El periodismo revolucionario en esta oriental provincia de
Las Tunas, ha recorrido un largo período de tiempo, desde que en los primeros
años del pasado siglo, aparecieron los primeros periódicos impresos, encabezados por “El Eco de Tunas”, dirigido
por Rafael Zayas González.
Tras el Primero de enero de 1959, la radio tunera ocupaba un
lugar preponderante, en la misión de informar, orientar, educar y entretener a
la población.
Algunos semanarios y bisemanarios de los que se editaban en
Las Tunas y Puerto Padre, de propiedad privada, continuaron su quehacer, pero
cada vez más limitados de su principal fuente de ingresos: los anuncios
comerciales.
Poco a poco fueron desapareciendo, al tiempo que las
emisoras tampoco podían mantenerse, con los cada vez más escasos anunciantes.
En la ciudad de Las Tunas, actual capital de la provincia
del mismo nombre, solo el bisemanario “El Eco” mantuvo su tirada por un tiempo
más largo, hasta que su propietario decidió entregar el taller a las autoridades locales.
“Radio Circuito”,
emisora fundada en 1953, quedó como única planta radial, al fundirse las
tres que existían en la ciudad tunera y se convirtió en el único medio para la
información.
Fue en ese contexto, que en los primeros años de los 60 se
realizaron varios intentos de sacar a la luz un periódico, hasta que en 1963,
se cristaliza la idea de imprimir “El Trabajador” .
La iniciativa fue del periodista empírico Rossano Zamora
Paadín, quien al propio tiempo, comienza
a gestar un fuerte movimiento de corresponsales y colaboradores voluntarios.
Ni la emisora ni el periódico contaban con periodistas
profesionales, de manera que todos los trabajos de redacción, se realizaba con voluntarios, quienes
aportaban sus informaciones diariamente, a los incipientes noticieros radiales
y al semanario impreso.
Así comenzó un largo período, que con el paso del tiempo
trajo como resultado, la superación técnica de aquellos voluntarios, hasta que
en la década de los 70, ingresaron los primeros a la universidad por el sistema
de cursos dirigidos para trabajadores y lograron graduarse en la Licenciatura
de Periodismo.
A partir de allí, comenzaría una nueva historia. Decenas de jóvenes pasarían la dura etapa
de convertirse en periodistas profesionales y asumir esa tarea en los nacientes
medios de prensa del territorio tunero.
Algunos de aquellos fundadores, ya no están entre nosotros,
pero en cada jornada se les recuerda con respeto. Su relevo, integrado mayoritariamente por
talentosas muchachas, demuestra cada día su alto nivel de profesionalidad y los
deseos de ser mejores periodistas.
Este este ano, asumido por la dirección política del país,
para consolidar el proceso renovador en todas las esferas estatales y
políticas, se impone también en el sector periodístico.
La natural renovación del periodismo cubano está garantizada
con la
nueva hornada de periodistas, comprometidos con la causa
revolucionaria.
Por: Luís Manuel Quesada Kindelán.