntad política que hay que cumplir deseos de satisfacer sueños
y esto solo se logra con el conocimiento que se adquiere todos los días
haciendo Televisión”.
Según Iliana Toirac no solo los elementos objetivos
relacionados con la carencia de recursos,
tanto materiales como financieros,
afectan la puesta en pantalla, porque hay elementos que son de orden
subjetivo y que tienen que ver con la planificación, la organización, la
disciplina tecnológica y los requerimientos que existen para la realización de
audiovisuales, que dan al traste con el
trabajo final.
De manera general los expertos consideran que TunasVisión sí
juega el rol social para el que fue concebido;
según su directora: “éste tiene un reto muy grande, porque el Canal no puede estar desligado a
los cambios políticos, socioeconómicos y culturales que hoy enfrenta el país, a
través de la implementación de los lineamientos del Partido y la realidad que
vivimos los cubanos, y en este
caso, los tuneros”.
Considera que hay que ser mucho más fuerza en las
investigaciones sociales para poder seguir retroalimentando al Canal sobre lo
qué piensa el tunero, qué desea, qué considera, qué opina, qué sugiere, para saber por qué camino se
anda y no confiarse en que lo están haciendo todo bien, sino que hay mucho por perfeccionar.
Para Eugenio Ramos el Canal sí juega el rol social para el
que fue concebido, pues “educa, informa y entretiene. Pero lo más interesante
es que educa informando y entretiene educando”.
El rol social del Telecentro se puede apreciar “en la calle,
en todos los lugares públicos donde se te acerca la gente y te sugieren, te
comentan sobre lo que quieren de TunasVisión, se identifican con él”. (Margaret
Balanza)
“Decir que el Canal no juega el rol social para el que fue
concebido, es negar la propia creación del Telecentro. El Canal forma parte
de la vida de Las Tunas. Ahora falta que
quiénes se encargan de la programación piensen
cada día en una mejor puesta en pantalla.” (Adalys Ray)
Como puede apreciarse
la consulta a expertos manifiesta una pluralidad de criterios en las
cinco interrogantes formuladas. Acercarse más a la vida del tunero, a su
idiosincrasia, a su hogar en las comunidades apartadas, mejorar el diseño y el
tratamiento de la imagen, la conducción, trabajar la diversidad temática,
perfeccionar la programación, así como engranar los mecanismo de
retroalimentación de los criterios y opiniones de los televidentes y realizar
investigaciones sociales para medir la salud del Canal, son algunas de las
cuestiones que señalan y que también son recurrentes en las entrevistas
semiestructuradas y en las encuestas aplicadas.
El balance temático y territorial se debe adecuar a la
política trazada y a los intereses de los receptores. Es notable cómo en la
aplicación de cada técnica investigativa (encuesta y entrevistas) se recomienda
la necesidad de incrementar los trabajos con enfoque crítico y de
investigación. Los expertos no omitieron esta dificultad; la acentuaron aún
más; y refirieron las insatisfacciones que provoca en los televidentes la falta
de seguimiento de estos trabajos, por
parte de TunasVisión.
2.3.4 La observación.
Mediante la aplicación de la Guía de Observación de tipo
participante (ver anexo V) quedó evidenciado lo siguiente:
El televidente conoce acerca del tema en cuestión y lo hace
de una manera espontánea. Tiene conocimiento de causa y opina con argumentos
sólidos acerca de cualquier programa, sección
o temática de TunasVisión.
Una gran cantidad de televidentes tienden a inclinarse por
TunasVisión, por lo atractivo del
mensaje y por
los intereses personales
o de sus colectivos de trabajo o comunidades.
Es notable la influencia que ejerce TunasVisión sobre el
público receptor, pues los televidentes disponen de espíritu crítico ante el
Medio, evitando ser un simple receptor de mensajes estéticos-informativos.
Las diversas valoraciones escuchadas
dan cuenta de
la gran repercusión que tiene
TunasVisión entre sus televidentes.
El público disfruta y hasta se emociona en hablar de su
Telecentro y de la posibilidad de sugerir secciones, temas, espacios, cambios
de horario.
La crítica, el reflejo cada vez más real de la sociedad, el
entretenimiento, y los problemas que atañen fundamentalmente a la juventud, son
las aristas más señaladas.
Los participantes en estos encuentros, consultados y
entrevistados no solo se identificaron con conductores y periodistas, sino
también con secciones y temáticas de TunasVisión.
Los televidentes no se consideran un ente pasivo, sino muy
activo. Una persona que decodifica a TunasVisión tiene un significado de lo que
está observando y escuchando, le va
otorgando distintos sentidos a lo que le llega de este medio de comunicación y
es capaz de proponer cómo mejorar ese producto comunicativo.
Si analizamos y
comparamos detalladamente los resultados
de las diferentes técnicas empleadas
nos llevan al razonamiento de
la coincidencia en los
datos obtenidos de
las disímiles fuentes consultadas, lo
que valida la necesidad
e importancia de este estudio de la recepción para dinamizar el sistema
de producción de TunasVisión en función de atender las necesidades,
preferencias e inquietudes estético-informativas de sus televidentes.
La diversidad temática y de soluciones para mejorar el
trabajo de TunasVisión propuesta por sus televidentes demuestra cuánto queda
por hacer para que el sistema de producción del Medio en cuestión se acerque a
las preferencias del público por el cual existe.
2.3 Diagnóstico estratégico. Matriz DAFO.
FORTALEZAS:
• Altos
niveles de recepción y consumo del Canal.
• Un
público claramente definido.
• Goza de
prestigio dentro de sus televidentes.
• Colectivo
de trabajadores joven y emprendedor, consagrados, les gusta lo que hacen, lo
disfrutan, tienen compromiso con lo que realizan.
• Creciente
nivel cultural de los trabajadores.
• Existencia
en el territorio de un grupo científico encargado de apoyar a los medios de
comunicación en sus estudios de públicos.
DEBILIDADES:
• Poco
seguimiento a temas críticos por parte de TunasVisión y la casi nula respuesta
de los organismos implicados en ellos.
• Carencia
de opinión propia en los periodistas sobre los temas que abordan.
• Poca
presencia de una crítica constructiva por parte de los directivos del
Telecentro.
• No se
cuenta con un sistema de retroalimentación efectiva con los televidentes.
• Equipamiento
en mal estado técnico.
AMENAZAS:
• Incremento
en canales nacionales con programación variada que compiten por la atención de
los televidentes, con mayor tiempo en el aire y con una programación más
variada que la de TunasVisión.
• Medios
técnicos que dependen del organismo central.
OPORTUNIDADES:
• Los
televidentes de TunasVisión se consideran un ente muy activo, capaz de
decodificar lo que ven y otorgarle
distintos sentidos a lo que les llega de este medio de comunicación así como
proponer cómo mejorar su producto comunicativo.
• Existe un
interés bien definido por la Dirección del Partido en apoyar y desarrollar las
investigaciones relacionadas con públicos en función de optimizar el trabajo de
los medios.