Este logo acompañó a la Upec desde su fundación y fue renovado en el 2013 |
El periodismo
cubano anda en zafarrancho de movilización.
En efecto, la convocatoria a su X Congreso, previsto para celebrase el
año próximo, motiva que el gremio se concentre hoy en analizar el rol que le
corresponde, en aras de hacer realidad “nuestros sueños de un periodismo que se
acerque más a los problemas y necesidades de los cubanos”, como se consigna en
la proclama leída en la ciudad de Santiago de Cuba.
La Primera
Asamblea Nacional de la prensa criolla –luego denominada Primer Congreso de la
UPEC- se desarrolló el hotel Habana
Libre, el día 15 de julio de 1963, bajo el lema “¡Tiene tanto el periodista de
soldado!”, tomado de un célebre texto de
José Martí. Asistieron 283 delegados.
Fue en aquel
cónclave fundacional cuando la organización que en la actualidad nos representa
adoptó el nombre de Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). El desaparecido colega
Juan Marrero, en el capítulo 34 de su libro «El periodismo en Cuba», recuerda
así aquel momento:
“En el caso de la
sigla hubo un fuerte debate, pues existía la intención de que fuera UPC, sigla
que comenzó a usarse desde los trabajos del comité gestor. En las informaciones
publicadas en los periódicos en las semanas anteriores se ponía la sigla UPC
para identificar a la nueva organización. Pero ya existía la Unión de Pioneros
de Cuba con tal sigla y, por eso, el Primer Congreso debatió el asunto y
determinó incluir la E entre la P y la C, lo cual, en el futuro, provocó que
algunos, erróneamente, publicasen o dijesen Unión de Periodistas y Escritores
de Cuba”.
Para que la
flamante UPEC tuviera un emblema distintivo se convocó un concurso, al cual se
presentaron más de un centenar de propuestas. Un jurado integrado por Ithiel
León, Santiago Álvarez y René de la Nuez decidió otorgar el Primer Premio a
Domingo Ruiz Allonca, por cuento consideró que su obra sintetizaba gráficamente
los ideales que ya sustentaba el trabajo de la organización.
El primer
presidente de la UPEC fue Honorio Muñoz. En la dirección nacional figuraron,
según Juan Marrero, “varios profesionales no nacidos en Cuba pero que echaron su suerte con ella como verdaderos
internacionalistas. Así lo hicieron los españoles Manuel Carnero y José María González Jérez,
el polaco cubano Fabio Grobart, luchador contra
las dictaduras de Machado y Batista, y el venezolano Gabriel Bracho
Montiel, quien entonces dirigía el semanario humorístico Pa´lante.
Por Juan Morales Agüero