Gretel, durante la conducción del programa de televisión Agenda deportiva, del canal tiempo21 video-tv. |
Ya a las 7:00 de la mañana la encuentro en la Redacción
deportiva de Radio Victoria, sumergida frente al ordenador en busca del mundo
del deporte para encauzar el trabajo del día. Su máquina está de frente a la
puerta por lo que ella queda sentada de espaldas y nunca me siente llegar.
Entonces la abrazo por detrás y le digo ¡no te muevas! Y ella me toma del brazo
y el saludo de amigos, de colegas, invade el local.
¿Cómo pinta el día?, le pregunto y sus ojos brillan y se
vuelven pequeños, casi imperceptibles con su risa amplia y linda, y siempre me
responde entusiasmada con algún tema que la fascina. Y no le ocupo mucho
tiempo, solo unos poquísimos minutos porque Gretel Yanet Tamayo Velázquez no
para cuando de trabajar se trata, y como jefa de la Redacción deportiva de la
planta provincial busca el horizonte informativo del día para discutirlo con
sus colegas y enrumbar el programa a su cargo: Deporte y algo más, y los demás
espacios de la jornada.
Hoy sí nos sentamos a hablar, le digo y ella me responde:
¡Seguro! Pero a la hora acordada para el diálogo se interpone una reunión de
momento con directivos del Deporte, y cuando sale tiene otra tarea pendiente y
ya cuando cree que puede llega la hora de la revista, la cual dirige, y se ríe
y me dice con picardía: «mañana sí, ¡seguro!», porque sus días son así de
cargados. «Me tengo que dividir en 20», me dice y vuelve a reír y la veo cómo
se aleja con paso rápido y firme, rumbo a los estudios.
Gretel es muy joven, apenas 27 años, pero su madurez
asombra, al igual que su liderazgo para lograr cada meta, cada sueño, y su día
no alcanza. Mas, al fin, nos sentamos, escondidos en uno de los estudios.
– Desde que eras estudiante fuiste líder, ¿eso te lo
propusiste o eso está ti?
– Está en mí. No lo busco, está intrínseco en mi
personalidad, en mi manera de ser. No lo busco, pero las personas me siguen, no
sé por qué.
– Tú fuiste la presidenta de la Federación de Estudiantes de
la Enseñanza Media (FEEM) en el preuniversitario, ¿pero ese trabajo de
liderazgo venía desde antes?
– Sí, incluso desde la primaria. Siempre fui jefa de mi
colectivo en mis escuelas seminternado Vado del Yeso, en la secundaria Jesús
Suárez Gayol, siempre en puestos de dirección dentro de la Organización de
Pioneros José Martí.
– ¿Cómo entras a la dirección de la FEEM?
– En mi etapa de secundaria los muchachos de la FEEM iban a
las escuelas y conversaban con algunos líderes de la enseñanza, como una forma
de garantizar el relevo, para captarte. Y cuando llego al décimo grado en el
instituto preuniversitario José Peña Fernández, me seleccionan como dirigente a
nivel de provincia.
– Cuál era tu expectativa cuando comienzas a dirigir a todos
los estudiantes de preuniversitarios de la provincia de Las Tunas, que es una
tarea por demás difícil?
– Las expectativas eran muchas porque ser dirigente a
cualquier nivel no es fácil, pero cuando se es adolescente y tienes una
responsabilidad y la asumes es muy complicado, más cuando tenía que estudiar,
cumplir con la docencia y con las tareas de la organización. En la FEEM no es
solo dirigir, hay que llevar muchos procesos, dialogar y compartir con el
estudiantado, saber cómo pensaba y ser ejemplo en todo.
– ¿Cuál fue tu mejor enseñanza en la etapa de la FEEM?
– Creo que estar siempre vinculada a los procesos propios
que una tiene, qué piensa quien te rodea, ser ejemplo.
-¿Desde entonces viene tu responsabilidad ante todo?
