Antes de la Revolución Cubana, el Primero de Mayo era una
fecha en que los trabajadores salían a las calles a reclamar beneficios
sociales, oportunidades de trabajo e incremento de sus exiguos salarios, entre
otras demandas económicas y sociales.
Con el triunfo del Primero de enero de 1959, la situación
cambió radicalmente y la conmemoración se convirtió en una oportunidad para
expresar el apoyo de los trabajadores, campesinos y la población a las medidas
y leyes, adoptadas por el gobierno revolucionario.
El sector periodístico no estaba ajeno a los cambios
operados y libró una gran batalla contra los empresarios privados, quienes de
inmediato habían mostrado su rechazo a la Revolución y se sumaban a las
campañas difamatorias de agencias extranjeras.
Estrechamente vinculados con el pueblo en Revolución, la
inmensa mayoría de los periodistas de entonces, enfrentaron las calumnias y mentiras de que se hacían eco esos medios
y desempeñaron un importante papel en la defensa de la verdad con numerosos
recursos, entre ellos, la popular “coletilla”, que insertaban con sus opiniones
detrás de cada texto malintencionado.
Pero, para suerte, la mayoría de los editores y propietarios
de periódicos, emisoras radiales y plantas de televisión, también propietarios
de otras riquezas, decidieron abandonar el país y esos medios pasaron a manos
de los trabajadores.
De aquella estirpe de valiosos colegas, fue tue surgiendo
una nueva generación de periodistas, comprometidos con el proyecto
revolucionario y que hoy constituye un importante destacamento en la batalla de
ideas que libramos.
Sabemos, que aún existen numerosas insatisfacciones, asuntos
por resolver y mejoras que alcanzar, pero el tiempo transcurrido ha sido
testigo de cuanto hemos avanzado.
Sin Revolución, no hubiera existido enseñanza gratuita, ni
la posibilidad de alcanzar el nivel universitario y otras categorías
académicas.
Sin Revolución no seríamos lo que somos, un país de hombres
y mujeres forjados en el trabajo, la unidad, el patriotismo y la lucha contra quienes
quieren destruir nuestros sueños.
Por esos y otros motivos, los periodistas estaremos
presentes en los desfiles por el Primero de Mayo.
Por: Luís Manuel Quesada Kindelán.