No se trató de una concesión dirigida a “caer en gracia” ni
para atraer simpatías. Mucho manos de algo derivado de presiones. La iniciativa
surgió a partir de que nuestro pueblo
reconocía en la prédica del Sumo Pontífice su batalla contra el
subdesarrollo, la pobreza y el saqueo de los países, y por la globalización de
la solidaridad, pues se trataba de ideas con las cuales la Revolución tiene
plena coincidencia.
En los países occidentales se suele celebrar el nacimiento
de Cristo el 25 de diciembre. Las costumbres varían, aunque muchas, como el
árbol de Navidad, están bastante difundidas. En realidad los evangelios no dan
la fecha exacta para el nacimiento de Cristo, y aseguran que es improbable que
haya sido en invierno, pues los pastores de la región permanecen en los campos
sólo entre primavera y otoño.
Tampoco se conoce con exactitud el año, ya que, según los
propios evangelios, tuvo lugar durante un censo romano, y no hubo censo en el
primer año de la era cristiana. También se menciona el reinado de Herodes...
¡en el cual no se realizaron censos! La incertidumbre aumenta al sustituirse en
el año 325 el calendario juliano, utilizado en el Imperio Romano, por el
gregoriano de nuestros días.
Los romanos contaban los años a partir de la fundación de
Roma en el año 753 AdC, pero el monje Dionisus Exiggus tomó erróneamente esta
fecha como el 748 a. de C. La pifia no fue detectada hasta mucho después de la
introducción del nuevo calendario, por lo que la fecha del nacimiento de Cristo
sería cinco años antes de lo que se creía.
El 25 de diciembre fue definido como la Navidad en el siglo
IV, más exactamente en el año 345, por influencia de San Juan Crisóstomo y de
San Gregorio de Nacianceno. Según versiones, esta fecha se eligió para
sustituir festividades de origen pagano, como las Saturnales, celebradas por
los romanos en honor de Saturno, quien presidía la agricultura. En esta época
se celebraban grandes banquetes y muchos espectáculos.
Otros opinan que la fiesta a sustituir era el solsticio de
invierno, cuando los días empezaban a alargarse. Esta celebración era llamada
Natalis Solis Invicti, el nacimiento del Sol Invicto. Otro probable motivo era
para remplazar la fecha de nacimiento de Mitra, importante dios de la mitología
zoroastriana, muy influyente en el Imperio Romano.
De esta manera se remplazó una festividad pagana por una más
acorde con la religión cristiana. Desde entonces, en los países de occidente se
celebra cada 25 de diciembre como la fecha de la Navidad.
Por Juan Morales Agüero