– Yo creo que desde antes, del seno familiar, del lugar
donde crecí, de las enseñanzas de mi mamá, de mi abuela, de mi abuelo.
– En tu casa había un gran dilema y una gran expectativa por
lo que tú ibas a estudiar, pues la aspiración familiar era la Medicina. ¿Cómo
llegas al Periodismo? Sé que no le tenías como la primera opción.
– El Periodismo lo pensé en el mismo grado 12, porque tenía
un espectro abierto en lo que podía estudiar sobre todo con las letras, y mi
abuela, con una gran influencia sobre mí, quería que fuera médica, porque esa
es una aspiración que siempre está en la mayoría de las familias. Sin embargo mi
no por la Medicina fue rotundo, no quería. Me gustaba el Derecho porque mi mamá
siempre trabajó en los tribunales, pero ya en el duodécimo grado dije que
quería ser periodista, y en eso influyó la FEEM porque siempre tenía que estar
en los medios de prensa para difundir nuestras actividades, además de que
algunos veían en mí condiciones para ser comunicadora porque tenía facilidades
de hablar en público, y me decidí por hacer las pruebas de actitud del
Periodismo.
– ¿Y por qué hoy sientes un poco de vergüenza por no haber
sido maestra?
Ríe a carcajadas porque evidentemente no esperaba la
pregunta.
– Eso es una historia un poco complicada. Eso viene de esa
etapa de adolescente, dirigente estudiantil, de ser ejemplo ante los demás,
porque no soy de las que dicen haz tú y yo no hago. Y uno de los principales
procesos de la FEEM es el de las carreras pedagógicas por el déficit de
profesores. Y como era la presidenta hablaba con los muchachos para que muchos
de ellos se decidieran por el magisterio, y sin embargo cuando me tocó a mí no
lo hice, y eso es una vergüenza que todavía anda conmigo, pero creo que no
tenía aptitud.
– ¿Será por eso que
te fuiste para el Servicio Militar Voluntario Femenino, como para saldar un
poco esa deuda?
– Creo que sí. Hoy, al paso de los años lo veo así. No
cumplí con el magisterio pero me fui para el Servicio Militar porque además
estaba relacionada con ese proceso desde el décimo grado, y atrasé un año mi
sueño de llegar a la Universidad y pasé un año de Servicio primero en la fuerza
antiaérea, y luego en la Región Militar de Las Tunas.
– ¿Y eso fue bueno?
– Para mí sí, porque la vida militar te forma, te hace
crecer como persona, y fue decisivo en el respeto, la responsabilidad y la
entrega a lo que haces.
– Después ingresas a la Universidad Ignacio Agramonte, de
Camagüey. ¿Qué fue lo mejor que te pasó en esa centro de altos estudios?
– Todo el que vive la Universidad la tiene que disfrutar,
porque es irrepetible, desde todo lo que te enseña de tu carrera como el propio
conocimiento sobre la vida, los amigos, la relación con los medios desde el
primer año. También la Universidad fue una etapa de mucho sacrificio porque
enfermé de Diabetes Mellitus tipo I insulinodependiente por lo que fue muy
complicado pero al mismo tiempo me formó. Creo que mi vida ha sido de mucho
trabajo y sacrificio pero siempre con la demostración de que se puede.
– ¿Por qué de estudiante fuiste tan apegada al periodista
Alexis Pérez Sánchez, fallecido en plenitud de facultades?
Sus ojos brillan y tratan de disimular una lágrima que se
aventura a salir.
– Alexis más que un colega fue la primera persona que en un
medio de prensa me abrió las puertas. Fue en el periódico 26 en mis primeras
prácticas profesionales. Fue mi primer tutor, él, un profesional con un verbo
muy asertivo, y una gran manera de pensar y decir las cosas, muy crítico y
elocuente en el discurso periodístico, y fue la primera persona que me ayudó, y
me abrió además las puertas de su casa, de su familia, me trató como a una
hija. Y haber crecido bajo su inspiración me hace una mejor profesional.
