El Proyecto para la nueva Constitución de la República,
aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, será analizado por toda la
población mayor de 16 años con derecho al voto, desde el 13 de agosto y hasta
el 15 de noviembre del presente año.
Es un evento al cual se enfrentarán por primera vez millones
de cubanos, motivo por el cual ha suscitado numerosas expectativas, comentarios
y debates, acerca del el contenido, objetivos
y conceptos expresados en el documento, sobre cual todos tendremos derecho
a proponer enmiendas, supresiones, adiciones y otros detalles, para la
elaboración del texto definitivo.
Los ciudadanos, sectores empresariales, servicios públicos y
organizaciones políticas, sociales y de masas, están involucrados en el
desarrollo de la presente fase, considerada como una de las más importantes del
proceso, que culminará con el referendo nacional, que convocará
oportunamente la Asamblea Nacional del Poder Popular, integrada por más de 600
diputados, elegidos por la población.
En el país se vive un momento excepcional de su democracia
socialista.
El proceso en marcha, es tema de las conversaciones en la
mayoría de los hogares, centros de trabajo, plazas y otros lugares públicos, en
los cuales no están excluidas las redacciones de los medios de difusión masiva,
donde además de elaborar informaciones, comentarios y entrevistas, se registran improvisadas tertulias, que
abarcan diversos matices.
Especial atención para los que laboramos en la prensa cubana
adquieren los artículos 59 y 60 del documento, relativos a la libertad de
pensamiento, conciencia y expresión y a la libertad de prensa, conforme a lo
que regule oportunamente la Ley.
Realmente nn se trata de un asunto novedoso.
Por muchos años se ha desarrollado en Cuba un periodismo
identificado plenamente con la inmensa mayoría de la población, que defiende
sus intereses y da cabida a opiniones, críticas, quejas y planteamiento de
irregularidades en determinadas entidades de la producción y los servicios
públicos.
Los Congresos de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) y
las asambleas de sus organizaciones intermedias y de base, constituyen el marco
propicio para el debate y la reflexión,
de cómo hacer una labor que se
acerque cada vez más a la vida del país.
La Ley, que en definitiva regulará nuestro trabajo, también
se convertirá en un momento para el estudio y el análisis y sobre todo para
construir una prensa en las condiciones de un país que construye el socialismo,
donde los medios son propiedad del pueblo.
Por: Luis Manuel Quesada Kindelán.