– En el 2013 egresas de la Universidad. ¿Tú no tenías
definido un medio al cual ir, como la mayoría de los estudiantes?
– No. Pasé por todos los medios pero nunca pensé en ninguno
por si no me tocaba, para no frustrarme. Todos me atraían, y mi máxima era,
donde me ubiquen lo voy a hacer bien.
– ¿Y cuándo te dijeron la radio?
– La radio es muy complicada, es el medio en el que más se
trabaja, y es el medio que mejor te forma y te da más herramientas. Nunca voy a
estar en ningún lugar mejor.
– ¿Y el día que llegaste, qué sentiste?
– Sentí que tenía que trabajar mucho, sentí su diarismo, que
es lo más importante, es un trabajo de 24 horas, muy vinculados a la audiencia.
Pero sentí que podía hacerlo por el hecho de ser los primeros en dar la noticia
por su inmediatez. Y eso me cautivó desde el inicio.
– ¿Lo primero que hiciste como reportera?
– Me pusieron como tutora a Ada Cristina Higuera Tur,
directora actual del noticiero Impacto, y siempre me dio mucha confianza que es
muy importante. Atendía con ella los temas de la salud y el universo juvenil,
aunque hice muchísimas cosas más.
– Cinco años después de graduada, ¿cómo llega Gretel a los
temas del deporte, siempre lo más fascinante para ti, y sin embargo lo que
nunca pudiste hacer?
– De niña siempre me gustó el deporte, porque además lo
practicaba, y lo conozco. Ahora de periodista tardé en acercarme porque el
equipo estaba completo y aproveché para formarme más integralmente en otras
áreas. Un día se dio la posibilidad pero no me aceptaron porque debía dedicarme
a otras tareas. Después hay un déficit de profesionales en el equipo y Albert Blanco
me abre las puertas y comienzo a trabajar y a formarme en ese campo.
– Después jefa de la Redacción deportiva.
– Exactamente, se da la posibilidad de que exista en Radio
Victoria una redacción deportiva que no la tenía, y me ponen al frente de ella,
y he tratado de encaminar la labor en ese sentido.
– Y hoy ¿cómo ves esa redacción?
– Fuerte, porque tiene narradores-comentaristas buenos y
experimentados y hemos trabajado con periodistas que se han formado y ahora
contamos con un buen equipo.
– El deporte es una carga doble porque los eventos son todos
los días, mucho más con la Serie Nacional de Béisbol y Gretel escribiendo de
los juegos diarios y en eso llega a la 1:00 o 2:00 de la madrugada mientras
dura la Serie. ¿Te sientes contenta y realizada con esta carga de trabajo que
tienes?
– Me siento feliz en la radio porque hago lo que quería
hacer, y además por lo que ha hecho Radio Victoria para formarme como
profesional, y no solo en la radio tradicional, sino en las redes sociales, en
tiempo21, y en todo el espectro deportivo que es bien amplio.
– Un último tema. Háblame de tu papel como conductora de
televisión en el canal de tiempo21 Video-TV.
– La radio te forma como ningún otro medio. Cuando usted
sale de aquí tiene un espectro tan amplio, porque también es dirección,
realización, y ahora en el canal de tiempo21 en un programa deportivo en
estudio y con reportajes y entrevistas en el escenario natural de los
deportistas.
Se acaban las preguntas, termina el diálogo, y Gretel ya
tiene que correr porque debe subir unos trabajos a las redes sociales. Y me
admiro de cómo una muchacha tan joven tiene a la seriedad y la responsabilidad
como divisas, lo cual, junto a su talento natural y su belleza física, cautivan
a las audiencias, porque ella hace radio en tiempos de multimedios.
Por Miguel Díaz Nápoles Tomado de Tiempo 21